OXFAM

Plan de rescate económico universal para abordar la crisis del coronavirus y construir un mundo más justo

ELIJAMOS DIGNIDAD, NO INDIGENCIA: Plan de rescate económico universal para abordar la crisis del coronavirus y construir un mundo más justo.

Recientes análisis demuestran que la crisis económica provocada por el coronavirus podría sumir en la pobreza a 500 millones de personas si no se toman medidas drásticas y urgentes. Este virus afecta a todo el mundo, incluidos estrellas de cine y miembros de las realezas. Sin embargo, el componente de igualdad acaba ahí. Si esta crisis no se aborda de manera adecuada, exacerbará las desigualdades extremas entre ricos y pobres, países desarrollados y en desarrollo y hombres y mujeres, causando un profundo sufrimiento.                                           

Solo podremos vencer al virus si nos unimos. Los países en desarrollo deben tomar medidas para proteger a su población, y pedir a los Estados ricos que les proporcionen apoyo. Los Gobiernos de los países ricos, y sobre todo del G20, deben incrementar enormemente su ayuda. Este informe plantea un plan de rescate económico universal a la altura de la crisis, movilizando un mínimo de 2,5 billones de dólares con el fin de abordar la pandemia e impedir el colapso económico mundial. Este plan prioriza la ayuda directa a las personas a través de subvenciones en efectivo para quienes lo necesiten. Esto puede financiarse mediante la suspensión inmediata del pago de la deuda externa de los países pobres combinada con un estímulo económico excepcional proporcionado por el FMI, así como un incremento de la ayuda y de los impuestos.

“Si cerramos las ciudades nos salvaremos del coronavirus, pero nos moriremos de hambre”. Imran Khan, primer ministro de Pakistán1

“El coronavirus es una amenaza para todo el mundo, en todas partes.” Ellen Johnson Sirleaf, expresidenta de Liberia2

“Las decisiones que tomemos hoy definirán nuestra sociedad, economía, salud y nuestro clima durante las próximas décadas. Los abajo firmantes instamos a una respuesta global conjunta a la pandemia del COVID-19 que garantice una recuperación y transición justas hacia un futuro mejor para las personas con mayores necesidades en el contexto de la presente crisis”. Carta conjunta de la sociedad civil sobre los principios para una recuperación.

La crisis del coronavirus está teniendo un impacto económico en todos los países del mundo, por lo que todos los Gobiernos deben tomar medidas inmediatamente para proteger a su ciudadanía de la pobreza. A menos que se tomen medidas drásticas para fortalecer las economías de los países en desarrollo, esta crisis podría sumir en la pobreza a 500 millones de personas4 Esto podría significar un retroceso de una década en la lucha contra la pobreza y, en algunos casos, de hasta de 30 años.

De no tomarse medidas, el virus podría cobrarse la vida de 40 millones de personas.6 Sin embargo, su efecto devastador no acaba ahí. El virus está teniendo un enorme impacto económico en todo el mundo con la suspensión de las actividades económicas para detener la propagación de la enfermedad. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) estima que podrían perderse 25 millones de puestos de trabajo, y es probable que esta cifra esté muy por debajo de la real.7 Los toques de queda y la cuarentena están provocando enormes dificultades económicas. Se prevé que los trabajadores y trabajadoras pierdan hasta 3,4 billones de dólares en ingresos.8 En países como Kenia y Camboya, decenas de miles de trabajadores y trabajadoras de fábricas y plantaciones agrícolas se han visto obligados a quedarse en casa.9 Las trabajadoras se encontrarán entre las personas más afectadas, ya que es más probable que desempeñen trabajos informales y precarios. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha declarado que el mundo se dirige hacia una recesión aún mayor que la provocada por la crisis financiera mundial de 2008.10

Los Gobiernos de los países en desarrollo deben tomar medidas inmediatamente para proteger a su ciudadanía. Desafortunadamente, en varios países en desarrollo, a menudo los Gobiernos fallan a su ciudadanía debido a una deficiente gobernanza y la adopción de prácticas corruptas. Y muchos más no han tomado medidas para garantizar sistemas de salud de carácter universal, proteger a su ciudadanía mediante asistencia en efectivo o abordar las crecientes desigualdades. Ante la crisis actual, esta situación tiene que cambiar. Los países en desarrollo deben garantizar la salud y la seguridad económica para toda su población. En todo el mundo, Oxfam trabaja con grupos religiosos, organizaciones comunitarias, ONG y otros actores para hacer que los Gobiernos rindan cuentas y garantizar que tomen las medidas adecuadas para su población en este momento tan crítico.

Los Gobiernos de los países en desarrollo también deben aunar fuerzas para exigir al G20 y a los Estados ricos que tomen medidas. Los Gobiernos de los países ricos deben movilizar los recursos necesarios para ayudar a los países en desarrollo a evitar esta catástrofe. No solo es lo correcto, sino que además es en su propio interés, ya que si el virus está presente en algún lugar, lo estará en todas partes.

En el marco de las próximas reuniones de primavera anuales del Banco Mundial, el FMI y los ministros de Finanzas del G20, resultará fundamental que el G20 y otros dirigentes nacionales tomen medidas inmediatas que contribuyan de forma decisiva a mitigar los impactos económicos de la crisis y a proporcionar asistencia directa a las personas más afectadas.

Oxfam pide un Plan de rescate económico universal.

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Fuente: El país.