Un pobre balance del primer mes del cese bilateral

Este cese bilateral del fuego de carácter temporal y nacional cumplió su primer mes, como hecho histórico en que por primera vez, en 53 años, se silencian los fusiles guerrilleros.

  Acordamos con el gobierno que “su objetivo primordial es mejorar la situación humanitaria de la población”, propósito no logrado, porque durante octubre crecieron las amenazas y el asesinato de líderes sociales, y recrudecieron el tratamiento de guerra que el régimen da a la protesta social.

2°  Seguiremos buscando que desaparezca la persecución política contra las fuerzas alternativas críticas del régimen, para que sin temor y con garantías, las colombianas y colombianos, podamos participar en decidir los destinos del país.

  En el punto uno de la Agenda de conversaciones pactada con el gobierno, nos proponemos“construir una visión común de paz, que propicie las transformaciones para la nación y las regiones”, por esto seguiremos empeñados en que este cese contribuya al despegue de la participación ciudadana, necesaria para el logro de una solución política del conflicto.

  Desafortunadamente la lucha política en el país, las elites dominantes la siguen manteniendo en el camino de la polarización, haciendo a un lado el diálogo y la conciliación. Por esto crece la persecución política y se hace difícil lograr el objetivo trazado para este cese, de “reducir la intensidad del conflicto”.

  No ocurrieron incidentes armados entre las partes; por la voluntad que mantenemos de evitarlos, pese a las operaciones de copar territorios, a donde antes no iban las fuerzas militares del gobierno. Estas operaciones ofensivas incumplen lo pactado en el Acuerdo de cese y lo colocan en grave riesgo.

 

Delegación de diálogos

Ejército de Liberación Nacional