Cumbre de Comandantes: Declaración de Paz

Los máximos comandantes del Ejército de Liberación Nacional ELN y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo FARC-EP comunicamos a los integrantes de las dos organizaciones, a sus masas organizadas, a sus simpatizantes, al pueblo colombiano y a la opinión pública nacional e internacional, que en algún lugar de la Patria hemos celebrado una reunión cumbre, en medio de un fraternal ambiente de unidad y camaradería, con el propósito de fortalecer los avances del proceso unitario del movimiento guerrillero y revolucionario de nuestro país.


En dicha reunión, además de tratar, reflexionar y superar definitivamente diversos incidentes que condujeron en el pasado a contradicciones, distanciamientos y choques entre las dos fuerzas, abordamos diferentes asuntos de carácter estratégico para el futuro de la nación.

Entre ellos destacamos la importancia de trabajar por la unidad de todas las fuerzas políticas y sociales empeñadas en la realización de cambios profundos en la sociedad, su economía, la política y la institucionalidad colombiana; la importancia que tiene la Paz con Dignidad y Justicia Social para el futuro de la nación y el continente, así como el reconocimiento expreso y sincero que cualquier solución al conflicto interno de nuestro país por las vías del diálogo, pasa por la ineludible necesidad de adelantar conversaciones con toda la insurgencia colombiana.

En Nuestra América soplan hoy poderosos vientos hacia la democracia, la soberanía, la justicia social, el buen vivir y la integración de nuestros pueblos. Los colombianos no podemos permanecer al margen de este proceso histórico hacia la definitiva independencia.

El ELN y las FARC–EP, comprometidos y unidos en el mismo objetivo de alcanzar una sociedad democrática, incluyente, soberana y en paz para los colombianos, invitamos a todo nuestro pueblo a trabajar unido y a movilizarse en esa dirección.

MONTAÑAS DE COLOMBIA

Junio de 2013

Nicolás Rodríguez Bautista Timoleón Jiménez

Comandante del ELN Comandante de las FARC-EP

Cumbre de Comandantes: Declaración por la paz
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La paz es la más noble, justa y legítima aspiración de nuestro pueblo. La guerra ha sido una imposición de las clases dominantes para perpetuarse en el poder y para sostener un régimen político elitista, intolerante, injusto, corrupto e incapaz de dar solución a las más sentidas necesidades de la nación.

La violencia ha sido una característica de las clases dominantes en Colombia. Como respuesta a esa agresión ha surgido y se ha desarrollado por más de 50 años la insurgencia armada como una expresión política que levanta las banderas de participación democrática, de inclusión social para los pobres y todos los excluidos, de defensa de la soberanía nacional ante la entrega desmesurada de nuestras riquezas al capital transnacional. Desde esa perspectiva la solución política al conflicto social y armado, que implica el cese de la guerra sucia y la agresión contra el pueblo, es parte de nuestro horizonte estratégico por la paz en Colombia.

Para hacerlo posible se necesita la más amplia unidad, coalición y movilización de todos los sectores populares, pueblos originarios, comunidades afrodescendientes, las clases medias, personalidades democráticas, artistas, iglesias, mujeres, comunidad LGBTI, la juventud en todas sus expresiones, los intelectuales, los académicos y los más diversos matices que integran la izquierda en Colombia, para neutralizar políticamente al militarismo y la extrema derecha que son los que insisten en la guerra sin cuartel.

La paz de Colombia requiere la lucha de mayorías para enfrentar al neoliberalismo, sus tratados de libre comercio, al voraz capital internacional y sus corporaciones transnacionales, para defender lo nuestro, los recursos naturales, los ecosistemas, la biodiversidad, la economía e industria nacionales, los intereses del pueblo y sus trabajadores, y así poder construir un futuro de bienestar y de buen vivir para todos. Esto exige abandonar actitudes dogmáticas y sectarias, estar abiertos a una amplia dinámica de alianzas que conduzca a edificar la Nueva Colombia.

La solución política no puede ser entendida como la simple desmovilización y desarme de las guerrillas, sin cambios estructurales para que todo siga igual, sino como el camino que conduzca a la solución de las causas que generaron la guerra y hacia una democratización plena.

Esta solución política requiere de garantías para que la sociedad participe e instrumentos que viabilicen la transición a una sociedad en paz con justicia social. Una Asamblea Nacional Constituyente sería un mecanismo idóneo por cuando convocaría a nuevos y auténticos consensos construidos con la más amplia y plena participación de la sociedad.

Para que dicha Asamblea Nacional Constituyente cumpla los objetivos de asegurar la paz y la justicia social para los colombianos debe contar con la participación representativa de la insurgencia y la participación democrática de todos los sectores que integran la nación. Que tanto su convocatoria, su composición y su mandato constituyan un verdadero tratado de paz estable y duradera para Colombia.

La nueva realidad de Nuestra América observa expectante los desenlaces positivos hacia la paz de Colombia, por cuanto todos sus pueblos son conscientes que la Paz de Colombia es la Paz del Continente. El ELN y las FARC-EP agradecemos y valoramos el apoyo brindado por la comunidad internacional y países en particular a esos esfuerzos, al tiempo que destacamos especialmente el legado del Comandante Hugo Chávez Frías para hacer realidad este sueño.

Montañas de Colombia, junio de 2013

Nicolás Rodríguez Bautista Timoleón Jiménez

Comandante del ELN Comandante de las FARC-EP

Foto tomada de internet