ONU: ‘No está mal matar a los gays’

Nueva York. La semana pasada, el Tercer Comité de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) aprobó una resolución especial sobre ejecuciones extrajudiciales. La resolución resalta varios grupos que han estado sujetos a ejecuciones arbitrarias, incluyendo defensores de derechos humanos y miembros de minorías étnicas. Por los últimos 10 años, la resolución incluyó la orientación sexual como un factor por el cual ciertos individuos son condenados a morir.


Sin embargo, esta vez Benín, en nombre del grupo africano de la ONU, propuso una enmienda para eliminar a las minorías sexuales de la resolución. La enmienda fue aceptada con 79 votos a favor, 70 en contra, 17 abstenciones y 26 ausentes.

Una colección de países notorios por violar los derechos humanos votaron a favor de la enmienda, incluyendo Afganistán, Cuba, Rusia, Sudán y Uganda.

A estos se sumó Belice (donde uno recibe 10 años de cárcel por ser gay), Jamaica (10 años de trabajo forzado), Granada (10 años), y Guyana (cadena perpetua). En Latinoamérica, sólo Cuba se unió a los países musulmanes, africanos y afrocaribeños. (La votación completa está publicada aquí.)

Para su propia vergüenza, Colombia estuvo entre las 16 naciones que se abstuvieron. Lo mismo hicieron muchas islas del Caribe que tanto se benefician del turismo gay.

Entre los países en contra de la enmienda están todas las naciones europeas y escandinavas, Corea del Sur, la mayoría de los países de América Latina, Estados Unidos, Canadá, y un solo país del Medio Oriente: Israel.

La ONU tiene la fama de no hacer prácticamente nada cuando se presentan casos de asesinatos en masa. “¡Nunca más!” fue el grito histórico después del Holocausto. Desde entonces, el mundo ha sido testigo de una docena de proclamas similares por parte de la ONU siempre ‘después’ de que los cadáveres se amontonaran. Una resolución de este tipo, aprobada en la Asamblea General, es significativa por la claridad de su mensaje: “No está mal matar a los gays”.

Ningún país africano votó en contra de la enmienda, y esto no nos sorprende. Es tan aceptable la noción de asesinatos extrajudiciales de hombres y mujeres homosexuales que uno de estos países, Uganda, está considerando aprobar legislación para condenar la homosexualidad como un crimen con pena de muerte. El “Ministro de Ética e Integridad” de Uganda, Nsaba Buturo, ha prometido que el proyecto de ley será aprobado antes de mayo del 2011.

Yo tuve la oportunidad de conocer a una de las personas que luchan contra la posibilidad de otra más de estas ejecuciones en masa en Uganda. Su nombre es Kasha Jacqueline y fue una de las presentadoras en el Oslo Freedom Forum.

Al llegar a Noruega, Jacqueline fue contactada por miembros de una de las organizaciones de gays y lesbianas de Oslo que la exhortaron a no participar del Oslo Freedom Forum porque estaban en desacuerdo con algunos ponentes que eran críticos abiertos de tiranías de izquierda. Lamentablemente, algunas personas en Noruega creen que sólo los izquierdistas pueden llamarse defensores de los derechos humanos. Esta doble moral se manifiesta cuando se ignoran los crímenes de los gobiernos que ellos apoyan (como cuando se ignoran los presos políticos de Fidel Castro o de Hugo Chávez).

Pocos días después, la inclusión de Kasha Jacqueline en el programa del Oslo Freedom Forum motivó la protesta pública de un activista estadounidense antiaborto. La ironía era espantosa: un hombre que dice dedicar su vida a luchar contra lo que él llama el asesinato en masa de bebés, pero a la vez condena un evento sólo por incluir a alguien que quiere evitar el asesinato en masa de gays y lesbianas.

He ahí, querido lector, la derecha estadounidense, y la izquierda europea. Se merecen la una a la otra.

* Thor Halvorssen es presidente de la Human Rights Foundation y fundador del Oslo Freedom Forum.