La perpetúa crisis de derechos humanos y humanitaria que padecen Embera

#Informe Murindó

Una comunidad de 179 personas, Embera del Cabildo Mayor de Murindó, cumplió dos meses y medio en situación de desplazamiento forzado, y once más confinadas, por las operaciones armadas entre el ELN y las AGC estructura que opera apoyada, tolerada y en complicidad con unidades de las Fuerzas Militares.

La instalación de minas antipersona por parte de ELN y la prohibición de movilización en los caminos como medio de contención a las operaciones paramilitares de las AGC que bloque la movilidad, el transporte, y amenazas han generado una crisis de derechos humanos  y humanitaria a 2367 integrantes de la comunidad Embera.. 

Las operaciones paramilitares de las AGC están aseguradas por todo el Atrato bajo y medio y los afluentes de los ríos Cacarica, Salaquí, Truandó, Cubaradó , Jiguamiandó, La Grande y Murindó. Igualmente han logrado copar los territorios indígenas y afrocolombianos en la mayoría de los nacimientos de los ríos con excepción de Murindó, Murri, y la parte más alta de Jiguamiandó.

En Murindó lideres (a) embera el lunes y martes fueron seguidos por integrantes de las AGC que controlan el casco urbano en medio de la presencia policial en desarrollo de sus actividades con delegados de comunidades. Testimonios de mujeres denunciaron el embarazo de seis mujeres entre los 12 y los 18 años por los armados que las usan para iniciar controles sociales de las comunidades, de la misma manera han sido reclutados forzosamente durante estos dos meses y medio, 12 niños, y un grupo de jóvenes son vinculados como informantes (Puntos) por parte de las AGC.

A pesar del llamado a una Acuerdo Humanitario Global por pandemia de las comunidades de la región, los objetivos estratégicos militares lo han hecho hasta el momento imposible. 

La crisis humanitaria de los Resguardos Chageradó y Murindó, Cabildo Mayor,  son evidentes en materia de alimentación,  salud, educación, protección,  tanto como el incumplimiento del Estado colombiano con el Protocolo II y la ley de atención a desplazados, Se anunció por parte de las autoridades una ayuda humanitaria en alimentación solo para el 50% de la población, que estaría llegando el día de hoy domingo.

Durante estos dos meses y medio, las tierras preparadas para regar semillas de arroz quedaron sin siembra alguna, la caza ha sido abandona en su totalidad, y se sobrevive alimentariamente con algunas reservas. Los síntomas palúdicos del 30 % de los Embera son constatable, así como, los niveles de la desnutrición de los niños y niñas. 

La política de paz y de seguridad del gobierno en esta subregión de Murindó es favorable para intereses mineros extractivos empresariales y el tráfico de cocaína, la connivencia, coexistencia y convivencia con estrategias paramilitares de sectores de la fuerza pública se constatan a simple vista, tanto como las infracciones graves al derecho humanitario del ELN. En ese escenario las fragmentaciones comunitarias, los temores en medio de una crisis humanitaria están haciendo mella en la identidad, cultura, unidad de las comunidades Embera, quiénes además de resistir, están proponiendo mecanismos de protección socio ambiental, y de su vida.

A pesar de las denuncias permanentes sobre la delicada situación que hay en las comunidades, no existe investigación judicial eficaz.

Bogotá, D.C. 17 de abril de 2021

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz