Nydia Erika Bautista

El 30 de agosto de 1987, era un día de gozo para Nydia Erika Bautista, era la celebración de la primera comunión de su único hijo Erik. Y ella le había prometido asistir. Ella llevaba un vestido, un saco que una de sus hermanas le prestó y los zapatos de su madre.
 
Era un gran día. Hasta las 6:00 de la tarde, cuando nueve hombres de civil se la llevaron. La raptaron. Con violencia la alzaron, la subieron en una camioneta y no se supo más de Nydia Erika Bautista.
 
Nydia Erika Bautista hoy tendría 68 años. Nació el 29 de octubre de 1954, en Bogotá y desde niña mostró grandes signos intelectuales y una profunda convicción por lo humano. Fue una destacada estudiante en el colegio Nuestra señora del Pilar y una lectora ávida de literatura universal, Latinoamérica y nacional.
Durante su juventud manifestó su deseo de ser monja, lo que finalmente no realizó. Trabajó varios años de su vida en los barrios de pobres de la ciudad, especialmente en la localidad de Bosa dónde ayudó a construir escuelas y jardines para los niños de la zona. Ella gozaba sus domingos trabajando con pala, ladrillos y cemento. Movida por su sentido social, estudió Sociología en la Universidad Nacional dónde fue Directora del Periódico El Aquelarre. También estudió economía en la Universidad Central y participó activamente del sindicato de INRAVISIÓN hasta el año 1984.
Nydia Erika bautista era energía, era canto y vida.
A Nydia Erika no les gustaban las armas; amaba tanto el trabajo social con la comunidad que se convirtió en una líder en una época en que las mujeres tenían poca oportunidad de destacarse en la lucha. Sus convicciones por la justicia y su amor por la vida digna para todos sus hermanos y hermanas del pueblo la llevaron a tomar la decisión política de vincularse en 1984 al Movimiento 19 de abril M-19.
 
En 1985, Nydia Erika tuvo que trasladarse a la ciudad de Cali, en el Valle del Cauca, y dejar a sus padres y a su hijo Erik. Un año después, el 25 de mayo de 1986 ella fue detenida por militares de la tercera Brigada del Ejército durante dos semanas y allí, bajo torturas, fue forzada a firmar una declaración de su puño y letra en donde cuenta sobre su vinculación al Movimiento 19 de Abril M-19. Además de otro documento en dónde la  obligaron a declarar, falsamente, que había sido bien tratada durante la detención.
 
Tiempo después de recuperar su libertad, Nydia Erika regresó a Bogotá para celebrar el día de la madre junto a su familia. En ese momento su hijo de 12 años, le pidió que se quedara en la ciudad hasta el día de su primera comunión, el 30 de agosto de 1987.
Era domingo, ese 30 de agosto en el barrio Casablanca al suroccidente de Bogotá, a las 6 de la tarde, Nydia Erika fue detenida por un grupo de hombres armados vestidos de civil que viajaban en un vehículo dónde se la llevaron. Esos hombres eran unidades militares adscritas a la Brigada 20 del ejército nacional.
 
Con el tiempo y las investigaciones, se conoció que luego de ser raptada, ella fue conducida a una finca en la zona de Quebradablanca, en el municipio de Guayatebal, Cundinamarca, ubicado a 65km de Bogotá. En este lugar fue mantenida en cautiverio y bajo tortura durante varios días, incluida violencia sexual. Después Nydia Erika fue asesinada y su cuerpo fue abandonado como N.N. (sin nombre) en la vía Bogotá-Villavicencio.
 
También se confirmó que en la dinámica de este Estado criminal, antes y después de la desaparición de Nydia Erika, otros activistas del M-19, entre ellos Cristóbal Triana, amigo de Nydia Erika, también fueron desaparecidos.
 
Su hijo, sus padres, sus familiares y sus amigos desconocieron el paradero de Nydia Erika Bautista durante 3 años. Tres años de dolor, de desespero, de incertidumbre. Fue el 22 de enero de 1991, cuando el sargento Bernardo Alfonso Garzón Garzón, quien en el momento del secuestro de Nydia Erika pertenecía al Batallón de Inteligencia y Contrainteligencia “Charry Solano” de la Brigada 20, declaró ante la Procuraduría que “la Unidad de Operaciones Especializadas del Batallón ‘Charry Solano’ fue la responsable de la desaparición de Nydia Erika Bautista y que esta desaparición se cometió con el conocimiento y aprobación del Coronel del Ejército Álvaro Velandia Hurtado”.
Conociendo esta declaración y el lugar dónde podría estar el cuerpo sin vida de Nydia Erika, algunos de sus familiares fueron hasta un pequeño cementerio para encontrar, luego de tres años, a Nydia Erika.
En el ámbito jurídico, las primeras luces de justicia se dieron en el año 1995, cuando el Brigadier General Alvaro Hernan Velandia Hurtado fue determinado como responsable, por acción y omisión de la detención, tortura, desaparición y posterior asesinato de Nydia Erika. Razón por la cual, mediante Decreto Presidencial del 11 de septiembre de 1995, se ordenó la destitución del general Velandia Hurtado, una acción que respondió a la presión nacional e internacional. Sin embargo, antes de hacer efectiva la destitución, el Brigadier General Velandia fue condecorado en una ceremonia militar, el 4 de agosto de 1995.
El Procurador que responsabilizó al General Velandia Hurtado, tuvo que dimitir a su cargo y abandonar el país el 1 de septiembre de ese mismo año tras recibir repetidas amenazas de muerte.
El General Velandia, además de ser uno de los responsables de la desaparición forzada, tortura y asesinato de Nydia Erika, aparece en un listado elaborado por la Procuraduría en 1983, donde se señala a 58 militares con vínculos paramilitares y se afirma que el Gral Velandia fue uno de los creadores y líderes del grupo paramilitar M.A.S. (Muerte a Secuestradores).
En septiembre de 2009 se conoció el fallo de la Sala Plena que confirmó la destitución del General Alvaro Velandia por su responsabilidad en el crimen contra Nydia Erika, pero el 1 de marzo de 2011, tras un fallo de tutela, una sala de conjueces del Consejo de Estado decidió revocar dicho fallo. En mayo de de 2012 la sala cuarta del Consejo de Estado revocó la acción de tutela que ordenaba el reintegro del general en retiro Álvaro Velandia, por el caso de Nydia Erika. A esto se suma el hecho que desde el año 2004 no hay ningún nuevo vinculado y actualmente no está siendo investigada ninguna persona por el caso de Nydia Erika Bautista.
 
El 23 de agosto de 2012 se conoció que en la investigación disciplinaria que se sigue contra el General Álvaro Velandia Hurtado, responsable de la desaparición de Nydia Erika Bautista, se declaró nulidad a la tutela que él presentó para echar para atrás su destitución. También hace un año, la investigación del caso de Nydia Erika fue reasignado a la única fiscal de género que existe en Colombia, de quién se continúa esperando que investigue todos los ultrajes cometidos contra Nydia cómo mujer. 
 
Los abogados y familiares exigen una investigación seria que se realice dentro de tiempos razonables, traiga justicia y permita restituir la dignidad y el nombre de Nydia Erika.
 
Han sido 26 años de impunidad, de trabas en el proceso de esclarecimiento y de búsqueda de Justicia. El Estado colombiano ha hecho caso omiso a las decenas de recomendaciones internacionales que se han dado frente a este crimen de Lesa Humanidad. Los responsables de la desaparición forzada, de la tortura y tratos crueles e inhumanos que padeció Nydia Erika Bautista, en lugar de ser castigados han recibidos varios premios y reconocimientos. Ellos aún se mantienen en las altas esferas sociales bogotanas e instruyen a los nuevos militares de la nación.
En estos 26 años la familia de Nydia Erika Bautista y personas cercanas han recibido amenazas de muerte y han sido objeto de actos de intimidación debido a su insistencia en investigar el caso y por el trabajo que realizan con la Fundación para los Derechos Humanos “Nydia Erika Bautista” que nació en el exilio y trabaja con un enfoque integral y participativo para la protección de los derechos de las mujeres y familiares víctimas de la desaparición forzada.
 
Algunos de sus familiares han tenido que exiliarse de Colombia durante varios años y en más de una ocasión. El exilio también ha sido el lugar, el espacio, en el que surgieron muchos de los poemas de su hijo Erik Arellana Bautista, quien escogió el arte en lugar de la venganza. “Tránsitos de un hijo al alba” y “Transeúntes y migrantes”, son los más recientes libros de poemas de Erik, que bajo el seudónimo de Chico Bauti, convierte en palabras los sentimientos y deseos. Quien hace de la poesía, un homenaje a la vida de quienes siempre están presentes en los corazones y una exigencia de justicia ante la rampante impunidad.
 
Nydia Erika Bautista ha pasado de generación en generación enseñado a otros y otras que en Colombia sí existen los desaparecidos; que es el Estado, quien por acción u omisión, ha cometido los crímenes más atroces que ha visto esta tierra. Que es el irrespeto por la vida, a la diferencia, la criminalización del pensar, sentir, vivir, luchar y resistir las que han dejado a padres y madres sin sus hijos e hijos sin sus madres y padres. Pero también la vida de Nydia Erika Bautista, su luz, determinación y coraje dejan una huella imborrable que ahora se coloca al servicio a todos los desaparecidos y desaparecidas.
 
Nydia Erika Bautista… En la Memoria
 
Nydia Erika Bautista… Sin Olvido