Declaración Final XII Congreso Latinoamericano de Investigación para la Paz “Una nueva normalidad es posible y necesaria”

1. El exitoso desarrollo de las más de 250 ponencias, comunicaciones breves, libros e intervenciones artísticas presentadas en el marco del XII Congreso Latinoamericano de Investigación para la Paz demuestra que la paz late con fuerza en América Latina a pesar de las violencias directas, estructurales y culturales que se manifiestan en el continente. No cabe duda de que en Latinoamérica, la disciplina de los Estudios de la Paz y el Conflicto atraviesa por una etapa especialmente estimulante. Los aportes que al corpus teórico y metodológico de la disciplina hacen las concepciones de la Paz Engendrara y Sustentable, de la Paz Territorial, de la Paz Decolonial o de la Paz Transformadora y Participativa son buena muestra ello, al constituirse como alternativas epistemológicas válidas al paradigma hegemónico de la Paz Liberal.

2. La crisis social, política y económica agravada por la pandemia de la COVID-19 apremia a la academia, a los movimientos sociales y al conjunto de la ciudadanía a apostar de manera valiente y decidida por la construcción colectiva de propuestas que transformen radicalmente nuestra matriz de relación con la Madre Tierra. Es urgente transitar de la explotación de los recursos naturales, al respeto y el cuidado de los bienes naturales.

3. Es necesario superar el paradigma capitalista y colonial basado en la producción exacerbada, la acumulación de capital, la especulación financiera y la maximización de los beneficios. Apostar por el decrecimiento y por economías alternativas que retomen la lógica del cuidado, centradas en la atención de las necesidades humanas y la sustentabilidad ambiental, produciendo a pequeña escala y recuperando el trabajo artesanal y campesino no puede esperar.

4. Poner fin a la lógica patriarcal y a los privilegios del hombre sobre la mujer se convierte en imperativo moral de la paz.

5. Frente al proyecto de guerra y muerte que busca imponerse en el continente mediante el poder de la violencia instituida, se afirma el diálogo, el amor y la empatía. Se reivindica la desobediencia, la acción directa noviolenta, la autonomía, el apoyo mutuo y la articulación en redes acentradas y auto-organizadas.

6. Frente al deterioro del sistema democrático representativo, la corrupción estatal, y el uso del poder jurídico como instrumento de protección de las élites y sus intereses particulares, se plantea un cambio de paradigma. El desarrollo de una democracia directa, participativa y deliberativa que fomente desde los territorios la construcción colectiva de las propuestas y políticas con las que atender las problemáticas y necesidades sociales.

7. Frente a la rigidez, uniformidad y verticalidad de la educación formal, se propone una educación afectiva, liberadora, participativa y transformadora capaz de propiciar las segundas reflexividades necesarias para potenciar la creación de nuevas realidades y otros mundos posibles.

8. Frente la salud como negocio y basada en la enfermedad, se plantea una salud integral, eje de vida y bienestar.

9. Frente al retorno a la vieja normalidad, se reivindican las prácticas pacifistas de los territorios y comunidades latinoamericanas como los hilos con los que tejer una nueva normalidad que le devuelva el valor a la vida, que reconozca la diversidad como característica inherente a lo humano y elimine cualquier forma de dominación y discriminación, reconozca el valor de las memorias diversas, la intersubjetividad y la singularidad, y potencie los saberes diversos, ancestrales y emergentes.

Una nueva normalidad es posible y la construimos juntos y juntas, haciendo camino al andar.

 3, 4, 5, 6 y 7 de agosto de 2021

Declaración final al XII Congreso Latinoamericano de Investigación para la Paz_7 agosto 2021