Abusos de la fuerzas militares en el Jiguamiandó, Amenazas de muerte en el Jiguamiandó y protección a empresarios en el Curvaradó

Nuevamente en sus despachos nuestra Constancia y Censura Moral ante los abusos cometidos por las unidades militares de la Brigada 17, que desde hace 15 días desarrollan operaciones militares en la Cuenca del Jiguamiandó en desarrollo de las cuales han hostigado, han intimidado, han hurtado bienes de supervivencia, han destruido los signos de Visibilización y la MALLA DE LA VIDA,


Bogotá, D.C. 26 de septiembre de 2005

Doctor
FRANCISCO SANTOS
Vicepresidente de la República

Doctora
CAROLINA BARCO
Ministra de Relacione Exteriores

Doctor
SABAS PRETEL DE LA VEGA
Ministro del Interior

Doctor
MARIO IGUARAN
Fiscal General de la Nación

Doctor
EDGARDO MAYA VILLAZON
Procurador General de la Nación

Doctor
WOLMAR PEREZ
Defensor Nacional del Pueblo

Ref: Abusos de la fuerzas militares en el Jiguamiandó, Amenazas de muerte en el Jiguamiandó y protección a empresarios en el Curvaradó

“Cuando se acercan contra mi los malhechores a devorar mi carne, son ellos, mis adversarios, y enemigos, los que tropiezan y sucumben. Aunque acampe contra mi un ejército, mi corazón no teme; aunque estalle una guerra contra mi, estoy seguro en ella” Salmo 27, 2-3

Reciban un respetuoso saludo.

Nuevamente en sus despachos nuestra Constancia y Censura Moral ante los abusos cometidos por las unidades militares de la Brigada 17, que desde hace 15 días desarrollan operaciones militares en la Cuenca del Jiguamiandó en desarrollo de las cuales han hostigado, han intimidado, han hurtado bienes de supervivencia, han destruido los signos de Visibilización y la MALLA DE LA VIDA, tejida en nylon de la Zona Humanitaria de “Bella Flor Remacho” y han amenazado de muerte a acompañantes nacionales e internacionales; mientras violan y vulneran los derechos de la población afrodescendiente y mestiza las estructuras paramilitares mantienen el control de la población en Belén de Bajirá, Barranquillita, Mutatá, en medio de la presencia institucional y continúa el avance de preparación de la siembra de palma aceitera con la protección de un contingente de la Brigada 17, desconociendo las resoluciones de organismos como la Defensoría del Pueblo, el espíritu de la Directiva 008 del Procurador General de la Nación, situaciones que en conjunto desconocen las medidas provisionales resueltas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Las operaciones militares regulares de la Brigada 17 permiten prever que se puedan ocurrir confrontaciones armadas. Lo paradójico de la situación es que el destacamento de fuerzas militares coincide con la protección en la ampliación ilegal del proyecto de palma de aceite y la presencia militar sobre el río Jiguamiandó que se ha dirigido sobre los pobladores civiles con abusos.


* Viernes 9 de septiembre
, en horas de la noche dos camiones con cerca de 250 militares de la Brigada 17, se transportaron en coincidencia con la movilización de maquinaria pesada hacia el poblado de Andalucía, de propiedad de los afrodescendientes del Curvaradó. Ese mismo día, 12 camiones transportaron desde vivero de Cetino en la Cuenca del Río Curvaradó plantaciones pequeñas del palma en dirección a la cuenca del río Jiguamiandó.

De acuerdo con los testigos, la ocupación de hecho es parte de la preparación y ampliación de tierras para la siembra de palma


* Domingo 11 de septiembre,
en la madrugada, un nuevo grupo de soldados, calculados en 280 se transportó por las plantaciones de palma aceitera, en dirección a la cuenca del Jiguamiandó.

Se conoció en horas de la tarde que se movilizaron dos camiones con personal de la Brigada XVII a fin de proteger la demarcación de 5000 hectáreas de tierra ubicadas en límites del cerro “cara de perro”, dentro del Territorio Colectivo, que se habilitarían para la siembra de palma.

Ese mismo día una retroexcavadora se observó trabajando en desagües en inmediaciones de la comunidad de Andalucía, territorio colectivo de la Cuenca del Curvaradó y la otra abriendo canales hacia el cerro de Las Menas en los territorios colectivos de la Cuenca del Jiguamiandó.


* Domingo 11 de septiembre
desde las 10:00 a.m. se observó a milicianos de la guerrilla de las FARC EP, con armas largas y vestidos de camuflado en el entorno de la Zona Humanitaria de “Pueblo Nuevo”. Los milicianos merodearon el lugar humanitario hasta las 5:00 p.m.

* Lunes 12 de septiembre, hacia las 11:00 a.m. empresarios vinculados a la palma aceitera y apropiadores ilegales de tierras en inmediaciones del kilómetro 10, entre Belén de Bajirá Bajirá y el municipio de Río Sucio recogieron a pobladores de la región, algunos desplazados que se encontraban en el área urbana de Belén de Bajirá para que asistieran a una reunión con representantes del Plan Colombia.

Igualmente, “civiles” armados de la estrategia paramilitar hicieron la promoción de la reunión en los caseríos rurales expresando que era de obligatoria presencia para arreglar el problema de las tierras y lograr la vinculación de todos en los proyectos agroindustriales.

La reunión se realizó en el sitio donde anteriormente los paramilitares han convocado a los habitantes del lugar para “arreglar” los problemas de tierras, entre ellos al parecer, la hacienda de TERESA CASTAÑO.

Los funcionarios que hablaron a nombre del “Plan Colombia” propusieron una suma mensual del dinero a los habitantes del lugar para que se involucren a proyectos productivos.

Los pobladores que participaron en dicha reunión fueron movilizados en vehículos de transporte masivo contratados por los empresarios palmicultores y reconocidos paramilitares, quienes ha manifestado que era obligatorio ir para tratar las negociaciones sobre las tierras y las alianzas estratégicas

* Martes 13 de septiembre, a las 8:15 a.m. a 500 metros de la Zona Humanitaria “Nueva Esperanza”, aguas abajo margen derecha del río Jiguamiandó acompañantes nacionales e internacionales observaron a 50 militares cuando cruzaban hacia la margen izquierda.

En ese momento los acompañantes internacionales del PASC de Canadá, de Grupos Romero y de nuestra Comisión de Justicia y Paz fueron abordados por los militares. Uno de ellos se presentó como el Capitán CASTELLANOS del batallón Voltigeros de la Brigada 17. Los acompañantes les manifestaron que ellos no podían ingresar a las Zonas Humanitarias, que la población civil, y la propiedad humanitaria es de carácter privado, están protegidos por medidas provisionales de la corte Interamericana de Derechos Humanos a lo que estos respondieron: “Sí, nosotros sabemos de esa comunidad de Paz y no podemos entrar allá, en este momento no estamos en la comunidad de paz”

A las 9:30 a.m. aproximadamente cuando los acompañantes regresaban hacia la Zona Humanitaria “Bella Flor Remacho” fueron abordados nuevamente por los militares, quién se presentó como oficial CASTELLANOS les preguntó extrañado por que había regresado tan pronto, ¿ustedes no regresaban a las 3 de la tarde? Los acompañantes respondieron que nunca dijeron que regresaban a esa hora, pues ellos son personas que estaban movilizándose por el río Jiguamiandó permanentemente en desarrollo de las actividades de acompañamiento pedagógico. Minutos después continuaron su recorrido

Hacia las 3:10 p.m. los pobladores de la Zona Humanitaria “Nueva Esperanza” observan otro grupo de militares, aproximadamente 120 en frente del lugar de habitación de los afrodescendientes. Los efectivos militares cruzan el río Jiguamiandó usando sin ninguna autorización una embarcación de la comunidad.

20 minutos después, aproximadamente 40 unidades regulares ingresan a la Zona Humanitaria, a quiénes se les observa con insignias del Batallón Contraguerrilla No 33, Cacique Luitama al mando de un militar que se presentó como capitán ZAPATA, entre los militares se observó dos hombres vestidos de camuflado y sus rostros cubiertos con pasamontañas. El ingreso se produjo sin mostrar ninguna orden de registro ni de allanamiento, desconociendo los principios de Derecho Interno e Internacional.

De acuerdo con las versiones de los pobladores, uno de los encapuchados es un antiguo habitante de la región que hace 12 años decidió vincularse a la guerrilla, y desde hace 10 años no se le había visto en la región.

El militar llamado ZAPATA cuando llegaron los acompañantes nacionales e internacionales a la Zona Humanitaria y al requerir abandonar el lugar para evitar daños a la vida e integridad personal de los afrodescendientes, y el respeto debido a las Zonas Humanitarias expresó: “es que con mentiras no se puede, dicen que los militares cortamos una cabeza y la mostramos a todo el mundo”. Y agregó: “nosotros sabemos que son comunidad de paz, venimos a protegerlos”.

Ante la reiteración de la exigencia de retirarse del lugar humanitario, uno de los militares respondió: “nosotros no podemos pasar por otro punto”. Otro efectivo regular expresó: “qué maricada, ni que hijueputas (…). Es que quieren que volemos. Vamos a ver ahora que vengan los paramilitares como los van a sacar (h.p)”.

Hacia las 4:00 p.m. uno de los militares dio la orden de retirarse de la Zona Humanitaria, los 112 efectivos rodearon la Malla de la Vida.

Treinta minutos después de merodear la Zona Humanitaria se retiraron y se ubicaron a menos de 50 metros afuera del lugar de la población

* Miércoles 14 de septiembre, hacia las 10:30 a.m. 3 soldados pasaron cerca de la Malla de la Vida, abordaron a un integrante del Consejo Comunitario para comprar plátanos, que les brindara agua o que les permitiera ingresar al lugar.

Al observar que el campesino no respondió nada los militares se alejaron de la Malla

* Viernes 16 de septiembre, desde las 8:00 a.m. hasta las 8:40 a.m. 15 militares de la Brigada 17 ocuparon la casa del señor JOSÉ YESID GUZMÁN ubicada en el caserío de Caño Seco.

Los militares obligaron al campesino y a los 5 integrantes de su familia ingresar a una pieza, los intimidaron, los amenazaron y los señalaron: “dónde tiene guardados los camuflados de la guerrilla”, “cada cuanto se comunica con Becerro”; “Usted que hace viviendo solo y fuera de la Zona Humanitaria, tan tranquilo como si estuviera en la isla de Fidel Castro” (…). ”Que es lo que usted hace y donde vivía antes”. El campesino respondió: “vivía donde ustedes tienen palma cultivada, en el Curvaradó”.

Las unidades regulares agregaron: “Si usted aparece muerto qué pasa?” El poblador respondió: “no creo que me vayan a matar, pero no le tengo miedo a morir”. Luego le expresaron: “tal vez nos lo llevamos porque no tiene documento de identidad”.

Minutos después los militares se retiraron del lugar.

* Sábado 17 de septiembre 3 campesinos de los Consejos Comunitarios que salieron del caserío Santa Fe de Churima fueron abordados por 6 militares, quiénes expresaron: “ustedes no se confíen de que somos el ejército nosotros somos lo paramilitares”. Dentro de los uniformados se encontraba un exguerrillero de las FARC EP, que dejó este grupo desde hace más de 2 años, apodado El Moño, y quien al parecer hizo parte de las estructura militares encubiertas de tipo paramilitar

* Domingo 18 de septiembre, hacia las 8:00 a.m. un helicóptero militar aterrizó en Santa Fe de Churima con nuevos destacamentos militares, que se suman a los más de 300 que se encuentran en la cuenca del río Jiguamiandó.

* Lunes 19 de septiembre hacia las 12:20 p.m. 8 militares llegaron a Santa Fe de Churima a preguntar por la existencia de una tienda de abarrotes, minutos después cuando los pobladores se dirigían a sus lugares de trabajo a recolectar la cosecha de yuca, fueron impedidos por integrante de la Brigada 17 a salir. Los militares expresaron que se había expedido una orden del mando del operativo en el sentido de que no podían ir a trabajar si no hasta el siguiente día.


* Martes 20 de septiembre
, pobladores testimoniaron a nuestra Comisión de Justicia y Paz, que el empresario JAIME SIERRA, continúo transportando semillas hacia el punto conocido como LAS MENAS, dentro del Territorio Colectivo.

Otros campesinos manifestaron que en PLAYA ROJA y LLANO RICO los mismos “civiles” armados de la estrategia paramilitar continuaron promoviendo la siembra de palma

De la misma manera en Caño Claro, trabajadores de las empresas palmicultoras continúan intimidando a los pobladores o presionando para que entreguen sus tierras, mientras las parcelas se encuentran abandonadas estos deforestan, entre ellos un hombre conocido como DIOMEDES

* Jueves 22 de septiembre otros 3 campesinos de los Consejos Comunitarios que se dirigían hacia el caserío de Caño Seco se encontraron con uniformados en el sitio llamado “Puente de Tilín”, quiénes les preguntaron por su lugar de destino, y luego cuestionaron a los acompañantes nacionales e internacionales, expresando: “ustedes no crean las cosas que esos gringos y esos de las ong les dicen, no se dejen engañar” (…) “Por qué están en esa zona y no en sus fincas, vayan a sus lugares ?

Este día los soldados se robaron un marrano de propiedad familiar de una habitante de la Zona Humanitaria “Bella Flor- Remacho”

Este mismo día, un helicóptero particular aterrizó en el lugar conocido como Bracito, en el que al parecer, alguno de los sectores empresariales de la palma anunciaron el inició de la siembra de 6000 hectáreas de palma.

* Viernes 23 de septiembre un integrante de los Consejos Comunitarios de los afrodescendientes que salió de Santa Fe de Churima hacia la Zona Humanitaria Bella Flor-Remacho fue abordado por un grupo de militares adscritos a la Brigada 17, quienes lo interrogaron, lo sindicaron falsamente de estar siguiendo al ejército, luego de requisarlo totalmente y de esta afirmar ser poblador civil, lo dejaron ir diciéndole: “lárguese que usted no sirve para mierda”

Hacia las 11:45 a.m. un militar de la Brigada 17 con el apellido LOPEZ en su uniforme ingresó a la Zona Humanitaria “Bella Flor Remacho”. El militar se saltó los distintivos de protección y de identificación de la propiedad humanitaria ante lo cual los pobladores insistentemente le exigieron retirarse del sitio, de respetar los derechos de la población y la propiedad privada. Este uniformado nunca respondió, y solo preguntaba por la presencia de los acompañantes nacionales y los “gringos” refiriéndose a Fellowship de la Universidad de Collegeville en Minnesota y congregaciones religiosas católicas que se encontraban en el lugar. Debido a la exigencia de la población y cuando observó la presencia de los acompañantes se retiró de la Zona Humanitaria. El militar permaneció por 5 minutos en el interior del espacio humanitario.

A las 12:20 p.m. llegaron 12 militares nuevamente, pero se ubicaron en el entorno de la Zona Humanitaria de “Bella Flor-Remacho”, entre ellos se logró identificar en sus uniformes los apellidos MARTINEZ y ROMERO. Los militares ante la actuación de los acompañantes nacionales e internacionales expresaron que “habían matado un cerdo por equivocación, que recibieran la plata”. Los militares permanecieron en el lugar hasta la 1:20 p.m. requiriendo los botes de la comunidad, a lo que los pobladores se negaron.

* Sábado 24 de septiembre hacia la 9:00 a.m. aproximadamente, 4 jóvenes afrodescendientes de la Zona Humanitaria “Bella Flor-Remacho” fueron detenidos por militares de la Brigada 17, cuando regresaban en canoa por el río Jiguamiandó de recolectar plátano para la alimentación de la comunidad.

Los efectivos regulares le gritaron a los jóvenes: “deténgase o les disparamos”. Luego de acercarse a la orilla en que se encontraban los uniformados, estos les exigieron el bote para transportarse, los jóvenes se negaron a aceptar la petición. Los militares entonces amenazaron a los jóvenes con quitarles el bote. Minutos después los dejaron continuar su navegación hacia la Zona Humanitaria.

A las 10:00 a.m. un grupo de mujeres que iban en un bote a recoger sus productos de pan coger para alimentarse, fueron retenidas por militares de la Brigada 17. Los uniformados les solicitaron el bote, a lo que estas se negaron por que iban en búsqueda de alimentos, y las intimidaron manifestando: “Bueno, ustedes no nos pasan, pero con el tiempo, el joven motorista tendrá que venir por nosotros, todos van a hacer lo que digamos, y vendrán aquí a llorar hasta su presidente-refiriéndose a las autoridades de los consejos comunitarios-”.

Militares abordaron a varios niños que venían por el camino a pie hacia la Zona Humanitaria “Bella Flor Remacho”, les entregaron unas fotos, que los militares han tomado del saqueo de viviendas, ordenándoles recibirlas y mostrarla en el espacio humanitario, con el siguiente mensaje: “dígale a los gringos y a los acompañantes que recojan sus corotos que no tienen nada que estar haciendo aquí, que se larguen de aquí, que se vayan pronto”

Entre las 12:20 p.m. y la 1:00 p.m. se escucharon 12 tiros de fusil.

Pobladores de la cuenca del Jiguamiandó observaron entre Santa Fe de Churima y la Zona Humanitaria de “Bella Flor Remacho” militares de a Brigada 17 con dos encapuchados.

A las 2:00 p.m. a un poblador del Consejo Comunitario en su mejora ubicada a 20 minutos de la Zona Humanitaria “Bella Flor Remacho”, lo encañonaron, lo intimidaron y lo amenazaron. Luego tomaron varios de sus productos de pan coger y los consumieron.

Este sábado 24 de septiembre, a las 7:30 p.m. nuestra Comisión de Justicia y Paz conoció que en Llano Rico en donde ha habido un despojo de tierras, o la compra ventas por presión de paramilitares, durante la semana, los “civiles” armados de esta estrategia continúan con abusos sobre los pobladores obligándolos a participar en los programas de Plan Colombia y ejerciendo mecanismos de castigos sobre personas a las que ellos conciben como disfuncionales al orden, amarrándolos de las manos, sometiéndolos a castigos públicos de aleccionamiento.


* Domingo 25 de septiembre
7:00 a.m. aproximadamente, 180 militares de la Brigada 17, entre ellos un encapuchado, luego de destruir la Malla de la Vida, hecha en cuerdas de Nylon, con maderas cruzadas, banderas y signos de las comunidad nacional e internacional, ingresaron a la Zona Humanitaria “Bella Flor Remacho”.

A pesar de la exigencia de los acompañantes nacionales, quiénes recordaron los derechos de la población, las medidas provisionales de la Corte Interamericana, el carácter de lugar privado que el Gobierno se comprometió a respetar, los militares arrasaron con la visibilización de lugar y permanecieron 30 minutos en el sitio, luego del cual salieron. Los militares expresaron: “Ustedes no saben un culo, cuando nos volvamos paras vamos a volarle la cabeza a esos gringos y a esos acompañantes nacionales”

5 minutos después, un bote que bajaba con habitantes de la Zona Humanitaria “Nueva Esperanza”, hacia la Zona Humanitaria “Bella Flor Remacho” los militares lo obligaron a detenerse, el integrante del Consejo Comunitario les expresó: “si quieren quedarse con el bote, tómenlo, pero yo no hago lo que va contra nuestros principios”.

Los militares entonces tomaron el bote, como se les dificultó el uso de la embarcación de madera, tomaron al joven, lo amenazaron y lo obligaron a cruzar a un grupo de militares

A las 8:30 a.m. los 200 militares con el encapuchado pasaron por la Zona Humanitaria de “Nueva Esperanza” minutos después, 50 metros más arriba, del lugar de la población, se hicieron en la orilla del río Jiguamiandó costado derecho aguas arriba, allí detuvieron dos embarcaciones pequeñas de madera que bajaban de la Zona Humanitaria de “Pueblo Nuevo”. A los afrodescendientes les quitaron las embarcaciones y empezaron a cruzar el río Jiguamiandó.

Cuando los acompañantes nacionales se acercaron y les reiteraron el respeto debido a la población civil y sus bienes de supervivencia ante los daños en varias mejoras que se han cometido, los militares de la Brigada 17 expresaron: “esos gringos h.p y acompañantes, mejor que se vayan a Cuba, mientras estén estos internacionales y ong esto va a ser un mierdero, vamos a ir por los extranjeros, vamos a las embajada para que los saquen de nuestro país, y a los otros ya se verá”.

Hacia las 11:00 a.m. terminaron de cruzar el río Jiguamiandó

Este mismo Domingo 25 de septiembre, entre las 10:00 a.m. y las 11:00 a.m. en Belén de Bajirá, algunos “civiles” armados de la estrategia paramilitar en varios establecimientos públicos expresaron entre las 10.00 a.m. y las 11:00 a.m. que iba aparecer por ahí un muerto, de esos que hacen reclamos por lo de las tierras, que informan a las ong de todo lo que pasa, “vamos a salir raspando a alguno, a ver si se callan y dejan de joder todo”.

Nuestra Censura Moral ante la incapacidad gubernamental para evitar la vulneración de los derechos de los afrodescendientes y mestizos, cuando afirman integralmente sus derechos a la Vida y al Territorio sin ser parte de la guerra, asumiendo sus derechos y responsabilidades como ciudadanos.

Nuestra Censura moral ante la actuación empresarial custodiada por efectivos de la Brigada 17 es una afrenta y desconocimiento de las medidas resueltas por organismos de control del Estado, coincidentes operaciones militares con la movilidad de “civiles” armados de la estrategia paramilitar en la zona de Belén de Bajirá, Barranquillita, Río Sucio.

Nuestra Censura Moral pues es cada vez es más evidente que las Fuerzas Militares protegen los derechos de unos colombianos y sus prácticas de control y de represión son las mismas en las que se inspiraron las Doctrinas de la Seguridad Nacional. Su comprensión de la población como parte de la guerrilla de las FARC EP se muestra poco a poco, solo como una justificación de la defensa de la propiedad apropiada con sangre, con fuego, con 13 desplazamientos forzados, y más de 110 Crímenes de Lesa Humanidad.

Nuestra Censura Moral ante la configuración de la nueva etapa del paramilitarismo con la implementación de un modo de “reconciliación” basado en el olvido, en la negación de los derechos consagrados para los afrodescendientes y mestizos respecto a sus territorios, a través de la reingeniería de la Verdad, de la Justicia y de la Reparación Integral. Allá en los territorios de los afrodescendientes se constata el desarrollo del conflicto armado interno, del rompimiento de los límites del Estado como Estado de Derecho y la interacción del conflicto armado interno con los intereses económicos.

Nuestra Constancia y Censura Moral ante el avance de la palma continúa siendo un hecho, la imposición de los intereses económicos no respeta frontera alguna, ni la propia biodiversidad evidentemente destruida. Las palabras institucionales de enfrentar el problema como un arbitro imparcial continúan haciéndose agua cuando son los mismos militares los que protegen la ilegalidad, la empresarial, la misma que se encubrió y se encubre a través de la estrategia de control y de terror paramilitar.

Estamos profundamente convencidos que lo que hoy sucede en el Jiguamiandó y ha sucedido en el Curvaradó no hubiese sucedido si existiera voluntad política para enfrentar las estructuras criminales de tipo paramilitar, los agentes estatales responsables de dicha estrategia hubiesen sido sancionados o destituidos. Si los más de 110 crímenes, muchos de ellos de Lesa Humanidad, y los 13 desplazamientos forzados, hubiesen sido coherentemente investigados, esclarecidos y sancionados los responsables; si la siembra ilegal de palma aceitera promovida luego de los desplazamientos forzados del Curvaradó en 14 caseríos titulados colectivamente se hubiesen evitado con actuaciones transparentes de la fuerza pública y se hubiese protegido a los pobladores de chantajes, de presiones paramilitares para la compra ilegal de tierras.

Nuestra Constancia y Censura Moral ante la actitud de animadversión de los militares de la Brigada 17 contra la propuesta de la Zona Humanitaria de Bella Flor Remacho, destruida ayer; ante las amenazas proferidas contra las comunidades y sus acompañantes, ante la ausencia de garantías para la defensa de los derechos humanos y los derechos territoriales por parte de los agentes estatales. En el Jiguamiandó, la política de seguridad “es violación y vulneración de los derechos de los afrodescendientes y mestizos.

Tal vez en algún tiempo, la conciencia de la humanidad expresada en tribunales éticos y jurídicos posibilite la verdad, la justicia y la Reparación.

Entre tanto, apelamos a sus conciencias, a sus responsabilidades institucionales a fin de evitar la destrucción de las comunidades afrodescendientes, y de los habitantes mestizos a quién se les está negando de hecho su posibilidad de sobrevivencia en el Territorio y por la destrucción de la biodiversidad y de los recursos naturales de esta parte de la Reserva Forestal del Pacífico

Urge la traducción de todas las medidas resueltas tanto a nivel interno, como internacional, en la práctica a fin de evitar el desarraigo y la destrucción de la identidad territorial y existencial de un pueblo originario, por lo que creemos perentorio convocar a la Comisión Mixta de Seguimiento –en el que participan organizaciones gubernamentales, estatales, no gubernamentales internacionales y nacionales e intergubernamentales- y por supuesto las comunidades a fin de definir mecanismos concretos de protección integral y de prevención

Con profunda preocupación,

COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ