NYDIA ERIKA BAUTISTA

MEMORIA Y JUSTICIA

Hace veinte años, un domingo 30 de agosto, NYDIA ERIKA BAUTISTA fue detenida, desparecida y torturada, por unidades militares adscritas a la Brigada 20 del ejército, en el barrio Casablanca de la ciudad de Bogotá.


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NYDIA ERIKA, de 33 años de edad, fue durante su juventud activista estudiantil y en el momento de su desaparición forzada y asesinato era militante del M-19. NYDIA ERIKA había sido detenida y torturada en mayo de 1986 en la ciudad de Cali, por efectivos militares de la Brigada 3 del ejército.

El 22 de enero de 1991, el sargento BERNARDO ALFONSO GARZÓN GARZÓN, que en el momento del secuestro de NYDIA ERIKA pertenecía al Batallón de Inteligencia y Contrainteligencia “Charry Solano” de la Brigada 20, declaró ante la Procuraduría que “la Unidad de Operaciones Especializadas del Batallón “Charry Solano” fue la responsable de la desaparición de Nydia Erika Bautista… se llevó a cabo la desaparición con el conocimiento y aprobación del Coronel del Ejército Álvaro Velandia Hurtado”.

Han pasado 20 años de impunidad, de trabas en el proceso de esclarecimiento y de búsqueda de Justicia. El Estado colombiano a hecho caso omiso a las decenas de recomendaciones internacionales que se han dado frente a este crimen de Lesa Humanidad. Los responsables de la desaparición forzada, de la tortura y tratos crueles e inhumanos que padeció NYDIA ERIKA, han recibidos premios y reconocimientos, se mantienen en las altas esferas sociales bogotanas e instruyendo a los nuevos militares.

Es el caso del Brigadier General ®ALVARO HERNAN VELANDIA HURTADO, responsable por acción y omisión de la detención, tortura, desaparición y posterior asesinato de NYDIA ERIKA, como lo estableció el 6 de julio de 1995 un Procurador Delegado para los Derechos Humanos, cuya decisión al concluir una investigación disciplinaria fue que “El Brigadier General Velandía Hurtado, que en el momento de los hechos se desempeñaba como Coronel y Comandante de la XX Brigada, a la que estaba adscrito el Batallón “Charry Solano” del Ejército, había tenido pleno conocimiento de la retención, desaparición forzada, tortura y homicidio de NYDIA ERIKA BAUTISTA por hombres bajo su mando, y que había tenido el “deber, el poder y la oportunidad de evitar que se produjera este grave crimen”.

“El 1 de septiembre de 1995, el procurador delegado para los Derechos Humanos dimitió de su cargo y abandonó el país tras haber recibido repetidas amenazas de muerte.” (Aparte de la Declaración Pública de Amnistía Internacional ¬ AMR 23/070/2002 (Público) del 9 de julio de 2002. Colombia: Violadores de Derechos Humanos deben ser destituidos y enjuiciados) Ver Documento completo en http://web.amnesty.org/library/Index/ESLAMR230702002?open&of=ESL-COL

El comunicado de Amnistía Internacional expresaba su preocupación por la decisión tomada por el Consejo de Estado el 23 de mayo del 2002, en la cual se fallaba en contra de la decisión de la Procuraduría de 1995 de destituir al Brigadier General VELANDIA HURTADO, que se hizo efectiva con el Decreto Presidencial el 11 de septiembre de 1995, que ordenó la destitución de VELANDIA HURTADO, como respuesta a la presión nacional e internacional. Antes de hacer efectiva la destitución, el Brigadier General VELANDIA fue condecorado en ceremonia militar del 4 de agosto de 1995.

Actualmente, el Brigadier General ALVARO VELANDIA HURTADO se desempeña como director del Instituto de Estudios Geoestratégicos de la Universidad Militar Nueva Granada en Bogotá (Colombia). VELANDIA, además de ser uno de los responsables de la desaparición forzada y asesinato de NYDIA ERIKA, aparece en un listado elaborado por la Procuraduría en 1983, donde se señala a 58 militares con vínculos paramilitares y se afirma que VELANDIA fue uno de los creadores y líderes del grupo paramilitar M.A.S. (Muerte a Secuestradores). VELANDIA también fue sindicado de ser el autor del atentado contra el sindicalista ARMANDO CALLE en Honda (Tolima) el 3 de mayo de 1982. Hecho por el cual fue absuelto por la Justicia Penal Militar.

Han pasado 20 años de impunidad y hoy desde la memoria, el hijo de NYDIA ERIKA expresa desde sus recuerdos y presencias. 20 años de impunidad, 20 años de insistencia, de búsqueda de justicia, 20 años recogidos en estas palabras de ERICK ARELLANA BAUTISTA:

“… Hablando de canciones y de huellas, miro los ojos nublados del abuelo, que pretenden mirarme sin verte a vos, y me dice que ya tengo tu edad, que está marcado en nuestro destino, si supero las pruebas del camino, este camino de la vida estará abierto para mí muchos años, según el viejo. Entre sus afirmaciones se cuela el humor negro de quienes recuerdan que a muchos se los llevaron en los treinta y tres, como a Cristo, el Cristo rebelde e insurgente, el Cristo obrero, el Cristo estudiante, Cristóbal.
Ya hemos vuelto de esa larga travesía que significa el exilio, a quedarnos en este lugar por donde transitan nuestros pensamientos, que como le oí afirmar a una indígena Embera, es el territorio. Nuestro territorio. Por los caminos andados en este retorno podría decirte que todo permanece igual, que las injusticias son ley, que los asesinos son héroes y que la dignidad humana aún se resiste a ser pisoteada a pesar del exterminio. (…) A veinte años de tu homicidio, los jueces dicen que no hay responsables de tu muerte y recuerdo a Toñín diciendo que tenías veinte años cuando me pariste. Recuerdo tus ojos brillantes como un horizonte y en el río del tiempo puedo afirmar que hoy te extraño, como te extrañé hace veinte, cuando tenías treinta y tres.”

“A mi hijo
A mi Ángel
A mi Erick
Para que en sus
Pocos años se compenetre
Con sus hermanitos
De pueblo
Yo se que ahora no
Lo entiendes
Pero a través de la vida
Te darás cuenta
Y entenderás
Lo que te quise decir.
NYDIA ERIKA BAUTISTA

Es domingo, día de la madre, mi hijo me ha escrito un poema, en el dice que se compromete a continuar el camino de lucha por la dignidad de nuestro pueblo.
Ahora estoy en la clandestinidad, me detuvieron los militares en un allanamiento, después de muchas torturas me dejaron nuevamente en libertad. Para dejarme venir a mi casa me hicieron firmar un documento en el que afirman que durante la detención me trataron bien, que ironía! Que ahora colaboraría con ellos, que mentira! Ese es el precio de mi libertad! Ahora en Bogotá me persiguen, y siento que mis días se esfuman…
Hoy es el día de la primera comunión de mi hijo, ha decidido bautizarse como católico, hace dos días que se llevaron a Cristóbal, siento que ya vienen por mí…
Son nueve hombres, vestidos de civil, están en una camioneta gris, me raptan y me llevan a una nueva sesión de torturas de las cuales saldrán los últimos gritos de este cuerpo, de esta vida.
Alguno da el tiro de gracia, cobardemente, sin mirarme a los ojos, pues me han mantenido vendada todos estos días.
Dejan mi cuerpo en una bolsa plástica en la carretera, allí vienen a enterrarme, como N.N., sin nombre, sin identidad, sin familia, sin referencia alguna a las luchas emprendidas por mí, por nuestra gente.
Aquí en este desierto lleno de muertos sin nombre, permanecerá mi cuerpo, hasta que lo encuentren tres años después. Mientras tanto mi hijo crece, preguntando por mí, por mi paradero, por mi vida…
Pero ahora que mi cuerpo no es más que una prueba de mi existencia, de mi paso por el mundo, ahora justo ahora no lo puedo abrazar…
Mi hijo tuvo que exiliarse por preguntar por mi, por intentar buscar justicia, una década creciendo desterrado, como los miles de exiliados y desplazados por la violencia política de nuestro país. Ahora es uno más de los hijos e hijas que luchan contra la impunidad… contra el olvido… por la memoria nuestra… ¿Víctimas de qué?”

Por ello,

NYDIA ERIKA… En la Memoria

NYDIA ERIKA… SIN OLVIDO

Bogotá, D.C Agosto 30 de 2007

COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ