Pronunciamiento Coordinadora Centroamericana de Comunidades Monseñor Oscar A. Romero

Reunidas y reunidos en Asamblea en Alto Murillo, Alajuela, Costa Rica, del 10 al 13 de septiembre de 2008, como Coordinadora Centroamericana de Comunidades Oscar Arnulfo Romero, CORCA, hemos analizado las realidades económicas, políticas, sociales y religiosas de nuestros países centroamericanos y vemos con profunda preocupación los efectos negativos de las políticas neoliberales en diversas situaciones tan sensibles como son el agua, el alto costo de la vida, la inseguridad ciudadana, las leyes represivas, la carencia alimentaria y el empobrecimiento de nuestros pueblos, profundizando fenómenos tan detestables como la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes.


Expresamos nuestra solidaridad con las diversas luchas que emprenden los movimientos sociales en cada país centroamericano en reclamo del cumplimiento de derechos y de condiciones óptimas para una vida digna para todos y todas.

Con especial énfasis denunciamos la explotación de empresas mineras de oro a cielo abierto, que abren las entrañas de nuestra Madre Tierra contaminando las aguas que nos dan vida, desalojan a la población empobrecida, destruyen el ambiente y saquean las riquezas propias de cada país, con el apoyo de los gobiernos y el silencio cómplice de muchos lideres sociales, políticos y religiosos. Nos solidarizamos con la lucha que realizan compañeros y compañeras de las comunidades de la zona norte en Costa Rica y de El Salvador y la mina de Petaquilla en Panamá.

No podemos callar en este encuentro el dolor por la situación que vive el pueblo haitiano golpeado por el sistema neoliberal injusto agravado por las consecuencias de los últimos huracanes. Este mismo sentimiento lo expresamos hacia Cuba y exigimos el cese del bloqueo impuesto por Estados Unidos por más de cuarenta años.

Saludamos a los pueblos latinoamericanos que resurgen con dignidad llegan al gobierno con alternativas esperanzadoras para sus pueblos, como Paraguay con Fernando Lugo, Bolivia con Evo Morales, y otros. De la misma manera vemos con entusiasmo los cambios que se aproximan en la tierra de nuestro querido profeta Monseñor Romero. Rogamos a Dios que abra muchos caminos mas como estos y que les de fortaleza y sabiduría para resistir el acecho de los grupos representantes del Neoliberalismo.

En el marco del prolongado y trágico conflicto que vive el hermano pueblo de Colombia, expresamos nuestra solidaridad con la Comisión Íntereclesial de Justicia y Paz, cuyos miembros están siendo intimidados y amenazados de muerte por grupos paramilitares de la región por el acompañamiento que están dando a las poblaciones que reclaman el derecho a la tierra para trabajar y vivir en paz. Instamos al Gobierno colombiano a garantizar de manera urgente el respeto a la vida de los defensores y defensoras de derechos humanos de esta organización y de todos aquellos que cumplen su compromiso de apoyar la lucha de las comunidades por una vida digna.

Fieles a las enseñanzas de Jesucristo y atentas y atentos a las necesidades del pueblo, nos unimos a la Campaña Centroamericana por la Defensa del Agua, don del Dios Creador, como un derecho humano, que por lo tanto no se puede contaminar, privatizar ni comercializar.
”Podemos vivir sin oro… Pero sin agua No”

Alto Murillo, Alajuela, Costa Rica, 13 de septiembre de 2008