Paramilitares intimidan a pobladores en Curbaradó

En el día de ayer paramilitares intimidaron a habitantes de consejos comunitarios en Vigía de Curbaradó, acusándolos de denunciar sus operaciones con el tráfico de drogas y los abusos contra la población de Curbaradó y Jiguamiandó.


Los paramilitares sostienen que ellos saben todos los movimientos de los pobladores hacia Curbaradó y Jiguamiandó y reciben la información de fuentes oficiales que les permite saber quién denuncia.

La falsa acusación, intimidación y amenaza contra los integrantes de los consejos comunitarios ha generado una fuerte zozobra en estos, obligando a alguno desplazamiento forzado temporal, de acuerdo con una información allegada a nuestra Comisión de Justicia y Paz.

Para un poblador de la región lo cierto es que el control es tal que los denunciantes de las operaciones ilegales paramilitares se han visto obligados a buscar protección para sus vidas en otras regiones del país desde abril.

Fuentes oficiales han indicado que por operaciones aéreas identificaron los lotes de hoja de coca, en una extensión de 50 hectáreas.

Los paramilitares en sus movilizaciones en Vigía de Curbaradó, Jiguamiandó y Curbaradó, reiteraron a los integrantes de los consejos comunitarios que han abordado que están allí para enfrentar a la guerrilla.

Señalaron los armados, que han operando en medio y a lado de la presencia de la brigada 17 y la policía de Urabá, que están allí para asegurar el progreso y el desarrollo de la región con negocios grandes de coca, la palma, la ganadería extensiva.

En Curbaradó, predios de Caracolí, continuaron las agresiones e intimidaciones de ocupantes de mala fe contra los integrantes del consejo comunitario de esta comunidad.

Los daños a bienes de pan coger persisten con el daño de los cercos que imposibilitan el acceso de ganado de los invasores a los lugares de siembras de pan coger de los habitantes de las Zonas Humanitarias. Uno de los afectados manifestó “ nueva cosecha de arroz fue destruida, nos quieren agotar con los daños a nuestra alimentación, pero aquí seguimos esperando que el Estado responda”.

Por otra parte, se mantiene la ocupación de mala fe dentro de Curbaradó en la comunidad de Camelias. Los invasores manifestaron que continuaran allí y seguirán las siembra, “nadie los va a sacar porque cuentan con el apoyo de los empresarios de banano”.

A pesar del reconocimiento por parte de sectores gubernamentales de la ocupación de mala fe desde 1996 y la que se inició desde el 2010 en Camelias, no se han adoptado medidas eficaces para lograr una devolución formal de predios.

La restitución anunciada por el gobierno está desconociendo los factores de riesgo estructural como es la reingeniería paramilitar con las siembras de hoja de coca, el procesamiento de cocaína, la reactivación de las siembras de palma, el mantenimiento de la extensión ganadera por predios colectivos.

Las operaciones paramilitares y la conformación de grupos armados privados dependientes de las empresas con conocimiento de la brigada 17 y la policía de Uraba que han abusado y cometidos graves violaciones, continúan sin ser enfrentados.

Más información Constancia

Bogotá, D.C. 21 de octubre de 2011

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz