Negado asilo a Uribe, algo más allá

Ayer hacia las 6:50 p.m. se conoció un comunicado a la opinión pública en el que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Costa Rica, expresa su decisión de negar la solicitud de Asilo de Mario Uribe pues, en conocimiento de los antecedentes del caso, provenientes, en particular, de la Fiscalía de Colombia; amparado en los principios y normas del derecho de asilo, y con base en la información disponible, considera improcedente dicha solicitud, agregando que “la histórica institución del asilo no debe ser desvirtuada”.


El gobierno de Costa Rica ha tomado nota “de una orden de captura contra el señor Uribe Escobar “por el delito de concierto para delinquir consistente en concertarse para promover grupos armados al margen de la ley (autodefensas o paramilitares)” y de la preocupación de que el señor Uribe “no evada los requerimientos de la justicia colombiana”.

En horas de la tarde, el Movimiento Nacional de Víctimas depósito en el buzón de la embajada una comunicación en la que expresó al gobierno las razones por las cuales Uribe no puede ser considerado un perseguido político, las razones en fundamentos de hecho y de derecho por las cuales se debería negar el asilo. Igualmente, desde Norteamérica, Latinoamérica y Europa organizaciones de derechos humanos y de solidaridad se pronunciaron en el mismo sentido.

Desde el medio día, en horas de la tarde con diversas expresiones simbólicas un ataúd, fotografías de las víctimas, dos moto sierra, un cuerpo descuartizado, ladrillos con los nombres de los asesinados y desaparecidos, una serenata de mariachis, organizaciones de víctimas se apostaron en frente de la embajada exigiendo la entrega de Uribe a las autoridades.
Hacia las 9:30 p.m. Uribe salió de la embajada en un automotor detenido por agentes del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía General de la Nación.

Uno de los manifestantes se abalanzo sobre el vehículo golpeándolo y gritando “asesino, asesino, asesino”, alguien lanzó una botella de plástico vacía, algunos artistas se colocaron enfrente del vehículo con un ladrillo en el que aparece el nombre de una de las víctimas.
Algunos medios de información falsamente afirmaron que los ladrillos en los que se escribieron los nombres de las víctimas fueron arrojados al automotor en que conducía a Uribe hacia la Fiscalía General de la Nación, en donde pernocto.

Hoy en la mañana Alvaro Uribe Vélez, en Caracol Radio, indicó su preocupación por la esposa de Mario Uribe, quien fue, según él, amenazada si su marido no se entregaba e igualmente, cuestionó a los que a nombre de las víctimas actuaron en contra de su primo en la noche de ayer.
Uribe Vélez insinuó una falsa asociación entre la expresión de las víctimas y la amenaza y dejó en el aire un sutil señalamiento sobre la legítima y pacifica expresión de las organizaciones de víctimas.
Uribe Vélez olvidó decir que éstas objetaron actuaciones violentas de dos manifestantes y les invitaron a una actuación más sensata en medio de la expresión justa de indignación.

En el caso de Uribe Escobar se sustenta en dos testimonios y una prueba técnica según ha trascendido. Jairo Castillo Peralta, alias ‘Pitirri’ vincula a Uribe Escobar en dos reuniones de paramilitares en Sahún, Córdoba, y Caucasia, Antioquia; Mancuso otro paramilitar lo vincula en una alianza electoral. A estas pruebas se suma un análisis técnico sobre el crecimiento electoral de Uribe Escobar con las áreas de control paramilitar.

La solicitud de asilo hace evidente la serie de artilugios que la bancada del gobierno de Uribe está realizando para escapar de acusaciones judiciales que en Derecho muestra su responsabilidad en la estrategia política del paramilitarismo. Queda un camino largo por recorrer, antes de Uribe Escobar sea condenado, luego de que termine la etapa de indagatoria, falta un largo recorrido para llegar a la acusación, a la condena y los recursos de apelación. Nada se puede decir, que ya está asegurada la condena, pero la solicitud de asilo ha sido una salida en falso que refleja a todos, los temores profundos que existe en el establecimiento si se destapa toda la podredumbre que existe detrás y en el entorno del proyecto de Seguridad Democrática y Estado Comunitario”.

La reunión del domingo anterior a puerta cerrada con los partidos uribistas en la Casa de Nariño indica el compromiso de Uribe para buscar una salida que favorezca más que la institucionalidad, su buen nombre, asegurar un clima favorable para la reelección y la impunidad de su proyecto político. No se puede olvidar que los votos de los parlamentarios son parte de los votos con los que fue elegido Uribe Vélez. Es evidente la maniobra mediática y discursiva de Uribe para continuar sustentado la idea, la imagen de que él no tiene absolutamente nada que ver con el paramilitarismo.

La decisión de Mario Uribe, se suma a la de Uribe Vélez de crear una “comisión de reajuste institucional” y un “tribunal de excepción” para abordar la vinculación judicial de ya cerca de 60 congresistas en la estrategia política paramilitar con la pretensión oculta de limitar, en particular, la actuación formal de la Corte Suprema de Justicia, poder incidir sobre ciertos casos que están en manos de la Fiscalía General.

La reacción sobre las cortes pretende limitar la investigación que también inicia la Corte Suprema por las declaraciones de la ex congresista Yidis Medina, quien asegura que le prometieron puestos burocráticos Alvaro Uribe, Alberto Velásquez, ex secretario privado; el Ministro de Salud, a cambio de votar favorablemente el articulo constitucional que propiciaría la reelección.
Todo parece indicar que la estrategia del gato vuelve a tomar fuerza como táctica, taparlo todo como sea, de ahí el llamado a la “objetividad” en la investigación.

Nunca antes esta solicitud se ha hecho, es el temor, el miedo a que muchas situaciones insanas sean puestas al descubierto, llamado que nunca se ha hecho cuando se trata de las ejecuciones del ejército de inermes mujeres y hombres o cuando los fallos judiciales son contra derecho y afectan los derechos de los excluidos o de los sectores organizados que reinvindican un auténtico Estado Democrático de Derecho.

Lo que se denomina la crisis de la ‘parapolítica’ es un problema del gobierno, de la legalidad y la legitimidad de Alvaro Uribe Vélez y no solo del poder legislativo. Millones de los mismos votos que eligieron al congreso fueron los mismos del presidente, votos manchados en crímenes de lesa humanidad. Las propuestas hasta ahora presentadas por el ejecutivo, las orquestadas por los partidos uribistas son salidas falsas, tan falsas como la búsqueda de asilo del primo de Alvaro Uribe Vélez. Por ser salidas falsas no significan que no sean posibles, pues se ha ido cualificando la institucionalización del crimen en una formalidad democrática, en realidad en configuración de un Estado de hecho.