JUANA BAUTISTA ANGULO HINESTROZA

7 años de impunidad

Memoria y Justicia

Hace 7 años, el 15 de abril, un domingo de resurrección, de la semana santa del año 2001, unidades militares de la estrategia militar encubierta asesinaron a la afrodescendiente JUANA BAUTISTA ANGULO HINESTROZA, en el caserío La Concepción, dentro del Territorio Colectivo de la cuenca del Bajo Naya.


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JUANA BAUTISTA fue de las pocas pobladoras que se rehusó a desplazarse forzadamente, luego de la llegada de los paramilitares provenientes del Alto Naya. JUANA sufría problemas mentales, vivía con sus hermanas en la casa materna desde la que en cada mañana salía a trabajar en las labores agrícolas familiares, en el río, la pesca, la batea. JUANA fue abusada sexualmente y luego asesinada. Su cuerpo arrojado en la parte trasera de una vivienda, a la intemperie, durante varios días, hasta que fue posible su cristiana sepultura.

Entre los uniformados, pobladores observaron a varios con insignias del Batallón Pichincha, de la Brigada 3 del Ejército. Hoy se sigue aseverando por el Estado colombiano que la responsabilidad de los hechos es solo de los paramilitares, salvando su responsabilidad al presentarlos como un tercer actor, como actor ilegal en el marco de la Ley 975 llamada “Para la justicia y Para la paz”. Hoy se pretende volver realidad, a través del eco que los medios de información le hacen al gobierno, que los únicos responsables fueron las estructuras paramilitares del “Bloque Calima” al mando de Diego Murillo conocido como “DON BERNA” y de Éver Veloza o Hernán Hernandez conocido como “H.H.”, capturado el 3 de abril del presente año en Antioquia, como uno de los responsables de la nueva fase de la estrategia paramilitar en el departamento del Meta.

La mentira convertida en verdad, la realidad que se pretende imponer, se soporta aún más con la ausencia de investigación alguna contra la responsabilidad por Acción u Omisión de las unidades militares de la Brigada 3 del ejército en la perpetración de estos crímenes. La ausencia de investigación sobre las tropas del ejército que se encontraban en el área por donde los criminales ingresaron, en el sitio conocido como El Ceral y posteriormente continuaron hasta el Bajo Naya. No existe investigación alguna por el desplazamiento forzado de los pobladores de la Concepción y caseríos cercanos hasta Puerto Merizalde, en el Bajo Naya. No existe investigación alguna frente al asesinato de JUANA BAUTISTA ANGULO HINESTROZA. No existe rastro alguno de querer investigar lo sucedido. Todo sigue en la impunidad.

El recorrido de la muerte paramilitar se inició desde el lunes 9 de abril del 2001, por la parte del Alto Naya. Uno de tantos testimonios, da cuenta de la barbarie paramilitar:
“La entrada de los paramilitares empezó por el sitio de El Ceral; ahí mataron una señora, una muchacha de 18 años a la que le mocharon (cercenaron) las manos; luego siguieron hacia Los Robles por el carreteable hasta llegar a La Silvia, donde mataron a una señora. Luego llegaron al campamento y treparon haciendo la travesía hasta Patiobonito, donde hubo la mayor… la mayor cantidad de muertos, fueron siete en esa masacre. Ahí mataron al señor Daniel Suárez, a la señora Flor Tizú, a Gonzalo Osorio primo de Daniel Suárez, Humberto Arias Osorio, primo también de el señor Daniel y tres personas más que no conozco el nombre de ellas. Después comenzaron la bajada por La Fatigosa, que es la cuesta más dura que hay por el camino, de allá para acá (ascenso al Alto Naya). Siguieron bajando por La Pálida, otra cuesta muy brava, hasta Las Minas, donde siempre ha habido un sitio donde venden comida para la gente que entra y sale… siguieron bajando hasta Aguapanela, este es el sitio donde está una pendiente… según dice la gente que entró, fue donde encontraron unas camisas y varios pares de botas, pero el supuesto cadáver que quedó allí no fue sacado. Ellos continuaron bajando hasta una parte donde quedaron dos muertos, en Palosolo.

Después llegaron a la entrada para La Vega y mataron a tres personas. Bajando para Benjamín mataron otras personas, mataron cuatro personas, los sacaron de una finca en la que estaban trabajando, ya en El Naya, en El Playón. Después siguieron por un camino que no aparece en el mapa, un camino que llega al Río Minas. En esta parte, apenas comenzaron a bajar mataron a dos personas: al señor Luis Omar Aponsá y a un señor Esteban… llegaron al crucero del Río Ríominas, sobre un caminito que va a dar, que atraviesa hacia El Playón, donde mataron a un muchacho Alexander, el primer muerto de los que hubieron en Riominas hacia El Ceral; los demás, los desaparecidos deben estar en los precipicios de este camino…

Desde el viernes santo, 13 de abril, a las 6:00 p.m. llegaron cerca de 130 hombres armados y uniformados de la estrategia militar encubierta al poblado de La Concepción, provenientes de la parte Alta del Naya, donde realizaron una masacre. Entre los armados se identificó a un ex guerrillero del ELN conocido como “Peligro”. Saquearon, intimidaron, destruyeron, desplazaron a los pobladores del caserío La Concepción y el terror y la amenaza a los demás caseríos hasta Puerto Merizalde, generando el desplazamiento forzado hacia la parte baja del río Naya. El 14 de abril descansaron, hicieron fiesta, celebraron la barbarie realizada en el Alto Naya. Luego del asesinato de JUANA el 15 de abril, continúan su recorrido de muerte, saqueo, generando el desplazamiento forzoso de los caseríos ubicados entre Dos Quebradas y San Francisco Naya. Siguen hacia Calle Larga, El Carmen, Santa María y La Sagrada Familia.

El 23 de abril los armados de la estrategia militar encubierta salen de los caseríos El Cacao y Dos Quebradas hacia Puerto Merizalde. A varios pobladores los paramilitares les manifestaron que iban a Buenaventura por los “familiares” – refiriéndose a los militares –

Y vinieron los simulacros, las falsas verdades. El viernes 27 de abril de acuerdo con los reportes de prensa se conoció de un operativo militar de la Armada en el Bajo Naya en el que se capturaron 15 paramilitares de las “Autodefensas” en el corregimiento de La Concepción, conocido como La Concha. De acuerdo con las mismas fuentes informativas de prensa, el lunes 30 de abril en el sitio conocido como San María fueron capturados 40 paramilitares luego de supuestos contactos armados entre estos y la Armada. En el Cacao, los paramilitares fueron vistos departiendo con toda tranquilidad con las unidades militares allí acantonadas y se les distinguía porque todos ellos estaban en camisetas negras.

Han pasado 7 años y la estrategia militar se ha cualificado en los mecanismos de control poblacional, en desarrollo de la “Seguridad Democrática” se generan nuevas amenazas contra los afrodescendientes y sus acompañantes. Los mecanismos de impunidad garantizan en el tiempo que los crímenes se vuelvan a repetir. No hay esclarecimiento. Las falsas verdades son las reinantes. La ausencia de Justicia Integral posibilita la destrucción del territorio con cultivos de uso ilícito y las compras de tierra por foráneos. Ha pasado el tiempo y los territorios de indígenas, de mestizos y de afrodescendientes siguen sin reconocimiento legal. Mientras el gobierno posibilita la siembra de palma aceitera, 5.000 hectáreas están proyectadas para el Naya.

Ha pasado el tiempo el saqueo de riquezas auríferas y forestales, la colonización de las tierras de afrodescendientes y las nuevas formas de despojo persisten, se cualifican y se estimulan. Ha pasado el tiempo. Todo en la impunidad. Ha pasado el tiempo y siete años después, en la tumba de JUANA BAUTISTA ANGULO HINESTROZA, su familia y comunidad siguen afirmando la memoria, la vida y el Territorio del Bajo Naya.

Bogotá, D.C Abril 15 de 2008

COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ