Violaciones de Derechos Humanos e infracciones al Derecho Humanitario Ariari-Meta

Dejamos en un su despacho nuestra Constancia y Censura Moral frente a las graves, y sistemáticas violaciones de derechos humanos que continúan perpetrándose en el municipio de El Castillo por estructuras criminales encubiertas que cuentan por omisión, por acción y por complicidad con el respaldo de agentes institucionales vinculados con el Batallón 21 Vargas.


Bogotá, D.C mayo 25 de 2004

Doctor
EDGARDOMAYA VILLAZON
Procurador General de la Nación

Doctor
VOLMAR PEREZ
Defensor Nacional del Pueblo
Ciudad

Referencia: Violaciones de Derechos Humanos e infracciones al Derecho Humanitario Ariari-Meta

Reciba un respetuoso saludo.

Dejamos en un su despacho nuestra Constancia y Censura Moral frente a las graves, y sistemáticas violaciones de derechos humanos que continúan perpetrándose en el municipio de El Castillo por estructuras criminales encubiertas que cuentan por omisión, por acción y por complicidad con el respaldo de agentes institucionales vinculados con el Batallón 21 Vargas.

A pesar de nuestros llamados apremiantes para que se asuman las responsabilidades institucionales a fin de preservar la vida e integridad personal de los pobladores del Ariari, los atentados criminales, asesinatos, desapariciones forzosas continúan perpetrándose con absoluta tranquilidad, en medio de una fuerte presencia de la fuerza pública en los cascos urbanos, en las carreteras.

No existe un cabal cumplimiento de la responsabilidades institucionales en materia de prevención, de protección, de investigación de modo que los daños irreparables, reiteramos, cometidos por omisión y por acción con la responsabilidad estatal, sean evitados, sean sancionados y sus víctimas o sus familias sean reparados integralmente. De facto, se niega el Derecho a la Verdad, a la Justicia y la Reparación Integral

La presencia de la guerrilla de las FARC EP en las partes medias y altas ha servido de pretexto -injustificable- de señalamientos a los pobladores que se ven sometidos luego a las amenazas de muerte, a la posesión de sus tierras o sus habitaciones por parte de sus victimarios, a las torturas, a las desapariciones, a los asesinatos. Sus acciones ofensivas han generado zozobra en la población a pesar que estas se han pretendido realizar contra blancos militares legítimos como los paramilitares. Paradójicamente, como una expresión de unidad de acción y de articulación decenas de testigos han dejado testimonio ante nuestra Comisión Justicia y Paz, que en desarrollo de las ofensivas guerrilleras, las respuestas militares han combinado acciones militares de las Fuerzas Militares aéreas y terrestres, y en muchos casos, se ha usado a la población civil en el transporte.

En sus manos el conocimiento de nuevos atentados a la vida, a la integridad personal signo de la erosión de los principios del Estado de Derecho, el paso de la civilidad a la barbarie en medio de “ceses de fuego y de hostilidades”, y de presencias institucionales dentro de la política de “seguridad democrática” que vienen dejando graves daños, muchos de ellos irreparables sobre pobladores del Ariari


* Viernes 13 de febrero
a primera hora de la mañana “civiles” armados de la estrategia armada encubierta regaron por el caserío de “Puerto Esperanza” hojas de cuaderno cuadriculadas, escritas a mano en la que ordenaron a las 9 familias habitantes abandonar sus casas. En la nota los armados, usaron el nombre de la guerrilla de las FARC, como herramienta de amenaza afirmando imperativamente: “Las FARC les solicita a los habitantes abandonar el casco urbano de Puerto Esperanza, quien no lo haga será declarado objetivo militar”

Hacia las 8:00 horas, los 70 campesinos, la mayoría de ellos menores de edad, empezaron a abandonar sus casas en los carros de servicio público. Los paramilitares mientras tanto observaron a los pobladores.

Desde las 9:00 horas hasta las 11:00 horas a menos de 15 minutos caminando los paramilitares se ubicaron en un filo de la montaña, lugar desde el que se hicieron visibles .

A las 16:00 horas llegaron unidades militares del ejército nacional a “Puerto Esperanza”, a los pocos pobladores que estaban empacando sus pertenencias los interrogaron: “Quién es la persona que ha organizado el desplazamiento ? Eso era una falsa alarma. Nosotros no hemos visto nada. Por qué se fueron?”

Entre tanto los paramilitares continuaban a la distancia observando.

En el casco urbano de Medellín del Ariari, durante todo el día, en la medida en que llegaban las familias, los paramilitares vestidos de civil y con armas cortas, algunos con largas, fueron ubicando las familias en las casas que se encuentran abandonadas. A los desplazados les ofrecieron “apoyo humanitario”

Hasta las 17:30 horas, cerca de 30 niños se encontraban acogidos por la iglesia católica del corregimiento de Medellín del Ariari .

Las 9 familias se desplazaron hacia Medellín del Ariari, El Castillo y Villavicencio

° Lunes 22 de marzo en horas en la madrugada soldados del Batallón 21 Vargas se acamparon enfrente de las casas de la calle principal de Medellín del Ariari, en los alrededores y la puerta de enfrente de la escuela “Jorge Eliécer Gaitán”, allí permanecieron hasta las 10:30 horas, cuando los niños y niñas, se encontraban en sus actividades escolares desde las 7:00 horas

En el casco urbano de El Castillo, unidades militares detuvieron un vehículo de un poblador a quién obligaron a transportar equipos de intendencia y unidades militares hasta la escuela donde se encontraban los demás militares. Luego de unos minutos los efectivos regulares se retiraron del lugar.

Los “civiles” armados de la estrategia paramilitar permanecieron en el casco urbano y a la vista de las autoridades militares sin que se hubiera presentado reacción alguna.

° Viernes 26 de marzo, hacia las 7:00 horas, guerrilleros de las FARC EP atacaron los campamentos de los “civiles” armados de la estrategia paramilitar, ubicados los caseríos de La Cima, La Esperanza, El Retiro y La Floresta, pertenecientes al corregimiento de Puerto Esperanza, municipio de El Castillo.

Inicialmente se presentaron contactos armados en respuesta con los guerrilleros de las FARC EP. Posteriormente, a las confrontaciones se unieron ataques aéreos con seis helicópteros, los cuales ametrallaron indiscriminadamente varias viviendas, donde aún habitaban algunos pobladores y en los filos en donde se encontraba la guerrilla.

° Sábado 27 de marzo
, durante el día continuaron los combates por tierra en los caseríos de Caño Embarrado y La Floresta, perteneciente al corregimiento Puerto Esperanza y cercanías de La Macarena, pertenecientes al corregimiento de Medellín del Ariari, municipio de El Castillo.

Debido a los enfrentamientos de La Floresta, 12 familias se desplazaron forzadamente, una de ellas al iniciarse los enfrentamientos hacia el casco urbano de Medellín del Ariari, mientras que las demás se dispersaron en los alrededores; dos familias de la Vereda Caño Embarrado, también se vieron obligadas a desplazarse.

° Domingo 28 de marzo, hacia las 10:00 horas, en la entrada al casco urbano del municipio El Castillo, “civiles” armados de la estrategia armada encubierta de tipo paramilitar, retuvieron a JOSE YIMIR PAEZ a quien amarraron en el lugar conocido como Puente Uruimes, lo amenazaron de muerte y lo maltrataron verbal y psicológicamente .

JOSE YIMIR estaba acompañado de su madre, ella, al ver lo que sucedía, se dirigió al casco urbano en busca de personas que lo conocieran y desmintieran los señalamientos de ser miembro de la guerrilla de las FARC EP.

Hacia las 21:00 horas llegó hasta el lugar, una camioneta marca Toyota, tipo estacas, a la cual lo subieron forzosamente, diciéndole a su mamá “en ocho días se lo entregamos”.

En horas de la noche, a la zona de combates del día anterior, ingresaron unos 10 camiones con unidades militares de la Brigada VII, al lado de los lugares de presencia de “civiles” armados de la estrategia paramilitar.

Una vez terminados los enfrentamientos, en horas de la madrugada, del lunes 29 de marzo, los camiones con el personal volvieron a salir.

° Miércoles 31 de marzo, el cadáver de JOSE YIMIR PAEZ fue hallado en las riberas del río Ariari, en el lugar llamado La Playa, cerca del casco urbano del municipio de Granada.

El cuerpo sin vida de JOSE YIMIR permaneció en el sitio donde lo dejaron, sin que se practicara por parte de las autoridades el levantamiento respectivo.

° Martes 13 de abril, hacia las 6:00 horas, se montó un retén por parte de dos hombres armados en la vereda Malabar, al parecer guerrilleros de las FARC EP. Allí detuvieron los ocupantes de un vehículo.

° Miércoles 14 de abril, desde las 6:15 horas y hasta las 8:00 horas, aproximadamente, guerrilleros de las FARC EP realizaron un retén a las afueras de Medellín del Ariari, en el lugar llamado “el Botadero”. En el lugar, los guerrilleros dejaron un comunicado donde denunciaron, según ellos, las personas que financian y / o son informantes de los paramilitares de los municipios de Granada, Lejanía, el Dorado, San Martín y El Castillo.

Simultáneamente, entre las 8:00 horas y las 10:00 en cercanía de la vereda de Caño Claro se presentaron contactos armados entre guerrilleros del las FARC EP que atacaron a los “civiles” armados de la estrategia armada encubierta de tipo paramilitar.

° Jueves 15 de abril, hacia las 13:30 horas se presentaron enfrentamientos entre la guerrilla de las FARC EP y el ejército en inmediaciones del casco urbano de El Castillo, en el colegio “Ovidio Decroly”.

De acuerdo con los testigos, en el contacto armado participaron como apoyo “civiles” armados de la estrategia armada encubierta de tipo paramilitar, l Castillo. El avión fantasma de la Fuerza Aérea Colombiana ametralló el entorno, afectado varias casas de pobladores de la periferia del casco urbano del Castillo, en cercanías al río La Cal, hacia donde supuestamente se habían dirigido los guerrilleros.

° Viernes 16 de abril, hacia las 13:00 horas fue asesinado en su vivienda por paramilitares el campesino de nombre TEODORO habitante del caserío Caño Claro. La víctima fue encontrada con un disparo detrás en el odio izquierdo en el sitio conocido como El Barranco en el río La Cal.

° Sábado 17 de Abril, hacia las 18:00 horas, “civiles” armados de la estrategia armada encubierta de tipo paramilitar, unos vestidos de civil y otros con prendas de uso privativo de las fuerzas militares, patrullaron los alrededores y las calles del casco urbano de Medellín del Ariari, durante toda la noche, mientras que tropas de el Ejército se encontraba ubicadas a menos de siete minutos en la vía que conduce de Medellín del Ariari a El Castillo, en el caserío conocido como Malabar, ocupando varias casas donde viven campesinos de la vereda.


° Martes 20 de Abril
, “civiles” armados de la estrategia armada encubierta de tipo paramilitar desaparecieron al campesino VICENTE SILVA poblador de Medellín del Ariari, cuando se encontraba trabajando en su finca a las afueras del casco urbano, al lado del cementerio.

Familiares de VICENTE al no explicarse el motivo de su tardanza fueron a buscarlo a la finca de trabajo. Al llegar al sitio en horas de la tarde se encontraron con dos paramilitares a los que le preguntaron por el paradero de VICENTE, ellos les dijeron que no sabían nada. Sin embargo, entre el cultivo de maíz escucharon gritos de quejidos de una persona.

° Miércoles 20 de abril desde tempranas horas de la mañana la familia de VICENTE continúo la búsqueda sin hallarlo. En la tarde se dirigieron hasta el paradero de carros que viajan a El Castillo en donde se encuentran los paramilitares al mando de un alias conocido como “ZAPATA”. El paramilitar respondió: “Yo no se nada, no puedo darles información de este señor, sigan buscando haber si lo encuentran”.

° Jueves 22 de Abril hacia las 7:00 horas, una hija de VICENTE fue de nuevo donde los paramilitares para preguntarle por el paradero de su padre, pero estos se negaron a darle razón alguna. Horas después un grupo de personas continuo la búsqueda y hallaron en las riberas del río Cumaral, el cuerpo sin vida de VICENTE, al parecer recién asesinado con dos impactos de bala en la cabeza.


° Viernes 30 de Abril
, hacia las 19:00 horas, cinco “civiles” armados y uniformados pertenecientes a la estrategia armada encubierta de tipo paramilitar, llegaron hasta la casa de los esposos ISIDRO y NATIVIDAD GUTIERREZ, ubicada en la vereda Caño Claro, Municipio El Castillo.

Los paramilitares entraron por la fuerza a la vivienda y amarraron a la pareja, los sacaron de su casa y los obligaron a dirigirse hacia el camino real, allí los golpearon, los ultrajaron, y le propinaron dos disparos a cada uno en la cabeza.

Los cuerpos sin vida fueron hallados el sábado 1 de Mayo con signos visibles de torturas en sus cuerpos.

El levantamiento de los cadáveres se realizó en la tarde y sus cuerpos sin vida llevados al casco urbano de El Castillo donde le realizaron la necroscopia. Debido a la presión paramilitar en el casco urbano de El Castillo, los cuerpos fueron enterrados en Villavicencio a pesar de la presencia policial y militar.

Debido a la serie de asesinatos selectivos de los campesinos de la vereda Caño Claro estos se desplazaron hacia Medellín del Ariari y otros a Villavicencio

° Sábado 1 de mayo, los “civiles armados de la estrategia paramilitar llegaron a la casa del asesinado TEODORO, la saquearon y luego quemaron todas sus pertenencias.

° Sábado 6 de mayo a las 10:00 horas, dos camionetas en las que se transportaron varios “civiles” armados de la estrategia paramilitar, llegaron hasta el Caserío de Puerto Esperanza, -del que su habitantes fueron desplazados forzosamente desde el 13 de Febrero por los paramilitares – violentaron las puertas de la caseta comunal, sacaron las sillas, el equipo de sonido, el envase de gaseosa y cerveza. Posteriormente, pasaron a la escuela “El Encanto” sustrajeron los computadores, la bibliotecas, los muebles. Todos los bienes hurtados los subieron a los camiones.

A las 13:00 horas, los camiones partieron hacia Medellín del Ariari y luego en dirección al poblado El Dorado.

° Lunes 10 de mayo, desde las 4:30 horas, en los caseríos La Macarena y El Jardín guerrilleros de las FARC- EP atacaron campamentos de los “civiles” armados de la estrategia paramilitar quiénes se atrincheraron en las casas de los campesinos. Los miembros de la guerrilla se replegaron hacia la parte alta montañosa.

Durante 13 horas duraron los enfrentamientos, los que obligaron al desplazamiento de 13 familias.

De acuerdo con testigos, a eso de las 15:00 horas en el puente conocido como Caño Embarrado, los paramilitares tomaron posesión de una casa donde ubicaron varios cuerpos sin vida de sus compañeros

° Martes 11 de Mayo en horas de la mañana llegaron al casco urbano de Medellín del Ariari nuevas familias.

Nuestra Constancia y nuestra expresión de Censura Moral ante la distorsión del uso de la fuerza institucional, el amparo a la ilegalidad expresada en más de un centenar de crímenes cometidos en el último año y medio; ante la respuesta ausente del Estado en todas sus ramas para evitar la destrucción de la vida humana. La inacción del poder ejecutivo para asumir decisiones administrativas, preventivas formulas en políticas que no se han traducido en efectividad para la vida de los pobladores del Ariari que afirman sus derechos negándose a participar de las hostilidades y de las acciones militares de los bandos combatientes.

Nuestra Constancia ante la connivencia del ejército nacional, de unidades de policía con los “civiles” armados de la estrategia armada encubierta de tipo paramilitar en los cascos urbanos de El Castillo y Medellín del Ariari es evidente. Los “civiles” armados de la estrategia armada encubierta de tipo paramilitar que están posesionados en los cascos urbanos de Medellín del Ariari y el Castillo, prestan apoyo logístico, vehículos, motos y radios de comunicación a las unidades militares del Batallón XXI Vargas. Ahora se denominan Bloque Centauro, hace menos de un mes como de las “Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá”, ACU y realizan acciones de control sobre la población, de su movimiento y de sus alimentos, en los retenes que instalan a las salidas.

Nuestra Constancia ante el uso de bienes civiles y la obligación a civiles en operaciones militares de apoyo, los colocan en riesgo, mucho más en un contexto de ofensivas militares de la guerrilla de las FARC-EP. El ejército está utilizando vehículos civiles y de uso público para transportarse. Se ubican en casas y establecimientos públicos, como restaurantes, panaderías, tiendas, discotecas.

Nuestra Constancia ante el apoderamiento de los “civiles” armados de la estrategia paramilitar de unas 30 hectáreas de tierra, propiedad de un anciano de 75 años de edad a quien los “civiles” armados amenazaron de muerte y lo obligaron a desplazarse hacia Villavicencio. Esta finca se encuentra ubicada a la salida del casco urbano de Medellín del Ariari y en ella los “civiles” armados han sembrado pasto para la implementación de potreros de ganado.

Nuestra Constancia acerca del modo de operación a través de estructuras armadas criminales abiertas y encubiertas, los blancos de violaciones de derechos humanos, expresan que estamos ante una actuación sistemática de persecución, de aniquilación, de destrucción de la población civil del Ariari. Las actuaciones institucionales reflejan la connivencia, la comisión por omisión, la anuencia y la actuación articulada de estructuras regulares e irregulares en un propósito inconfesable, la imposición de un modelo de sociedad y de vida ligado a formas de explotación territorial intensiva, a la destrucción de modos de vida y modos de organización disfuncionales al progreso y a modelos de seguridad “militar” restrictivo de los derechos y las garantías de los pobladores. La presencia guerrillera de las FARC EP de décadas atrás en esta región del departamento del Meta se ha usado como pretexto de la persecución y el exterminio de pobladores civiles que han tenido algún tipo de liderazgo comunitario o que por vivir en zonas medias y altas no controladas por las estructuras armadas paramilitares se les concibe como guerrilleros.

Nuestra Constancia y Censura Moral ante la inacción del aparato judicial que abrigó en la impunidad los crímenes cometidos en centenares de atentados, asesinatos, desapariciones forzadas y otras violaciones de derechos humanos desde la década del 80, hoy sigue propiciando la repetición de horrendos crímenes que hieren la conciencia moral de la humanidad en una ofensiva que no cesa. Territorios abandonados, dinámicas de control sobre las poblaciones sustentadas en el terror, en la seducción de la ley del más fuerte, en el uso del poder económico, hoy hacen del Ariari una región donde la muerte se destila por todas partes, donde el terror es el viento que circula en su geografía.

La impunidad ha posibilitado la repetición de dolorosos y repudiables hechos de décadas atrás. La ausencia de investigaciones oportunas, la ausencia de sanciones y la ausencia de una reparación integral propiciaron que las estructuras criminales se hayan posesionado de la vida, de los bienes que durante años posibilitaron que campesinos sin tierra lograran vivir dignamente.

Nuestra Constancia y Censura Moral ante los efectos nocivos, dañinos de las actuaciones armadas dentro de la estrategias de guerra de guerrillas en las últimas semanas las FARC EP en la población civil. La fuerza guerrillera ha adelantado operaciones armadas contra blancos militares legítimos de tipo paramilitar pero se ha puesto en riesgo a la población. En respuesta se ha percibido el apoyo militar de las estructuras regulares del Batallón 21 Vargas de la Brigada 7 y de la Fuerza Aérea Colombiana en las acciones de respuesta. En medio de estas ofensivas y contra ofensivas se han infringido normas del Derecho Humanitario, lo que ha generado desplazamiento de los pobladores que en sus caseríos se resistían a salir.

Nuestra Constancia y Censura Moral ante la desolación, el desarraigo, la desterritorialización el abandono de miles de tierras cierran el círculo de la tragedia que se padece en el Ariari desde hace dos años, a la que hoy se suma, la de los habitantes de Caño Claro, La Macarena y El Jardín, la seguridad “democrática” ha propiciado la más profunda inseguridad humana, la consolidación del control parainstitucional a través de la persecución y aniquilación sistemática de pobladores.

Nuestra Constancia y nuestra expresión de Censura Moral ante la ausencia de investigaciones reales, de fondo que hubieran evitado la consumación de tantos crímenes, sobre las que sus responsables, sus victimarios, sus ejecutores se encuentran en los cascos urbanos a la vista de todas las autoridades.

Nuestro llamado nuevamente a que se adopten las medidas urgentes, de fondo y estructurales, planteadas en las recomendaciones de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, seguros de que solo en la Verdad, en la Justicia y la Reparación Integral es posible construir una paz firme y duradera.

De toda consideración,

COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ