Comunicado a la opinión pública con relación a los cuestionamientos se realizaron al Movimiento por el Agua y la Vida, en especial a la precandidata al Senado por el Pacto Histórico, Isabel Zuleta


03 de diciembre de 2021


Con relación a los cuestionamientos que en días recientes se realizaron al Movimiento por el Agua
y la Vida, en especial a la precandidata al Senado por el Pacto Histórico, Isabel Zuleta, nos
permitimos comunicar a la opinión pública lo siguiente:
– Reconocemos la legitimidad que tienen los diferentes actores sociales para hacer este tipo
de cuestionamientos, pero consideramos que es una condición básica que estos se hagan en
el marco del respeto, con ánimo constructivo y sin etiquetamientos que entrañen riesgos y
denigren de la condición humana de sus integrantes. Además, que se nos permita
controvertir los argumentos o conjeturas que nos proponen, sin que ello sea tomado como
una actitud de rivalidad. Hacemos un llamado urgente para que cese la violencia política
que hemos padecido, principalmente Isabel Cristina Zuleta, insultos que le han afectado
como persona y a nuestro equipo de campaña.
– Históricamente, como parte del Movimiento Ríos Vivos, hemos establecido diálogos con
diferentes actores sociales en aras de construir escenarios propicios para la protección de
los derechos humanos y ambientales, lo cual ha implicado encuentros con personas que
suscriben posiciones políticas diametralmente opuestas a las nuestras, con las cuales, en
medio de esas abismales diferencias, hemos encontrado posibilidades de pactar condiciones
mínimas para que la vida se proteja y respete.
– Con relación a nuestra participación en el Pacto Histórico, como es de conocimiento
público, nuestro movimiento político electoral es de reciente creación, vinculándose a esta
alianza con el propósito de coadyuvar en la construcción de un escenario político, tanto en
el legislativo como en el ejecutivo, que propicie transformaciones sociales y económicas
profundas que permitan superar la situación de crisis que padece el pueblo colombiano fruto
de décadas de políticas neoliberales, extractivismo, prácticas de terrorismo de Estado y
gobiernos autoritarios, todo lo cual ha implicado serias restricciones a la garantía de los
derechos fundamentales, la participación democrática y la construcción de la paz.
– Si bien no es de nuestro resorte determinar quienes pueden o no ingresar al Pacto, tenemos
claro que es necesario sumar y estamos en esta tarea desde nuestra llegada, esta alianza
busca establecer un acuerdo sobre lo fundamental con las diferentes fuerzas políticas del
país que estén dispuestas a apoyar una agenda tendiente a la materialización del modelo de Estado Social y Democrático de Derecho, en el cual tengan plena vigencia la dignidad
humana, la democracia y la paz.
Algunas objeciones a nuestra postura parten de señalar que es muy diferente unos diálogos de paz
con un proceso electoral. No compartimos este planteamiento por dos razones fundamentales: la
primera, en la actualidad no somos gobierno sino oposición política, en este sentido consideramos
que los diálogos son parte de las garantías que no otorgará el gobierno que en este caso no tiene
ninguna voluntad de paz y menos de garantía se derechos, si aspiramos a ser gobierno, es necesario
construir desde ya las condiciones políticas para que se pueda desarrollar un proceso de paz
completa para ello tenemos que hablar de política de seguridad, es un debate que el país requiere,
con todos los actores y una construcción colectiva que atienda las particularidades de cada
territorio; la segunda, en pasadas elecciones una buena parte de las fuerzas políticas de izquierda,
alternativas y progresistas decidimos apoyar candidaturas con graves cuestionamientos por la
violación a los derechos humanos e infracciones al derecho internacional humanitario, tales como
las ejecuciones extrajudiciales en su modalidad de falsos positivos. Lo hicimos bajo la premisa de
que se requería garantizar la consolidación del Acuerdo de Paz, y por eso existió una alianza
político-electoral de la que participaron la gran mayoría de sectores políticos que hoy hacen parte
del Pacto Histórico.
– Por último, queremos resaltar que el acercamiento de sectores políticos que son diferentes
a los que mayoritariamente hacemos parte del Pacto no lo entendemos como una abdicación
o entrega a esas fuerzas. Por el contrario, compartimos la idea de que ese tipo de acuerdos
serán los que permitirán establecer un gobierno de transición para una verdadera
construcción de paz, arrebatándole el poder a aquellos que quieren hacer trizas nuestras
aspiraciones de convivencia pacífica, y establecer condiciones de gobernabilidad para
llevar a cabo los cambios políticos que el pueblo demanda. Esto se logra con los iguales
pero sobre todo con los diferentes, no cesaremos en nuestro esfuerzo de acercar al Pacto
Histórico nuevos sectores.
Como víctimas reiteramos nuestro absoluto compromiso con las víctimas y nuestros dolores. A
ellas les decimos que, reconociéndonos en la misma condición de vulnerabilidad, nuestras acciones
nunca estarán al servicio de prácticas políticas que las revictimicen o mancillen su memoria.
Nuestra lucha es y seguirá siendo por el cese de toda acción que dañe a las comunidades, de toda
violación a los derechos humanos y no humanos, el reconocimiento de los daños ocasionados y su
reparación integral, en el marco de escenarios en los cuales se asuman las responsabilidades por
parte de los actores, sean quienes sean, que hayan participado en la violación de la vulneración.