A toda costa

A toda costa hay que negociar con la Unión Europea, declara el Presidente a raíz del anuncio que Bogotá y Lima concluyeron un TLC con Bruselas, que se presentará a la cumbre Europa-Latinoamérica, en mayo, en Madrid.

, 9.3.2010

Un TLC que concede condiciones preferentes para el acceso del banano de Colombia y Perú motiva la repentina urgencia presidencial. La victoria del acuerdo bananero alcanzado en diciembre por los países latinoamericanos exportadores, liderados por el Ecuador, resulta pírrica.

El acuerdo bananero redujo el arancel de 176 a 148 euros la tonelada, tan pronto entre en vigencia; luego vendría una desgravación progresiva que se detendría en 114 euros para 2017.

Colombia y Perú comenzarían con un arancel de 144 euros, con desgravación anual de 7 euros, hasta alcanzar 75 euros en 10 años: ventaja de 39 euros. El TLC dispone que si Bruselas concede acceso bananero más generoso a otro país productor, se lo hará extensivo a Colombia y Perú.

Europa es el más importante mercado bananero del Ecuador, y somos su mayor proveedor. Colombia es nuestro competidor directo. Perú tiene poca producción, en la frontera con El Oro, pero podrá aprovechar al máximo su potencial.

Las exportaciones de banano, las mayores después del petróleo y de importancia capital para el agro de Los Ríos, El Oro y Guayas, están amenazadas.

Al peligro de ir siendo desplazado de su principal mercado, se suman las políticas públicas. El plan del Buen Vivir considera que los monocultivos como el banano son económicamente nocivos e improductivos; que el daño al ambiente anula el beneficio y deben desaparecer.

El cultivo de subsistencia y el turismo ecológico se ofrecen como alternativas. Viable para la Amazonía, pero utópico para la Costa.

El Gobierno pretextó la falta de acuerdo bananero para retirarse de las negociaciones con Europa. El desenlace: fue una falacia, el TLC permitía mejores resultados.

El Ecuador se marginó de la negociación porque pretende señalar las reglas y que la Unión Europea y EE.UU., se atengan.

En cuanto a la exhortación de Correa, el canciller Patiño ya declaró que quiere que Lima y Bogotá apoyen al Ecuador para una negociación conjunta de un acuerdo marco.

Los dos principales mercados del mundo están acostumbrados a ser ellos los que ponen las reglas, siendo las de Bruselas prácticamente idénticas a las de Washington: protección a sus inversiones y a la propiedad intelectual. Colombia y Perú aceptaron y se encaminan al libre comercio. Ecuador se opone a ambas, y queda marginado.

La Presidencia de la UE invitó al Ecuador a sumarse al TLC, pero advirtió que no puede aspirar a cambiar ni una jota.

Se busca rectificar. Pero ya es muy tarde.