Abusos militares e interacción con paramilitares

Nuestra Constancia Histórica y Censura Ética frente a las operaciones militares con abusos de autoridad, operaciones psicológicas de presión y operaciones paramilitares en el bajo Camilia. Actuaciones todas que desconocen la realidad, montan pretextos para abusar de su autoridad y acusar sin fundamento a lideresas que exigen respeto a la vida, a las libertades y al territorio bajo Calima.


Bogotá, D.C. Mayo 26 de 2011

JUAN MANUEL SANTOS

Presidente de Colombia

ANGELINO GARZÓN

Vicepresidencia de Colombia

GERMÁN VARGAS LLERAS

Ministerio del Interior

ANGELA MARÍA HOLGUÍN

Ministra de Relaciones Exteriores

JUAN CAMILO RESTREPO

Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural

VIVIAN MORALES

Fiscal General de la Nación

ALEJANDRO ORDÓÑEZ

Procurador General de la Nación

VOLMAR PÉREZ

Defensor Nacional del Pueblo

En la escala del amor, la mujer está unos peldaños por encima del hombre. El día en que el amor domine sobre la violencia, la mujer será la reina del mundo“.Flora Tristán

Han sido múltiples los abusos de autoridad de militares contra las lideresas que forman parte de la asociación de jóvenes afrodescendientes de bajo Calima, JUBCA.

Ante ustedes nuestra Constancia ante los siguientes graves fundamentos fácticos.

* Lunes 9 de mayo, hacia las 9:00 a.m. de acuerdo con habitantes de la región llegaron integrantes de las estructuras paramilitares que operan entre el bajo Calima y el San Juan, ingresaron al lugar donde habitan las 27 familias Nonam, desplazadas en Buenaventura.

Los paramilitares con armas cortas y largas, algunos con vestidos de camuflado, se acercaron al lugar del Resguardo, donde horas antes estuvieron presentes observadores nacionales e internacionales que participaron de la Misión de Verificación al Resguardo Indígena de Santa Rosa de Guayacán.

Los “civiles” armados de la estrategia militar encubierta observaron la valla que en desarrollo de la verificación instalaron la comunidad indígena que identifica el Resguardo, y la definición de un espacio humanitario y biodiverso para la protección de la vida y del territorio para su regreso al territorio abandonado por operaciones paramilitares desde agosto pasado.

*Jueves 19 de mayo hacia las 9:30 a.m. pirañas con militares de la brigada fluvial de Infanteria de Marina Nro 2 pararon en el caserío El Guadual, sobre el río Calima, en límites con el San Juan.

En el caserío se encontraban varios afrodescendientes. Un grupo de los militares llegaron al lugar de habitación de la joven lideresa EMILSEN MANYOMA, perteneciente al JUBCA

Los militares señalaron a la joven de ser la esposa de un llamado “José”. Los militares afirman que la van a detener a ella para que “José” de la cara. La lideresa les expresa que no conoce a ningún “José”,

Mientras ella les clarifica, les exige el cese de sus falsas acusaciones, uno de los militares le echan agua de una jarra de agua para que se calle. “Usted va a hablar o hablar”. EMLISEN y otra lideresa de JUBCA exigieron respeto a los militares, el cese de sus abusos y de sus falsas acusaciones. Los militares les manifestaron, que iban a llamar al DAS para que la investiguen y la judicialicen.

EMILSEN nuevamente exigió respeto a su buen nombre y honra, el de su familia y se resguardo en su casa hasta el siguiente día.

Entre tanto, integrantes de la comunidad afrodescendiente respaldaron a EMILSE, exigieron respeto a su comunidad pues ninguno está involucrado en actuaciones ilegales, y ella ha sido una gran lideresa con su familia estable y honrada

Horas después, como a las 11:00 a.m. otros afrodescendientes del caserío, manifestaron que a esa hora una de las embarcaciones se hizo a la orilla del río Calima donde se encuentra el resguardo indígena Nonam. Allí los militares se detuvieron a mirar la valla de identificación del lugar recientemente instalada.

De acuerdo con los relatos recibidos en la sede de nuestra Comisión de Justicia y Paz en Bogotá, al lugar en donde se encontraba la otra piraña llegó una de las lanchas de fibra de los paramilitares. Los pobladores observaron que un soldado pasó a la lancha de los paramilitares de la que sustrajeron una bolsa y la trasladaron a la piraña. Minutos después, las tres embarcaciones se dirigieron rumbo a Bocas de Calima.

Nuevamente en sus despachos nuestra Censura Ética ante los abusos de autoridad, reiterados, repetitivos de efectivos de las fuerzas militares contra mujeres, jóvenes, lideresas de JUBCA que en el conflictiva región del Calima, operan bajos los marcos de la Doctrina de la Seguridad Nacional, que concibe a los civiles, que percibe a quienes ejercen el derecho a la verdad, como “subversivos” e insurgentes, y desde allí pretenden legitimar sus abusos, sus intimidaciones y sus montajes.

Nuestra Censura Ética ante la evidente tolerancia de la estructuras regulares de las fuerzas militares con las estructuras paramilitares, relación que sin ningún reato y ningún tipo de vergüenza sostienen abiertamente en medio de la población civil, signo de las consecuencias de su terror y de la seguridad de que nunca serán investigados, sancionados y perseguidos, pues obran sobre seguro basados en el terror inoculado en la población y la impunidad de sus actos delictivos.

En conformidad con el artículo 23 de la Constitución Nacional, solicitamos respetuosamente,

1. Se nos indique cuántos efectivos y de qué fuerzas se encuentran desplegados en el Calima para cumplir los deberes constitucionales sobre la vida, honra e integridad de los afrodescendientes y mestizos en bajo Calima?

2. Se precise cuáles actuaciones y con qué resultados se han desarrollado en el bajo Calima desde agosto de 2010 hasta hoy por parte del gobierno colombiano tendientes a enfrentar las relaciones militares y paramilitares y el desmonte del paramilitarismo en la región, que es denominado Bacrim?

3. Se nos indique que medidas se han adoptado de tipo material y administrativo frente a las solicitudes de medidas preventivas y de protección de las integrantes de JUBCA?

Con profunda preocupación,

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz