Irrespeto a lugar de la memoria de la Víctimas de Crímenes de Estado abuso de la brigada 17 en zona humanitaria

“Con la soberbia está la ignominia, con los humildes está la sabiduría” Proverbios 11, 2


RESUMEN

Domingo 12 de noviembre, entre las 8 y 8.30 a.m. unidades militares del ejercito nacional pertenecientes al batallón79 contraguerrilla de la unidad móvil de la Brigada 17, ingresaron y ocuparon ilegalmente a la Zona Humanitaria de Dabeiba. Por espacio de 6 horas Sin ninguna orden judicial, sin razón explicita los militares acamparon enfrente del Monumento de las Víctimas. Los militares se negaron a abandonar el lugar humanitario, a pesar de los requerimientos de los miembros de la Comunidad Civil de Vida y de Trabajo. La decisión de salir solo la adoptaron hasta que la presión internacional particularmente de la solidaridad de los Estados Unidos, lo propicio.

En las próximas semanas la Comunidad de Vida y de Trabajo de La Balsita, que habita en 110 hectáreas, con cerca de 110 personas, la mayoría de ellos niños conmemoraron los 9 años de su desplazamiento forzado por estructuras paramilitares, y rendirán un homenaje a sus más de 200 víctimas desde junio de 1.996, crímenes que se encuentran en total impunidad.

Desde ya los organismos de inteligencia de la Brigada 17 andan indagando por la razones y más información de la CONMEMORACION, actitud paradójica, pues en absoluto hacen nada frente a los paramilitares, que aún desmovilizados mantienen el control en el casco urbano de Dabeiba.

Es la cuarta ocasión de una ocupación de este tipo, en el 2004, la tolerancia de las unidades militares con efectivos paramilitares obligó al desplazamiento forzado de la comunidad de Vida y de Trabajo por cerca de 20 días.


Bogotá, D.C Noviembre 28 de 2006
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ

II. HECHOS EN DETALLE

* Sábado 11 de noviembre, unidades militares del Batallón 70 contraguerrilla de la Brigada 17, al mando del subteniente REINA, desarrollaron acciones de control en el punto conocido como Los Tanques, ubicado a 15 minutos de la Zona Humanitaria, y a 15 del casco urbano del municipio de Dabeiba.

* Domingo 12 de noviembre a las 830 a.m. las unidades militares del Batallón 79 ingresaron a la Zona Humanitaria de la Comunidad de Vida y de Trabajo, La Balsita, ubicándose en el Monumento en memoria de las Víctimas de la comunidad.

Miembros de la Comunidad de Vida y de Trabajo se dirigieron al sitio donde se encontraban el grupo de militares, exigiéndoles el retiro inmediato de la Zona Humanitaria.

A las 11:20 a.m. dos unidades militares, uno con el nombre de CEBALLOS en su uniforme y el otro con una pañoleta negra en su cabeza, cubriéndose su apellido, se acercaron a la casa central de la comunidad.

Allí los militares expresaron “necesitamos unos plátanos, alguien puede vendernos plátanos? Tienen gallinas que nos vendan?”. A la solicitud de los militares, los habitantes de la Zona Humanitaria se negaron a venderles en razón de los principios de su organización, del Derecho Humanitario. Los pobladores y los acompañantes misioneros de nuestra Comisión de Justicia y Paz, exigieron el retiro inmediato de la Zona Humanitaria a los soldados.

Uno de los militares entonces preguntó: “no han visto a la guerrilla? Cuánto hace que no pasan por aquí ?”.

A la exigencia del retiro de su propiedad, los uniformados pasaron casa por casa inspeccionando externamente el espacio de vivienda, durante 10 minutos. Luego regresaron al espacio del Monumento, en donde se encontraban acampando los otros militares.

A las 12:20 p.m., aproximadamente, ante la negativa a retirarse del lugar humanitario, a pesar de las llamadas realizadas al Gobierno Nacional a través de la Vice Presidencia de la República, seis jóvenes junto con miembros de nuestra Comisión de Justicia y Paz, se acercaron al Monumento en el que se encontraban 35 militares aproximadamente solicitando conocer quien comandaba ese operativo.

Minutos después un subteniente, de apellido REINA, manifestó “yo soy quien está el mando de esta tropa”. Nuevamente los miembros de la Comunidad de Vida y de Trabajo le exigieron abandonar inmediatamente el lugar humanitario, el respeto a los principios de la Comunidad, el acatamiento a las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Los militares reconocieron que habían recibido muchas llamadas del gobierno nacional y de la solidaridad internacional, los militares se preocuparon e indagaron para conocer quién había informado a las autoridades nacionales e internacionales. y quién se comunicó con la vicepresidencia? Cómo hacen desde aquí para comunicarse? Quién tiene teléfono aquí?

El subteniente Reina insistió en saber quien tenía la comunicación y nuevamente preguntó: ¿quién fue el que llamó a Bogotá?. Denme esos números de teléfono para yo llamar.

El suboficial REINA afirmó, “es que a esta Zona humanitaria le falta más visualización, por eso es que estamos aquí, porque no sabemos cuales son los límites”.

La expresión la realizó justo cuando se encontraban en el sitio donde se exhibe la valla que dice en letras de más de 50 centimetros y coloridas:. “ZONA HUMANITARIA, TERRITORIO PRIVADO DE LA COMUNIDAD VIDA Y TRABAJO LA BALSITA”.

A los militares se les reiteró que la Zona Humanitaria estaba perfectamente delimitada, que había más vallas visibles. Uno de los militares expresó: “si, nosotros las hemos visto” Un militar manifestó: “todo esto es para no entrar, y hacer de cuenta que nosotros no existimos” Otro efectivo expresó “es la primera vez que paso por este lugar y no es para tanta bulla”. La Comunidad manifestó: “estamos en conflicto armado, nosotros somos población civil y nosotros no somos para ser escudos humanos”.

Después de permanecer un tiempo sobre el árbol de la vida, el militar REINA expresó: “pido disculpas por la situación causada, solo vamos de paso y ya nos vamos a retirar”

Hacia las 12:50 p.m., antes de salir, las unidades militares tomaron fotografías de los jóvenes y acompañantes

A eso de la 1.35 p.m. los militares iniciaron su retirada del lugar en pequeños grupos.

A las 2.15 p.m. terminó de salir el último grupo de soldados.

* Miércoles 22 de Noviembre, desde las 3:40 p.m. soldados del Batallón 79 contraguerrilla de la Brigada 17 ingresaron a la Zona Humanitaria de la Comunidad de Vida y Trabajo La Balsita.

Tres de los militares se ubicaron en la tienda comunitaria, 8 más en la siembra comunitaria de Maracuya, otros cerca de 30 más se ubicaron en sitios de difícil visibilización ocultando sus apellidos y placas con chaquetas.

Miembros de la Comunidad y de misioneros de nuestra Comisión de Justicia y Paz se dirigieron a los militares solicitando el retiro inmediato de la Zona Humanitaria y el respeto a los habitantes de la misma.


LINEAS DE INTERPRETACION

No es la primera vez, auque se espera que sea la última, en que las unidades militares de la Brigada 17, desconocen abiertamente el carácter de la Zona Humanitaria, lugar de 100 hectáreas en donde habitan los 110 miembros de la Comunidad de Vida y de Trabajo de La Balsita. Su práctica permanente de hostigar, de intimidar, de provocar a sus habitantes, la mayoría de ellos niños, es un desconocimiento del Derecho Internacional Humanitario.

La instalación en cada ingreso de los militares, de un campamento en el lugar en donde se encuentra el Monumento de Memoria de las Víctimas es una negación del derecho a la expresión y a la dignificación de las víctimas.

La militarización del lugar físico en una zona de conflicto armado coloca a los campesinos, la mayoría de ellos niños, en riesgo ante la eventualidad de confrontaciones armadas.

El desconocimiento de las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos frente a este grupo humanos perfectamente identificable es permanente por parte de la unidades militares.

En las próximas semanas la Comunidad de Vida y de Trabajo hará un acto de memoria por 9 años de su desplazamiento forzado y sus más de 200 crímenes y ya los organismos de inteligencia de la Brigada 17 andan investigando la razón del Derecho a la memoria, porque parece ser sospechoso, en vez de indagar por las operaciones encubiertas y el control de los desmovilizados paramilitares a la población de Dabeiba.

COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ