Declaración política del Congreso de Paz región centro

Durante dos días en Bogotá diferentes organizaciones sociales del centro de Colombia se reunieron para dialogar y construir desde diferentes temáticas una propuesta de paz.


Bogotá, 16 y 17 de marzo de 2013

Organizaciones sociales y políticas de Bogotá, Cundinamarca, Boyacá y Tolima, llamadas a comprometerse en la construcción de una paz consecuente con las necesidades de la región, nos dimos cita los días 16 y 17 de marzo en Bogotá en el Congreso para la paz de la región centro, para continuar con el ejercicio de legislación en torno a la paz con justicia social y la vida digna. Hemos sido insistentes en decir que la superación del conflicto político, social y armado por el que atraviesa el país, no será la pacificación de los campos y las ciudades, ni tampoco un diálogo cerrado de unos pocos actores; antes bien, será la realización de los derechos que nos han negado.

Conquistar la paz entonces, implica un ejercicio de debate colectivo, de trabajo constante y comprometido, con el que se logre recoger las iniciativas, reivindicaciones y apuestas políticas del conjunto del pueblo colombiano.

La región centro juega un papel protagónico en la dinámica conflictiva del país; se ha convertido en un polo de atracción de la inversión que combina, principalmente, la economía extractiva con el sector de servicios. Esta región comprende el 14% del territorio nacional, es habitada por el 29% de la población colombiana, produce cerca de 34% del PIB (Producto Interno Bruto) y el 31% de las exportaciones. Así mismo concentra el 41% de los establecimientos de industria y comercio y genera el 40% del empleo nacional. En general puede caracterizarse como un foco de atracción de capital foráneo, gestión de capital financiero y de atracción de divisas que requieren además, el desarrollo de planes de conectividad e infraestructura. En esta región vivimos la disputa por el suelo rural y urbano, la especulación sobre su uso y la negación a la población de la posibilidad de contar con alternativas productivas a largo plazo. Es de resaltar que la aproximación que hacemos no se reduce a un modelo de ciudad o de un departamento, sino en la posibilidad de plantear alternativas al modelo de la macro-región centro.

En este contexto regional, que responde articuladamente a una dinámica nacional, los sectores, personas y organizaciones participantes en el Congreso para la paz, reconocemos la necesidad efectiva de construir la paz a través de iniciativas populares y la generación de compromisos alrededor de cuatro ejes:

1. Superación de la crisis humanitaria:

La región central, como el país en su conjunto, vive una crisis humanitaria que requiere de acciones urgentes con miras a su pronta solución. Hoy exigimos: el cese bilateral al fuego en la confrontación armada entre Estado e insurgencia; el cese de hostilidades hacia los luchadores populares y demás sectores del pueblo colombiano; la desarticulación del paramilitarismo, el narcotráfico y el microtráfico; el reconocimiento a la crisis carcelaria y de los derechos civiles y políticos de las población detenida por motivos políticos, y la realización de acuerdos humanitarios regionales.

2. Participación social y popular en la construcción de paz

La participación política desde los pueblos en la construcción de paz, que se hace desde la base y la disputa de los imaginarios de conflicto y paz, se construye desde las regiones, con perspectiva de país. En ese sentido, solicitamos la apertura de mesas de diálogo con el ELN y el EPL para abordar asuntos integrales del conflicto, convocamos a fortalecer el espacio de la Ruta Social Común para la paz, como un escenario participación política popular, y caminemos hacia un gran diálogo nacional, que desde la movilización politica y las apuestas populares logre darle solución al conflicto social político y armado.

3. Agenda social de país en paz

Avanzamos en la construcción de una agenda de país en paz, compuesta por cuatro temas:

A. Derechos de los pueblos

Mandatamos la construcción de un movimiento por la defensa de los derechos fundamentales del pueblo colombiano vulnerados por el modelo neoliberal (educación, salud, vivienda, trabajo) y exigimos la generación de garantías para la movilización y la organización popular.

B. Modelo económico

Mandatamos un modelo económico para la vida de los pueblos sustentado en tres elementos: un ordenamiento territorial propio y popular, una reforma agraria que genere condiciones de vida digna en escenarios urbanos y rurales, y la construcción de un plan de vida regional incluyendo un plan de producción regional que garantice la soberanía alimentaria e integre las economías comunitarias.

C. Modelo de justicia

Los pueblos de la región centro proponemos y requerimos un modelo de justicia integral que esté centrado en el reconocimiento de los mecanismos populares y comunitarios de justicia. Dichos mecanismos deben permitir la garantía de los derechos fundamentales más allá de las herramientas institucionales, promover el juicio ético a las multinacionales que vulneran los derechos de la madre naturaleza y de los pueblos a través del desarrollo de la locomotora minero-energética. En ese sentido exigimos un ejercicio efectivo de justicia, verdad y reparación integral a las víctimas del conflicto social, político y armado; esto implica un ejercicio de memoria colectiva, una atención a las personas desplazadas habitantes de la región centro y el reconocimiento de la juventud como sector fuertemente victimizado. Este modelo de justicia implica además la reorganización de las fuerzas militares y policiales, avanzando en la abolición de la justicia penal militar y del servicio militar obligatorio.

D. Modelo político

Un modelo político desde los pueblos requiere avanzar en control político y veeduría popular, disputando el reconocimiento del Estado. Fortalecer los espacios de toma de decisiones y construcción de políticas públicas y el reconocimiento de los mandatos populares como impulso a los espacios populares de encuentro. Es precisa además una reforma al régimen electoral.

4. Movimiento social por la paz

Le apuntamos al fortalecimiento de un movimiento social por la paz construido desde la perspectiva de la unidad, el fortalecimiento y la creación de espacios de encuentro (Ruta Social Común para la Paz, Coordinación de organizaciones sociales y políticas de Colombia), que posicione las visiones de paz de los pueblos, que potencie la voz de los diferentes sectores, a través de la generación de encuentros locales, regionales, nacionales e internacionales.

Hacemos un llamado a la solidaridad y fraternidad de los sectores populares y sus formas políticas de organización, para convocarnos:

 Al congreso nacional para la paz a realizarse del 19 al 22 de abril en Bogotá.

 La marcha del 9 de abril, por la paz, las víctimas y la defensa de lo público.

 Un gran evento para la paz desde los sectores populares para el segundo semestre de este año.

¡Abramos la mesa, caminemos la paz!

¡Pueblos construyendo paz para la vida digna!