DeVer- En el día de las Víctimas por su dignidad en justicia y verdad.

En este día conmemoramos la memoria de las víctimas del conflicto armado que lejos de superarse, se prolonga, muta y se reproduce, sin vislumbrarse su fin. Conmemoramos su coraje en medio del dolor ante una sociedad inerme ante la pérdida de valores, especialmente el del respeto irrestricto a la vida y libertad de las personas. Todo tipo de violencia contra el ser humano es inadmisible, es condenable.
Desde lo más profundo de nuestros corazones, admiramos a todas las personas que día a día se sobreponen a la adversidad de la violencia que las ha hecho víctimas; admiramos su generosidad por ofrecer reconciliación, por permitir nuevos escenarios de relacionamiento social en el que los sentimientos insanos del odio, la venganza y el resentimiento no figuran. Gracias por exigir Verdad y Justicia desde una nueva óptica, la de la justicia restaurativa, la de la mirada compasiva, aquella que nos enseñó Jesús de Nazareth, vence el odio con el amor, la que reza el salmo 85: “la misericordia y la verdad se encuentran y la justicia y la Paz se abrazan”.
La vida vale la pena vivirla con amor, defenderla, protegerla a pesar o precisamente en medio de la dureza del mundo y de nuestras fragilidades. Ustedes son pioneros en estos caminos, y hoy más que nunca necesitamos avivar la bandera de la reconstrucción y la transformación de la memoria que trasciende el dolor y renace en la esperanza.
Nuestra gratitud por su ejemplo de perseverancia en la defensa de sus derechos que son los nuestros, por su incansable búsqueda de justicia y verdad, para cerrar el ciclo de violencia y heredar a nuestros hijos una Colombia en paz.