Acompañantes de Justicia y Paz se ven obligados a abandonar el Curvaradó

Desde el pasado miércoles nuestros defensores y defensoras de derechos humanos Fabio Ariza Pedraza, Faiber Chimonja Coy, Milbia Andrea Díaz y Liceth Rodríguez abandonaron la región ante la ausencia de respuesta integral del Estado a las medidas requeridas para nuestra labor legal y legitima de apoyar a las víctimas de violaciones de derechos humanos, graves infracciones al derecho humanitario, el despojo violento de tierra para agronegocios de palma, de banano, de yuca y la ganadería vacuna y buvalina.


En el día de ayer en el marco de Medidas Cautelares y dada la gravedad de la situación nos reunimos con instituciones del gobierno y el Estado.

Para nuestra organización es claro reiterar que la impunidad en que se encuentra la persecución de la que venimos siendo objeto desde 1996 es un factor estructural que imposibilita nuestra labor.

Los intereses económicos sobre los territorios de comunidades negras e indígenas se implementan a sangre y fuego, con medios fraudulentos, con corrupción desde altos niveles hasta la cooptación de algunos líderes, con montajes judiciales y campañas mediática, con ocupaciones de pobladores sin tierras a quiénes usan.

Ellas, las empresas que han desconocido los derechos de las comunidades, obran con la seguridad que el terror ha ganado la partida a las libertades y a las apuestas de economía rural, la protección ambiental y de la riqueza biológica que desarrollan las comunidades.

Dado que en la ciudad de Bogotá, los niveles de riesgo se mantienen, pero existen formas de autoprotección no violentas, que posibilitan continuar desarrollando algunas de las tareas de apoyo a las comunidades, estaremos esperando la respuesta del gobierno y del Estado, ante la apremiante situación que vivimos y que seguramente se agudizará próximamente, con el conocimiento público de nuevas verdades negadas de la para economía y la para política que comprometen a personas de círculos de poder.

Agradecemos a las comunidades su solidaridad con nosotras y nosotros, así como, a los grupos de DH de EU, de Europa, Japón, y centro y Suramérica y la Comisión Ética de la Verdad.

Bogotá D.C agosto 16 de 2013

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz