Constancia y Censura Moral nuevas actuaciones de la Fuerza Pública contra afrodescendientes del Jiguamiandó y Curvaradó y zonas humanitarias

Nuestra Constancia de las torturas, tratos crueles e inhumanos, amenazas de muerte, saqueos, señalamientos, intimidaciones que se han desarrollado dentro del operativo militar de la Brigada XVII que se mantiene desde el 26 de enero hasta el día de hoy en el Territorio Colectivo del Jiguamiandó.


Bogotá, D.C. febrero 15 de 2005

Doctor
EDGARDO MAYA VILLAZON
Procurador General de la Nación

Doctor
VOLMAR PEREZ
Defensor Nacional del Pueblo

Ref: Constancia y Censura Moral nuevas actuaciones de la Fuerza Pública contra afrodescendientes del Jiguamiandó y Curvaradó y zonas humanitarias

Nuestra Constancia de las torturas, tratos crueles e inhumanos, amenazas de muerte, saqueos, señalamientos, intimidaciones que se han desarrollado dentro del operativo militar de la Brigada XVII que se mantiene desde el 26 de enero hasta el día de hoy en el Territorio Colectivo del Jiguamiandó.

A pesar de la presencia de una comisión preventiva interinstitucional que contó con la participación del Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio del Interior – Derechos Humanos, la movilización militar continúa desarrollándose con amenazas de muerte, graves señalamientos a los integrantes del Consejo Comunitario y a las organizaciones nacionales e internacionales que acompañan humanitariamente a los afrodescendientes y mestizos en las Zonas Humanitarias.

Desde el 31 de enero y hasta el día 14 de febrero, se continúan presentado abusos de autoridad y amenazas con señalamientos a los coordinadores de los Consejos Comunitarios quiénes son acusados de ser de la guerrilla de las FARC o con confusas actuaciones que parecen provenir de prácticas de tipo paramilitar. En las operaciones militares han participado reconocidos paramilitares que han asesinado afrodescendientes en el 2001 en incursiones armadas que se produjeron en el Curvaradó.

Simultáneamente, el viernes 11 de febrero, se conoció que desde el segundo semestre del 2004, se inició un proceso judicial que se encuentra en etapa preliminar contra integrantes de los Consejos Comunitarios, la mayoría de los acusados son quiénes han interlocutado con el Estado desde 1.999, y coincide con los nombres de los integrantes de los Consejos Comunitarios, quiénes han sido preguntados a través de interrogatorios incisivos o con torturas proferidas a pobladores del Territorio por militares de la Brigada XVII y también del Batallón Fluvial 20.

Nuestra Constancia Histórica en sus despachos a fin de que desde sus responsabilidades constitucionales se protejan los derechos de los afrodescendientes y mestizos sometidos a una persecución sistemática bajo el pretexto de persecución a la guerrilla de las FARC EP, mientras de modo simultáneo campesinas y campesinos, son sitiados pues su propiedades familiares dentro de tierras colectivas son apropiadas ilegalmente para la siembra de palma aceitera.

* Domingo 30 de enero, tres pobladores de los Consejos Comunitarios habitantes de las Zonas Humanitaria llegaron al caserío de La Grande, provenientes de la Zona Humanitaria de “Nueva Esperanza”.

Hacia las 3:15 p.m. se les acercó un militar de apellido ACEVEDO, quien dijo ser Cabo, expresando: “yo soy el que comando el área, muestren sus documentos? Me extraña la salida de ustedes del Jiguamiandó para acá”. Uno de los jóvenes, BENJAMIN SIERRA, le respondió: “Por qué le extraña?” El militar afirmó: “por qué estando nosotros en la zona con un operativo, ustedes por qué salen?” El integrante del Consejo Comunitario expresó: “salimos porque teníamos necesidad y si es el ejército el que está en la zona no vemos el problema”. El uniformado continuo con el interrogatorio: “a quién vieron ustedes por allá… hay guerrilla?”.

“Nosotros vimos fue al ejército que se identificó como de la Brigada XVII, expresó el integrante del Consejo Comunitario. “Y ustedes saben si allá están unos acompañantes, unos tales misioneros que entraron ayer? Ellos qué es lo que hacen allá adentro?” Luego de responder a la pregunta indicando las labores educativas de nuestra Comisión de Justicia y Paz, el militar expresó: “esos son es de una ONG, esas ONGs son unos narcoterroristas, unos guerrilleros, igual que ustedes” (…) “ustedes tienen el cerebro lavado de esa ONG narcoterrorista… ustedes son unos guerrilleros… para decirles en plata blanca ustedes son unos guerrilleros igual que los de esa ONG que están allá, las tales ONG esas” (…) “yo he trabajado en Cacarica y allá la gente a uno ni lo saluda y ustedes son lo mismo”(…)

Los integrantes del Consejo Comunitario exigieron respeto y le solicitaron al militar las pruebas de las falsas acusaciones, sindicaciones y señalamientos. Entonces el militar expresó: “yo conozco toda esa tierra del Jiguamiandó, por allá conozco a Remacho, a Nueva Esperanza, Pueblo Nuevo y Santa Fe”. Al ser interrumpido por los integrantes del Consejo Comunitario que expresaron: “pero por allá eran los paramilitares los que entraban, andaban en esa zona, nos quemaron las casas y nos asesinaron compañeros y se llevaron a compañeros, tanto así que hasta la fecha nosotros no sabemos de un cuñado de nosotros que hace tres años se lo llevaron y no sabemos dónde está” El militar ACEVEDO expresó: “A ustedes no les creo ni mierda ni a ustedes ni a esas ONGs” (…) “Ustedes ya se acostumbraron a que esas ONGs vayan a reclamar sus derechos y ustedes se conforman con un tanque de agua o una pastilla y el resto ellos se los roban… esas ONGs vienen a hablar en contra del Estado, nunca hablan en contra de los paramilitares o de la guerrilla” (…) “ustedes por qué no trabajan con nosotros como informantes, trabajen con nosotros no hay mucha plata pero algo de dinero les damos”(…)

Los miembros del Consejo Comunitario expresaron: “a nosotros nadie nos da la seguridad. Ni el ejército ni la guerrilla como guerrilla le brindan protección a nadie. Nosotros no entregamos información a ninguna de las partes. Si nosotros le llevamos información a la guerrilla, ustedes nos meten a la cárcel o también nos matan”.

Agregó el militar: “nosotros ya no matamos, eso era antes, ya no, ya cambiamos” (…) “Para qué son esas Zonas Humanitarias?” .

Los habitantes de la Zona Humanitaria expresaron: “se nos hace extraño que usted siendo funcionario público del Estado no sepa” y afirmó el militar: “No, no sé. Nosotros tenemos entendido que esas Zonas Humanitarias es para refugiar guerrilla, es para la guerrilla”. Los integrantes del Consejo Comunitario expresaron: “haga el favor y respete que eso no es para la guerrilla, esas Zonas Humanitarias son para la población civil. Desde el año pasado que hubo el operativo que entraron ustedes, que entraron los paramilitares que luego combatieron con la guerrilla y se metieron todos a donde vivíamos, nosotros decidimos hacer las Zonas Humanitarias y eso lo sabe el Estado Central, ahora no lo van a saber ustedes”.

El militar aseveró: “ustedes tienen el cerebro lavado de la guerrilla de esos narcoterroristas de las ONGs… mientras las ONGs estén allá, el Estado nunca a ustedes les va a prestar ayuda, porque esas ONGs son guerrilleras… pídanle a esas ONGs que destapen el río”.

“Eso no es responsabilidad de ellos sino del Estado y ya le hemos exigido al Estado y no nos cumple, hace siete años que estamos exigiéndole al Estado y no nos cumple, cuando nos hace una visita nos mete un operativo. Cuántas solicitudes no hemos hecho al municipio para destaponar el río y no lo ha destapado”, respondieron los miembros del Consejo Comunitario.

El militar expresó: “nosotros le damos plata a usted para que eduque a los hijos” BENJAMIN SIERRA expresó: “nosotros no necesitamos esa plata, si ustedes son los que nos están maltratando como le vamos a recibir plata a ustedes”

El uniformado ACEVEDO reiteró: “lo que pasa es que ustedes tienen esa mente lavada de la guerrilla… y nosotros vamos a estar haciéndole seguimiento a esa ONG y a ustedes y sepan que un día tienen que caer en mano de nosotros como guerrilleros… yo voy para Nueva Esperanza”. (…) “Mientras estén allá esas ONGs esos gringos allá, nosotros, el Estado no puede estar allá”.

Agregó el integrante del Consejo Comunitario: “es que nosotros no estamos diciendo al Estado que no vaya, antes al contrario que vaya y vea las condiciones en las que nos encontramos, lo que si estamos claros es que no queremos presencia militar, queremos Defensoría, Procuraduría”.

Hacia las 4:15 p.m. dejaron moverse a los miembros del Consejo Comunitario.

* Lunes 31 de enero a las 4:00 a.m. en La Grande, los integrantes del Consejo Comunitario preguntaron a los militares si había algún problema en salir a esa hora, ya que se les había ordenado que nadie se moviera antes de las 6:00 a.m. El Cabo ACEVEDO les dijo que no había problema.

Minutos después, cuando los pobladores estaban listos para salir, se les acercó un hombre vestido de civil quien no se identificó y les expresó que no se podían mover “de pronto se presenta una emergencia de nosotros y los hundimos y es para problemas”.

* Martes 01 de febrero, en horas de la mañana de acuerdo con afrodescendientes que habitan el caserío de La Grande sobre el río Atrato, escucharon un diálogo entre agentes estatales del Batallón Fluvial 20 y algunos pobladores en los que expresaron que estaban realizando un operativo grande en el Jiguamiandó. “Estamos allá, porque allá están los que no quieren el progreso y el desarrollo de las comunidades” (…) “Allá están los que obligan a las comunidades a impedir la siembra de palma. Esa gente es el obstáculo, esos son los guerrilleros, y no hay más que hacer, hay que acabar con esos que frenan el desarrollo”(…) “vamos a desmembrar esa organización en el Jiguamiandó…. A MANUEL y a WILLINTON los estamos dejando es comer carnada, que cojan confianza, porque sabemos que ellos son los que le impiden a la gente ir a trabajar con la empresa y están impidiendo la venta de tierras… vamos a darles por la cabeza… igual a esas ONGs… así la gente ya no tiene quién los manipule ni se oponga”.

Este mismo día, aproximadamente unos 20 pobladores de la Zona Humanitaria de “Bella Flor- Remacho”, que se dirigieron en horas de la mañana hacia Santa Fe de Churima, acompañados por integrantes de nuestra Comisión de Justicia y Paz, observaron varias manchas de sangre por el lugar donde pasó el caballo con el cadáver del conocido como PEDRO MURILLO ROMAÑA, restos de bolsas de comida de raciones de campaña del ejército nacional. En el sitio de la ejecución del habitante del Territorio Colectivo se observó una mancha de sangre, que según los testimonios fue el sitio de ubicación de la cabeza del asesinado, también se observaron guantes de cirugía.

Cinco minutos antes de llegar al caserío de Santafé de Churima se observó al lado derecho del camino a un soldado quien al percatarse que se le estaba observando se tiró a un rastrojo y se escondió.

En horas de la mañana, varias mujeres que estaban lavando a la orilla del río en la Zona Humanitaria de “Nueva Esperanza”, observaron a un soldado a la otra margen del río, quien al percatarse de que lo habían visto, se escondió detrás de una vivienda abandonada.

En la tarde, se observó a cinco minutos antes de llegar a la Zona Humanitaria de “Nueva Esperanza”, en una orilla a la margen izquierda del río subiendo, varias bolsas de comida y raciones de campaña, una cantimplora con la leyenda “Ejército Nacional” y las huellas del caballo, las cuales se internaban por los matorrales que conducen a una trocha en dirección a Belén de Bajirá.

* Jueves 3 de febrero, hacia las 9:00 horas varios pobladores observaron a 10 minutos de la Zona Humanitaria de Pueblo Nuevo, a la margen izquierda del río subiendo, a un grupo de “civiles” en trabajos de rocería escoltados por hombres armados y uniformados con prendas militares.

* Viernes 4 de febrero, un grupo de pobladores de la Zona Humanitaria de “Nueva Esperanza” e integrantes de una comisión interinsitucional gubernamental y de organismos humanitarios nacionales e internacionales escucharon a un civil con radio de comunicación quién se presentó como hijo del propietario de las tierras, y con el propósito de sembrar palma en 1300 hectáreas. El empresario expresó que en la zona se estaba desarrollando un operativo militar

Ya de camino hacia la Zona Humanitaria de “Nueva Esperanza”, 30 minutos después de camino del Campamento de la Empresa, se observó la propiedad de uno de los pobladores e integrante de los Consejo Comunitario ALFONSO IBAÑEZ, ubicada en el sitio conocido como La MENA arrasada en su recursos forestales, y siendo acondicionada para la siembra de palma aceitera. Se estima que desde octubre hasta el día de hoy cerca de 200 hectáreas han sido preparadas para la siembra de palma, entre ellos el 60 % de la propiedad del señor IBAÑEZ. Las tierras hacen parte del Territorio Titulado colectivamente.

* Miércoles 9 de febrero a eso de las 9:00 a.m. un afrodescediente que habita en la Zona Humanitaria de “Pueblo Nuevo” fue detenido por cerca de 5 uniformados de camuflado y con armas largas que se escondían en la margen izquierda del río Jiguamiandó aguas arriba, a menos de 5 minutos del lugar humanitario.

Los vestidos de camuflado se identificaron como integrantes del ejército nacional, preguntaron por la presencia de la guerrilla en las Zonas Humanitarias o sus alrededores. Ante la respuesta del integrante del Consejo Comunitario quién les expresó que allí solo habitan pobladores civiles, los militares manifestaron: “Allá hay es unos milicianos, vamos por ellos. Estén tranquilos, allá vamos a llegar y vamos a sacar esos guerrilleros que se encuentran”.

Minutos después le dieron la orden de seguir.

* Viernes 11 de febrero, a eso de las 9:00 a.m. por el punto conocido como El Lobo cerca de la ubicación de la Zona Humanitaria “Pueblo Nuevo” en las propiedades tituladas a JOSE ANTONIO ROMAÑA, DOMINGO SUAREZ y JUAN SUAREZ se observó el arrasamiento de los recursos forestales primarios, las mejoras y la destrucción de las condiciones de habitat de millares de especies.

En horas de la tarde, de este viernes 11 de febrero, nuestra Comisión de Justicia y Paz tuvo conocimiento de una denuncia penal contra integrantes de los Consejos Comunitarios del Jiguamiandó y Curvaradó, entre ellos se nombra a LIGIA CHAVERRA, FANNY OSTEN, ALEJANDRO MARTINEZ, WILLINTON CUESTA, LUIS FERIAS, JUAN DIAZ, MANUEL DENIS BLANDON y el habitante del Territorio conocido como PEDRO MURILLO, asesinado recientemente por unidades militares del Batallón Voltígeros y presentado en informes militares como guerrillero “dado de baja en combates”.

La denuncia instaurada en el municipio de Río Sucio, que se encuentran en etapa preliminar, se inició entre los meses de junio y julio del 2004. Las falsas acusaciones e imputaciones contra los integrantes de los Consejos Comunitarios que se deducen son por los delitos de rebelión como integrantes de la guerrilla de las FARC EP.

Dentro de los denunciantes en el proceso 987 se conoce que se encuentra DEOFANOR CUESTA, DIANA PATRICIA MOSQUERA, PEDRO MANUEL CORDERO, ADAN QUINTO, y en el mismo ha declarado MANUEL MOYA. En las mismas denuncias se pretende vincular a nuestra Comisión de Justicia y Paz y se acusa a organismos humanitarios internacionales como PBI de acompañar a guerrilleros de las FARC

Algunos de los denunciantes son personas que abiertamente se han opuesto a los procesos de las comunidades retornadas que afirman sus derechos territoriales ante la deforestación mecanizada de empresas madereras privadas y a las empresas palmicultoras. En las denuncias se han utilizado a supuestos reinsertados, o personas que las comunidades conocieron siempre como civiles pero que, aún sin ser combatientes, cedieron ante las promesas económicas del Programa de Reinserción realizadas por los miembros de la Policía de Carmen del Darién y del Urabá.

* Sábado 12 de febrero aproximadamente a las 9:00 a.m. 50 militares cruzaron por el punto conocido como El Guayabal en dirección a Caño Seco y cerca de Santafe de Churima

Dentro del operativo militar desplegado en el Jiguamiandó se ha reconocido a los paramilitares RIGOBERTO MARTINEZ, GUSTAVO MARTINEZ; a ALONSO PEREZ, y a un supuesto reinsertado ROSENDO NISPERUSA URANGO “GALLO o GALLITO”,

* Sábado 29 de enero, hacia las 12:30 horas, en el momento que asesinaban al poblador conocido como PEDRO MURILLO, una mujer con sus hijas se encontraban en su vivienda ubicada a unos 200 metros aproximadamente del sitio donde dispararon los militares. Cuando la mujer y sus hijas escucharon los disparas, estas empezaron a llorar y salieron corriendo, cuando un grupo numeroso de militares apareció corriendo en dirección contraria, saliendo de los matorrales. Los militares tumbaron a una de las niñas mientras corrían y le hacían señas a la mujer que hiciera silencio. Los militares interrogaron a la mujer para donde iba y le dijeron dónde va?” Voy a lavar: “deje de llorar, por qué llora, aquí no ha pasado nada”. Otro de los militares expresó: “usted que hace aquí, por qué no está en esa zona humanitaria, aquí no queremos a nadie estamos en un operativo”. Uno de los hombres vestido de camuflado que estaba encapuchado empezó a llamar a una de las niñas: “Pibe, Pibe”, como es llamada por sus vecinos. Uno de los militares preguntó a la mujer, si conocía al uniformado que estaba con él, como esta no respondió el encapuchado empezó a reír.

A esta habitante del Jiguamiandó los militares le dijeron que les vendiera unas gallinas, a lo que ella se negó, estos entonces le dijeron “pues no las venda” y se llevaron 15 gallinas.

A un joven poblador que se encontraba en la casa, los militares se le acercaron y empezaron a decirle que él tenía cara de guerrillero, que no lo negara y que se reinsertara. La mujer intervino afirmando que el joven era un campesino, que no era ningún guerrillero, los militares entonces les ordenaron irse del lugar: “se me van ya todos de aquí, se me van para el caserío, para esa zona humanitaria”.

Hacia las 18:00 horas aproximadamente, la mujer estaba alistando sus cosas para irse, cuando llegó otro militar y le dijo: “ustedes que hacen acá… se me encierran ya en ese cuarto (indicando una habitación de la casa)”. Inmediatamente un grupo de militares empezó a salir de la finca de LUCHO FERIAS tomando el camino que conduce hacia la Zona Humanitaria de “Nueva Esperanza”.

A ANA FABRA, ese mismo día, quien venía de Santa Fé de Churima hacia la Zona Humanitaria de “Bella Flor”, la detuvieron junto con su hijo de 17 años, y los interrogaron por separado: “Dónde viene. Ustedes no vieron guerrilla por ahí. Nosotros necesitamos que nos colaboren, díganos dónde está la guerrilla”. “Ustedes saben si hay alguna ONG en esas Zonas Humanitarias o hay la presencia de alguna organización allá”. Los pobladores expresaron, “En las zonas humanitarias, están los acompañantes”.

Los campesinos expresaron que estaban buscando unos cocos para hacer el arroz y que ellos no podían decir mentiras porque eso era pecado, que ellos no habían visto nada de guerrilla ni milicianos. “por eso es que pasa lo que pasa, como el suceso de hoy, porque no colaboran, ustedes siempre nos dicen mentiras a nosotros… nosotros somos el ejército nacional… nosotros venimos a proteger al campesino y por no hablar es que pasan las cosas, mire como lo de hoy… usted conoció a “hombre viejo”, él que era, era guerrillero o miliciano?. Él lo que es un campesino, yo lo he visto con su señora, criando sus animales: “es que ahora la guerrilla se viste de civil y trabaja en lo mismo que trabaja un campesino, por eso es que aquí todos son guerrilleros, son a ratos guerrilleros y a ratos campesinos, para engañarlo a uno” (:::). Uno de los militares expresó: “usted no nos puede echar mentiras, aquí traemos gente que la conoce a usted, usted se llama ANA y su hijo se llama JAVIER y a su marido lo mataron… quién lo mató, sería el ejército o la guerrilla o los paramilitares”.

ANA respondió que ese día era muy de madrugada y estaba oscuro y estábamos en otra casa, yo lo que oí fue los tiros y que le gritaban que era guerrillero y lo mataron, y él lo que era es un campesino, y lo que le hicieron no tiene perdón de nadie. Si viene buscando guerrilla que la busquen pero no tienen por qué matar a los campesinos. Ya mi marido va a cumplir cuatro años que lo asesinaron.

Mientras tanto a JAVIER otros militares también lo interrogaron: “Usted conoce este caballo… es de un miliciano… conoce al VIEJO…” yo no se de que viejo me hablan hay tantos viejos. “es que ahora no me acuerdo el nombre de él es que lo llamaban de varias maneras”… “ha visto guerrilla…no nos mienta nosotros sabemos que la guerrilla está en Santa Fe de Churima…” El joven expresó: “bueno si ustedes dicen que la guerrilla está en Santa Fe pues vayan y la buscan, pero yo no he visto nada de guerrilla. Yo a ustedes no les colaboro como no le colaboro a la guerrilla, porque yo soy el perjudicado. Yo a ustedes no les colaboro, entonces qué van a hacer. “Usted no trabaja” que yo no trabajo mire mis manos y compárela con las suyas, las mías están llenas de cayo y las suyas no, usted es el que no trabaja. Si quiere vamos a la casa y les muestro todo el arroz que tengo recogido”.

Hacia las 1:00 p.m. un integrante del Consejo Comunitario quien venía de pescar hacia su vivienda en el sector de Caño Seco, los militares lo detuvieron e interrogaron: “De dónde viene? De pescar ¿Para dónde va? Pa´ mi casa ¿Dónde vive usted? Aca en Caño Seco cerca de la casa de LUIS FERIAS. ¿Usted conoce a “Hombre Viejo”? yo lo distingo ¿Cómo qué lo distingue?”. El campesino expresó: “yo lo distingo como un campesino trabajador, él cosecha maíz, yuca, es un campesino, así lo he distinguido toda la vida. “diga más bien que así lo distinguía porque ya lo matamos, ahí en una casa donde hay un poco de mangos”.

Al poblador lo dejaron continuar su camino y al llegar a pocos metros del sitio donde habían asesinado a PEDRO, otro militar lo detuvo, le realizó las mismas preguntas, lo obligó a quitarse las botas y a sacudirlas. Luego lo obligaron a levantarse la camisa. Al poblador y a otros campesinos que pasaban por el sitio les decían: “por este sector no puede pasar nadie.. todos se van a ir a amanecer allá al caserío, a la zona humanitaria… allá se quedan hasta mañana”.

El campesino le dijo que si tenía desconfianza que fueran dos o tres de los soldados hasta la casa de él para poder sacar el toldillo y una cobija para dormir, ya que no tenía en la Zona Humanitaria. El militar le grito y le dijo: “ya le dije, orden es orden y se me va ya”.

A la vivienda de este campesino, los militares ingresaron, revolcaron todo y hurtaron varias pertenencias un radio transistor, cobijas, mercado, cucharas, las pilas de la linterna.

* Domingo 30 de enero. A primeras horas de la mañana los restos de PEDRO MURILLO fueron levantados del lugar donde fue asesinado por el ejército, lo cubrieron con un plástico negro y lo acomodaron en el caballo de su propiedad. Los militares expresaron: “nos vamos a llevar este guerrillero muerto”.

A las mujeres ISIDORA Y DORELIS, las obligaron a firmar un papel o colocar su huella digital en la que declararon que recibieron buen trato físico y psicológico, que los miembros de las Fuerzas Militares no tomaron ninguna propiedad y que hubo respeto. En el documento dejaron consignados los nombres de los niños.

A estos niños los obligaron a posar para una fotografía en la que se les obligó a mostrar entre sus manos una bolsa de color gris claro donde se leía: “ Consorcio raciones de colombia… raciones de campaña… clima frío No. 2… contrato No. 112CEITE/2004… fecha de fabricación: octubre 2004… fecha de vencimiento: julio 2005… peso neto: 1.141g…) A las mujeres las obligaron a tomar esa misma bolsa para ser fotografiadas pero ellas se negaron a hacerlo.

A las 7:00.a.m. aproximadamente a unos 30 minutos a pie de la Zona humanitaria “Nueva Esperanza”, el integrante del Consejo Comunitario, LUIS SIMON PEREZ, fue detenido por más de 100 militares del Batallón Voltígeros de la Brigada XVII, en el punto conocido como La Pemada, cuando este se dirigía a la Zona Humanitaria “Bella Flor Remacho”. LUIS iba en búsqueda de una partera, pues su esposa estaba a punto de dar a luz. A pesar de la solicitud del campesino para seguir su camino, los miembros de la Brigada XVII se lo impidieron, lo señalaron de guerrillero, le taparon la cara con una bolsa negra, le descubrieron el rostro nuevamente y le colocaron en la boca el cañon del fusil en varias ocasiones, lo golpearon varias veces, lo tiraron por un rastrojo y le dijeron: “lo vamos a matar”.

Un militar inició el interrogatorio ¿Cómo es su nombre? Yo me llamo Luis Simón Pérez. ¿Para dónde va?, voy a buscar una partera porque mi esposa va a dar a luz. A LUIS SIMON, se le acercó un hombre uniformado con prendas militares del Batallón Voltígeros de la Brigada XVII, quien tenía el rostro cubierto con un pasamontaña quién le dijo: “tú eres “PARAPETO”? . El campesino respondió que la comunidad se acostumbró a llamarlo “PARAPETO” ya que tiene la costumbre de hacer casas para gallinas. El uniformado encapuchado dijo entonces: “tú eres un hijueputa guerrillero”. Por radio se escuchaba la siguiente comunicación: “aquí capturamos a Simón alías “el PARAPETO”… qué vamos a hacer con este man?”.

Continuó el interrogatorio: ¿Usted conoce a ALEJANDRO MARTINEZ, dónde está? El campesino respondió que se encontraba en la Zona Humanitaria “Nueva Esperanza”. ¿Cuántos guerrilleros maneja ALEJANDRO MARTINEZ? El poblador expresó: “Yo no lo he visto manejando gente el es un campesino como los demás, incluso ahora hace parte de la junta del Consejo Comunitario. Uno de los uniformados agregó: “No, ese hijueputa es un guerrillero y también venimos por él… usted conoce a “Hombre Viejo” (refiriéndose al conocido como PEDRO MURILLO,). Un guerrillero cierto?.

El poblador expresó: “yo no lo conozco como guerrillero sino como un campesino trabajador.” ¿Y dónde está?, pregunto un militar, “por allá en su finca trabajando cerca de Santa Fe de Churima. y continúo diciendo: “usted lo que es, es también un hijueputa guerrillero y toda la gente que vive por aquí también y entre ustedes se tapan, lo que son es unos malparidos”. Inmediatamente, uno de los militares apuntó su arma contra LUIS SIMON y le dijo: “voy es a matarte”, ahora “te llevó el putas con nosotros, tú eres alías el Parapeto”. SIMON, enseñó sus manos y nuevamente afirmó que era un campesino que está trabajando en su finca, mientras lo mantenían apuntado con armas largas y sin poder levantar el rostro.

¿Y WILLIGTON dónde está? Allá en su pueblo, respondió el poblador. ¿Y dónde es el pueblo de WILLIGTON? Allá en la Zona Humanitaria de “Pueblo Nuevo”. ¿Cuánta gente maneja? Yo no lo veo manejando gente, yo lo veo es que a nombre de la comunidad a veces va a Bogotá en delegaciones. Incluso hace unos días lo ví en “Bella Flor- Remacho” Y los militares expresaron: ¿Y usted distingue a “hombre Viejo”?. Ya le dije que sí, respondió el poblador. ¿Y usted no tiene caballo? – “No yo cargo mis cosas es en el hombro. “pues así como traemos a “hombre viejo” así lo vamos a llevar a usted, agache la cabeza”. Y mientras lo obligaban a mirar al piso, los militares acercaron el caballo donde traían el cadáver de PEDRO MURILLO y le dijeron: “levante la cabeza, mírelo, mírelo, así lo vamos a llevar a usted por hijueputa, usted con “Hombre viejo” comía en el mismo plato y rompían la botella de aguardiente en la misma mesa”. SIMON expresó: “yo si conozco a “hombre viejo” pero yo no lo conozco como guerrillero, yo lo conozco como un campesino del Jiguamiandó”.

Un militar se dirigió a LUIS SIMÖN con intención de golpearlo, pero resbaló y cayó. Inmediatamente, los militares mandaron llamar a ROSENDO NISPERUSA URANGO conocido como “El Gallo” o “Gallito”, quién vestía prendas militares del Batallón Voltígeros y hacia aproximadamente un año se había ido de la región hacia Murindó, donde al parecer se entregó al ejército haciéndose pasar por miliciano. “Gallito” se dirigió a LUIS SIMON diciendo: “Te estás negando que no eres guerrillero, te estás negando que no eres guerrillero, malparido, tú eres guerrillero”. SIMON expresó: “Gallito” cuándo me has visto camuflado y armado por ahí, usted lo que me ha visto es trabajando como campesino que soy… así es que me vienes a pagar la comida que te di cuando llegabas muerto de hambre, tu que eres un flojo… tu si debías ser miliciano. Dice “Gallito”: “¿Y Alejandro y dónde está Alejandro? El poblador expresó: “y tú por qué preguntas por ALEJANDRO.? _ Por qué ese es otro hijueputa guerrillero”. – “Gallito dejate de esas cosas, tú le tienes rabia a ALEJANDRO es porque él vive con la mujer que era tuya, él es un campesino e incluso hace parte del Consejo Menor y del Consejo Mayor, él está ahí en “Nueva Esperanza”. Dijo nuevamente “Gallito”: “para ya es que vamos a buscarlo” (… ) “y a Willinton? ahí en “Pueblo Nuevo”.

Mientras mantenían retenido a LUIS SIMON, con interrogatorios, señalamientos, amenazas, un grupo de militares se dirigió a su casa donde se encontraba su mujer en trabajo de parto. Los militares entraron a la casa y le enseñaban a la mujer el machete de LUIS SIMON, insinuando que su marido había sido asesinado. Registraron toda la casa, tiraban las cosas al piso y le gritaban a la mujer que se callara la boca, que dejara de gritar. En la casa encontraron una foto, la cual se la llevaron a LUIS SIMON.

Los militares le enseñaron la fotografía a LUIS SIMON y le dijeron: “Díganos quién es esta guerrillera, o ahora lo vas a negar”. LUIS SIMON viendo la foto les dijo: ella no es ninguna guerrillera, ella es una acompañante internaciona. Lo interrumpieron afirmando: “que acompañante ni que hijueputa, todos esos son es unos hijueputas malparidos”. LUIS SIMON prosigue diciendo: “ella es una acompañante extranjera, se llama TANIA y es de Canadá y los militares respondieron . “que Canadá ni que hijueputa”. La foto es de TANIA HALLE, integrante del PASC quién hasta hace pocas semanas acompañó en las Zonas Humanitarias.

Los militares llevaron a LUIS SIMON hacia una palma de coco donde lo obligaron a arrodillarse. Con su propia gorra le taparon el rostro y le colocaron dos cañones de fusil en la espalda y uno más en la cabeza con el que lo obligaron a posar la cabeza al piso, mientras otro decía: “ve a buscar la pala que a este hijueputa guerrillero lo vamos a enterrar aquí”. LUIS SIMON rogó por su vida: “ a mi no me duele que me vayan a matar, a mi me duele son mis hijitos y mi mujer que está pariendo… además, a nosotros nos cobijan las medidas provisionales y los derechos humanos. Y los militares expresaron: “ahí si te acuerdas de eso, gran hijueputa, a nosotros eso no nos vale (…) “Sabe que, a usted no lo vamos a matar aquí, lo vamos a llevar al río y le amarramos dos piedras en el cuello y lo tiramos al río para que las sardinas engorden con usted”.

Los militares obligaron a ponerse en pie a LUIS SIMON y le dijeron: “oiga, para dónde era que usted iba?” a buscar a una señora en “Bella Flor” para que ayudara a asistir el parto de mi mujer. “Bueno ahora si se puede ir, pero antes escuche. Usted por qué no se va, váyase para Bajirá”. SIMON respondió: “Yo cómo me voy a ir para Bajirá si yo tengo familia y aquí tengo dónde trabajar y darles que comer, allá voy a pasar trabajo, yo no tengo plata para ir para allá. “se va por aquí – señalando el camino que conduce hacia Caño Claro, donde inicia la carretera de los cultivos de palma aceitera, que conduce hacia Brisas- (…) Luego los militares amenazaron a SIMON: “mire, ponga cuidado, le damos plazo de un mes para que se vaya de la zona, porque si de aquí a un mes no se va, van a venir los otros y ellos si le pueden matar a la mujer y le matan los hijos”.

Antes de dejar ir a LUIS SIMON, los militares lo obligaron a firmar una hoja de cuaderno donde había algo escrito que el no pudo leer, así mismo, le revisaron la billetera y anotaron varios números telefónicos de familiares que tenía allí anotados. Y le advirtieron: “esto no lo vaya a decir, a nadie le diga esto

Los militares expresaron: “usted es igual a todos esos guerrilleros, lo vamos a matar”. Antes de dejar ir a LUIS SIMON, los militares lo obligaron a firmar una hoja de cuaderno donde había algo escrito que el no pudo leer, así mismo, le revisaron la billetera y anotaron varios números telefónicos de familiares que tenía allí anotados. Y le advirtieron: “esto no lo vaya a decir, a nadie le diga esto

Los militares expresaron: “usted es igual a todos esos guerrilleros, lo vamos a matar”. Mientras maltrataron a LUIS reiteradamente lo acusaron de ser guerrillero, preguntaron por WILLINTON, miembro del Consejo Comunitario, afirmaron que era guerrillero, que debía decir cuantos guerrilleros estaban bajo su mando. Los militares insistieron en que todos los que habitan por allí son guerrilleros.

Cinco horas y media después de los tratos crueles, lo dejaron en libertad.


* Lunes 14 de febrero
, a las 10: 20 a.m. ingresaron a la Zona Humanitaria de “Pueblo Nuevo” de la Cuenca del Jiguamiandó, 2 hombres armados con fusiles AK y uniforme camuflado sin distintivos, se presentaron como los comandantes “SIERRA” y “BAJIRA”, quiénes ingresaron al lugar aprovechando la puerta abierta. Mientras los dos armados ingresaban, otro numeroso grupo de uniformados se mantenía del otro lado del río.

Los armados obligaron a los a los afrodescendientes que se encontraban en el lugar a que se reunieran cerca al bailadero, a un menor que tardó en aceptar la orden le manifestaron: “si no se mueve, lo pateamos y lo amarramos”. A los jóvenes que tenían el pelo largo, mientras los presionaban a concentrarse en el lugar, les gritaron: “son maricas o qué, por que tienen ese pelo largo”.

Cuando llegaron al sitio de reunión dijeron a los jóvenes que se debían cortar el pelo, preguntaron por la presencia de la guerrilla, de la existencia de milicianos. Agregaron, que no les iba a pasar nada, que siguieran trabajando, y se acostumbrarán e a verlos, “nosotros vamos a seguir viniendo, si vemos alguna relación con la guerrilla, ya saben lo que les pasa. Ah, si hay algún enfermo ellos les pueden dar medicamentos.

Uno de los dos armados se aproximó a uno de los misioneros acompañantes en la parte educativa, integrante de nuestra Comisión de Justicia y Paz, preguntando por su presencia en la Zona Humanitaria, lo insultaron “usted es marica”, a pesar de la exigencia de retirarse del lugar, los armados allí se mantuvieron. Posteriormente, se acercó al joven afrodescendiente del Consejo Comunitario de 17 años JADER BORJA, le solicitaron el número de cédula, preguntaron por los lugares de trabajo y su lugar de nacimiento. Luego de hacer el registro, se dirigió nuevamente al integrante de Justicia y Paz, quién le solicitó a los armados su identificación estos respondieron: “somos soldados del Ejército”, al solicitarles su nombre y rango, omitieron la respuesta y se alejaron del lugar.

Enseguida uno de los armados expresó, “este es muy sospechoso” y volvió a interrogar al integrante de Justicia y Paz “¿Por qué está aquí?” “¿Quién es usted?” “¿Es gringo?”. El otro armado increpa de nuevo a los miembros de la comunidad reunidos: “si nos ven no se asusten que vamos a estar por aquí, ya saben lo que les pasa si se relacionan con la guerrilla”.

Cuando una de las mujeres afrodescendientes le expresó que se retiraran, que su presencia los llenaba de temor, pues desde el 2001 les han asesinado a personas, incluso embarazdas y asesinadas a piedra, uno de los militares expresó: “eso no volverá a pasar”

A las 10:50 a.m. se retiraron de la Zona Humanitaria y se unieron al otro grupo de militares que se encontraba aguas arriba del lado izquierdo.

Los que se presentaron como mandos de este grupo de militares, el apodado “SIERRA” ha sido un reconocido trabajador de fincas en Chigorodó y el apodado “BAJIRA” ha sido visto con unidades militares de la Brigada XVII en el poblado de Brisas, el 27 de enero pasado.

Nuestra Censura Moral ante los mecanismos, las técnicas y actuaciones de las Fuerzas Militares en las que se han quebrantado los núcleos sagrados de la dignidad humana, las prácticas de control y de represión que evidencian una aversión a los procesos comunitarios pacíficos que adelantan los afrodescendientes en defensa de la Vida y del Territorio avasallado por el proyecto agroindustrial de palma aceitera.

Allí acogidos en la cuenca del Jiguamiandó, ellas y ellos afirman sus derechos a la vida y al Territorio sin la violencia, solo con su palabra, su organización de desobediencia civil a prácticas de seguridad de terror y prácticas de producción agroindustrial destructoras de la vida humana y natural.

Nuestra Censura Moral ante las condiciones de bloqueo y control de los habitantes de las Zonas Humanitarias sitiados por las operaciones militares plagadas de horror y de terror. Sitiados por la siembra de palma aceitera que avanza inmisericordemente sobre hermosas tierras en las que antes recorrían aguas y se posaban millares de especies vivas, que hoy ya no existen. Sitiados por el hambre pero sobreviven. Sitiados por una falsa desmovilización paramilitar, en la que sus victimarios aparecen como efectivos regulares.

Nuestra Censura Moral ante falsos procesos judiciales, sin condiciones mínimas para su defensa, porque sus acusadores se encubren en el ropaje del principio de la verdad para mentir, en el ropaje de la legalidad para destruir el Derecho ahora convertido en mercancía dentro de la política de seguridad.

Ante su despacho nuestra Constancia Histórica y Censura Moral solicitamos una actuación urgente a fin de evitar nuevos daños irreparables a la vida e integridad personal y a la protección de los territorios colectivos de los afrodescendientes, solicitando actuaciones administrativas al ejecutivo tendientes a exigir a los miembros de la Brigada XVII abstenerse de seguir cometiendo tratos crueles y degradantes, amenazas de muerte y señalamientos, saqueos de bienes, romper sus vínculos con las estructuras criminales de tipo paramilitar, enfrentar a estas en Belén de Bajirá, Pavarandó, Mutatá, Barranquillita, Río Sucio. Exigir a los integrantes de la Brigada XVII que se encuentran en la zona el estricto respeto a los Derechos Humanos y el Derecho Internacional y a las medidas provisionales resueltas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Les solicitamos actuar inmediatamente en protección de los derechos territoriales de las comunidades afrodescendientes interviniendo a través de sus responsabilidades institucionales ante las entidades competentes en el Ministerio del Interior – Minorías Etnicas- y al INCODER para el cese de la siembra ilegal de palma aceitera dentro del Territorio Colectivo del Curvaradó y Jiguamiandó y las propiedad familiares tituladas; investigar diligentemente a los funcionarios gubernamentales y estatales que por acción y por omisión están posibilitando o permitiendo el arrasamiento del Territorio Colectivo y la siembra de Palma Aceitera dentro del Territorio Colectivo.

Requerir al Fiscal General de la Nación, LUIS CAMILO OSORIO a fin de trasladar todos los procesos penales que se han abierto contra los afrodescendientes y mestizos del Jiguamiandó a la ciudad de Bogotá, y se realice la investigación en el irrestricto respeto a los principios del debido proceso, la independencia y la celeridad.

De toda consideración,

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz