No a la impunidad, expresión del Pueblo de los Estados Unidos contra la SOA

Desde el asesinato hace 15 años de los sacerdotes jesuitas y varios de los trabajadores de la casa, creyentes de los Estados Unidos iniciaron lo que hoy es una expresión de desobediencia civil que aglutina anualmente a más de 10 mil personas de este país. En un ritual de indignación, de constancia y de censura moral, creyentes y no creyentes se unen en Georgia, para exigir como expresión del pueblo de los Estados Unidos el cierre de la Escuela de las Ameritas y la sanción a los responsables de la creación de estrategias y técnicas de guerra que destruyen la dignidad humana.


En dos días, mañana sábado 20 y domingo 21 de noviembre, millares de estadounidenses a través de diversas expresiones harán memoria de los millares de asesinados y desaparecidos, torturados y desplazados en América Latina. Harán memoria de lo que hoy continúa sucediendo también en Colombia, la situación del Arauca, la del Chocó, la del Meta, la del Putumayo.

La Escuela de las Américas (SOA por sus siglas en inglés) fue establecida en Panamá en 1946, y luego trasladada a Fort Benning, Georgia en 1984. El presidente de Panamá, Jorge Ilueca, describió al SOA como “la base más grande para la desestabilización en América Latina”, y uno de los principales diarios panameños la apodó “La Escuela de Asesinos”. La historia apoya estas acusaciones.

Cientos de miles de latinoamericanos han sido torturados, violados, asesinados, desaparecidos, masacrados y obligados a refugiarse por soldados y oficiales entrenados en esa Escuela. Los egresados del SOA persiguen a los educadores, organizadores de sindicatos, trabajadores religiosos, líderes estudiantiles, y a los pobres y campesinos que luchan por los derechos de los damnificados.

A lo largo de más de cincuenta y seis años, el SOA ha entrenado más de 61,000 soldados latinoamericanos en técnicas de combate, tácticas de comando, inteligencia militar, y técnicas de tortura. Estos graduados han dejado un largo trecho de sangre y sufrimiento en los países donde han regresado. Hoy día, la Escuela de las Américas entrena hasta un mil soldados cada año.

“Una institución tan claramente por fuera de los valores americanos, debe ser cerrada sin vacilación”, se consignó en el New York Times.

Ver adjunto boletín de Prensa.
“Miles de personas demandaran el fin a la impunidad de la “Escuela de Asesinos”
Convergencia y acción masiva de desobediencia civil en Ft. Benning, Georgia,
el 20 y 21 de noviembre de 2004 para cerrar la Escuela de las Américas.
Miles de personas tomarán acción directa y no-violenta para cerrar la notoria Escuela de las Américas (SOA, por sus siglas en inglés). La SOA, recientemente renombrada Instituto de Cooperación para la Seguridad Hemisférica (WHINSEC, por sus siglas en inglés), es una escuela de entrenamiento de combate para militares latinoamericanos. El 20 y 21 de noviembre, miles de personas de todas las Americas se reunirán en las puertas de Ft. Benning, Georgia, lugar de la escuela, para desenmascarar la verdad sobre los “graduados” de la SOA.

Los graduados de la SOA consistentemente regresan a sus patrias para utilizar su entrenamiento militar contra su propio pueblo. Entre los blancos a atacar de los graduados de SOA se encuentran educadores, sindicalistas, trabajadores religiosos, líderes estudiantes, y muchos otros que trabajan por los derechos humanos y la justicia económica. Cientos de miles de latinoamericano/as han sido torturados, violados, asesinados, desparecidos, masacrados y forzados al exilio por los graduados de la Escuela de las Américas.

“Como muchos de sus graduados, esta escuela continua operando con impunidad,” dice Carlos Mauricio sobreviviente de torturas y demandante en una exitosa demanda judicial contra dos generales salvadoreños que viven en los EE.UU. “Cerrar la SOA enviaría un mensaje muy fuerte con respecto a los derechos humanos por toda América Latina y por el mundo.”

La reunión culminará el domingo, 21 de noviembre con un cortejo fúnebre solemne frente a las puertas de Ft. Benning. Muchos aludirán una alambrada de seguridad para entrar a la base militar en un acto de desobediencia civil no-violenta. Desde que empezaron las manifestaciones en contra del SOA-WHISC hace mas de diez años, mas de 170 personas sirvieron o están sirviendo penas de prisión federal por su desobediencia civil en el fuerte Benning.

El programa de fin de semana ofrece música y oradores de Sur, Centro y Norte América incluyendo a: Susan Sarandon, actriz; Arzobispo Gabino Zavala, Presidente de Pax Christi EE.UU.; Carlos Mauricio, torturado, Fin a la Impunidad Ahora; Amy Goodman, Democracy Now; Neris Gonzalez, torturada, Ecovida; Bob King, vicepresidente del Sindicato Internacional de la Industria Automotriz, (UAW); Neka Jara, co-fundadora de MTD Solano, Argentina, Betita Martinez, activista y historiadora Chicana, Representante de HIJOS; Oneida Giraldo Camargo, Humanidad Vigente Corporación Jurídica, Colombia; Jennifer Harbury, escritora y viuda por la SOA; y muchos más. Música de Llajtasuyo y Los Vicios de Papa.

“Los oficiales del Pentágono dicen que la SOA está trayendo democracia a América Latina,” dice el Padre Roy Bourgeois, el fundador de SOA Watch. “Nosotros nos reuniremos para decir que la democracia no se promueve a punta de fusíl.”

COLOMBIA

“Vi este grupo de soldados, disparando sus rifles, acercándose por adelante y mientras pasaban delante de mí, empezaron a golpearme con las culatas de sus armas y las puntas de sus botas. Sostuve con fuerza mi cámara, todavía corriendo, hasta que el golpe de una culata de rifle rompió el equipo de la cámara… Recuerdo que un soldado con una máscara de gas me levantó y que un colega de otro programa de noticias se me acercó. Le di el cassette y le dije, ‘guarda el material, mi amigo.’ Esa noche todos vieron aquellas imágenes mientras me recuperaba en un hospital con el hígado perforado y mis testículos destrozados por los golpes. Un año después estaba buscando asilo político en los Estados Unidos debido a las amenazas.” —- Periodista colombiano Richard Vélez, al describir el tratamiento que le dieron las tropas comandadas por un graduado de la SOA.

Colombia ha enviado más tropas a entrenarse a la SOA que cualquier otro país latinoamericano, con resultados estremecedores. El informe de derechos humanos de 1993, Terrorismo de Estado en Colombia, cita a 247 funcionarios colombianos por violaciones a los derechos humanos. La mitad de aquellos citados eran graduados de la SOA. Algunos incluso fueron destacados como oradores invitados de la SOA o como instructores, o incluidos en el “Hall de la Fama” luego de su intervención en tales crímenes. Por ejemplo, el General Farouk Yanine Díaz fue orador invitado en la escuela en 1990 y 1991, después de su participación en la masacre de 20 trabajadores bananeros en 1988 en Urabá, en el asesinato del intendente de Sabana de Torres, y en la masacre de 19 comerciantes. Según un informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos, también fue acusado de “establecer y expandir escuadrones paramilitares de la muerte, así como también de ordenar docenas de desapariciones y el asesinato de jueces y de personal de la corte enviados a investigar delitos previos.”
Se ha vinculado a los graduados de la SOA con algunas de las más horrendas masacres colombianas, incluyendo la masacre de Segovia de 1988, en la cual se asesinaron 43 personas, las masacres de Trujillo con sierras eléctricas, que tuvo lugar entre 1988 y 1991, y la masacre de Riofrio en 1993. En una instancia la legislatura colombiana afirma que un oficial militar fue enviado a la SOA para evitar tener que contestar preguntas sobre la masacre de una familia campesina en Fusagasuga.

Los partidarios de la SOA han alegado que estos abusos son cosas del pasado. Sin embargo, el informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos de 1998 informa que la vigésima brigada militar fue disuelta por estar involucrada en abusos de derechos humanos, incluyendo el asesinato deliberado de civiles. El comandante de aquella Brigada era el graduado de la SOA Pauselino Latorre Gamboa, hasta hace pocos días, comandante de la Brigada XVII y actual encargado de Inteligencia Militar por parte del Presidente Uribe.
Estos son algunos de los nombres, de los agentes estatales formados en la Escuela.El informe también vincula a graduados de la SOA con una redada ilegal en las oficinas de un grupo no gubernamental de derechos humanos e implica a un graduado de la SOA por su complicidad en una masacre de 1997. Claramente, los abusos no son cosas del pasado”.

Bogotá, D.C., 19 de noviembre de2004

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz