Los privilegios de los Nule

LOS Nule fueron recibidos por la Fiscalía casi con el protocolo que se les prodiga a los visitantes ilustres, y dándoles rendidas gracias por acatar la justicia.


Al pie del avión, vehículos blindados de los que transportan personajes, no presos; caravana con paso abierto hasta el búnker; acceso directo, como los altos funcionarios, a parqueaderos y ascensores. Y de ahí para adelante, quién sabe cuántos privilegios más sobre la condena, los beneficios y hasta el sitio de reclusión, el cual, por cierto, no será cualquiera. Deberá tener características especiales de alojamiento, como los de Tolemaida pero con chalets en vez de cabañas. Supongo que no serán tan tontos para no exigir también la oportunidad de tener negocios, entrada y salida de la “prisión” a gusto, y puentes festivos en Cartagena. Habrá que valorar este sacrificio porque ellos disfrutaban sus vacaciones en hotel 7 estrellas de Dubái. Ah, se me olvidaba: tienen derecho a estadía en la Fiscalía y a solicitud al juez, de aplazamiento de la audiencia de imputación de cargos para que los abogados que los defienden, se preparen. Como diría Samper Ospina, “citicos” ellos.

La pena que ordena el Código Penal para quien comete peculado por apropiación, uno de los delitos que se les imputará a los Nule, es de 6 a 15 años pero “si lo apropiado supera el valor de 200 salarios mínimos vigentes dicha pena se aumentará hasta en la mitad”. Por las investigaciones en curso se sabe que la pérdida posible de dineros públicos va por el billón de pesos en el mejor de los casos. Los imputados superaron con creces el equivalente a 200 salarios mínimos, apenas mil millones. Si la Fiscalía quisiera, podría iniciar la negociación por colaboración calculando penas de 15 años más la mitad, es decir 22 años como mínimo y no como máximo.
Sin embargo, la señora fiscal parece más su defensora que su investigadora, a juzgar por sus declaraciones: “… No tienen medida de aseguramiento… pero han decidido someterse voluntariamente y han pedido quedarse en las instalaciones del búnker por razones de seguridad… y se les ha concedido…”. Ayer, en entrevista con Arizmendi en Caracol, la doctora Morales informó, además, que permanecerán en el búnker (en calidad de hospedados puesto que no están detenidos) hasta cuando se encuentre un lugar en “donde se les pueda brindar la seguridad que ellos han pedido”. Falta más: la “dosimetría” de la pena da máximo “de 14 a 15 años sin tener en cuenta” la disminución del 50% de la condena si colaboran, o sea, 7 años. Y eso si les va mal, porque con las demás rebajas concedidas una vez sentenciados, pagarían 3 ó 4 años. Arizmendi logró desconcertar a Morales cuando le preguntó qué pasaría si terminada la negociación, aparecían hechos nuevos. Respuesta: “(risa nerviosa) eh… bueno Darío… esa es una hipótesis que no puedo manejar desde este momento…”.

Es grave para la equidad judicial y social que los Nule tengan recepción de personajes. Es grave que la Fiscalía desconozca el interés de las víctimas, el país entero, para favorecer a unos timadores. Pero más grave es que los investigadores se alcen de hombros frente a la dimensión monumental que tomó la corrupción en la nación y que no obliguen a los Nule en este, el cuarto de hora apropiado, a revelar cómo y con quiénes consiguieron las adjudicaciones más jugosas de la nación ¿Para cuándo dejarán los interrogantes sobre la Casa de Nariño, el Ministerio de Transporte, Inco, Invías, los municipios? Morales no nos va a tramar diciendo que “es más importante la seguridad que tenga la ciudadanía de que (la justicia) sí va a aplicar una pena, que tener penas altas y no actuar”. Ojalá que los miles de esperanzados con su elección no hayan estado equivocados del todo porque se la van a cobrar en desprestigio.