Intimidaciones y amenaza paramilitar

“Esa gente no quiere la paz sino que traman siniestros planes contra los pacíficos. Y vienen a acusarnos con puras calumnias. Por lo tanto, no te quedes callado ni te hagas el desentendido. Despiértate y levántate en mi defensa” Salmo 36, 20-22


RESUMEN

El miércoles, 18 de Febrero, por segunda ocasión, en menos de 15 días “civiles” armados de la estrategia paramilitar intimidaron y amenazaron a pobladores afrodescendientes del Cacarica, que se encontraban en el río conocido como La Raya camino a Bocachica. Los aproximadamente 30 paramilitares hacia las 15:00 horas afirmaron estar buscando milicianos de la guerrilla. Los pobladores respondieron que los que se encontraban eran miembros del ejército nacional. Dentro de los hombres con armas largas y vestidos de camuflado, se encontraban los apodados Bertilio” y “Chemare” que participaron en los tratos crueles contra un afrodescendiente el pasado 29 de enero. 20 minutos después los paramilitares se dirigieron hacia Villa Hermosa La Raya a cuatro horas a pide de la Zona Humanitaria “Nueva Vida”, luego de anunciar que seguirán patrullando en la cuenca del Cacarica, les dijeron a los pobladores que advirtieran a los de las Zonas Humanitarias que deben dejar de denunciar y de decir lo que está pasando.(18-02-04)

La actuación de tipo paramilitar cuando unidades militares del Batallón Voltígeros se encuentran ejerciendo control y la destrucción psicológica de las comunidades afrodescendientes de los consejos comunitarios que se encuentran asociados en Comunidades Autodeterminaciòn, Vida, Dignidad, CAVIDA.

Los “civiles” armados de la estrategia paramilitar desde hace 7 años tienen una base instalada en el sitio conocido como La Balsa, poblado de la titulación colectiva del Cacarica. Desde este lugar se han desplegado acciones contra los retornados de CAVIDA desde el año 2000, con asesinatos, desapariciones forzosas, destrucción de bienes de supervivencia -cosechas comunitarias de maíz-, bloqueo económico.


DETALLES

º Miércoles 18 de febrero hacia las 15:00 horas un grupo de aproximadamente 30 “civiles” con armas largas y cortas de la estrategia paramilitar llegaron a la orilla del río La Raya, provenientes del camino del caserío Bocachica, territorio colectivo del Cacarica. Los paramilitares se dirigieron a los pobladores afodescendientes que allí se encontraban identificándose como “Autodefensas”, agregando que estaban patrullando, “buscamos milicianos, de aquí no nos vamos hasta cogerlos, ¿ustedes han visto a los milicianos?”. Algunos pobladores contestaron “por acá no hay ni guerrilla ni milicianos, el que está por aquí es el ejército”. Uno de los civiles armados expresó: “A ellos no les vayan a informar nada, pero si se encuentran con los milicianos dígales que estamos por aquí”. Los afrodescendientes reiteraron por acá no hay ni milicianos ni guerrilleros.

El paramilitar entonces advirtió: “dígale a la gente que esté en los asentamientos, -refiriéndose a los integrantes de CAVIDA- que trabajen y dejen de estar informando cosas sobre nosotros, que dejen de denunciar… nosotros vamos a estar por acá, patrullando la zona. ¿por dónde es que es el camino hacia La Virginia?”. Los pobladores respondieron que ellos ya conocían el camino, hace menos de 15 días estuvieron por allí, el paramilitar expresó: “es que ya se nos olvidó el camino… ?”. Los paramilitares, luego de unos 20 minutos de permanecer en el sitio, siguieron por el camino sobre el río La Raya con dirección a Villa Hermosa, aproximadamente una hora y media de camino a pie.

Entre los paramilitares se encuentran uno apodado “Bertilio” y otro conocido como “Chemare” quiénes torturaron a un afrodescendiente el pasado 29 de enero, cuando los “civiles” armados provenían de La Balsa.

Desde el 13 de mayo de 2003, diversas autoridades instancias nacionales e internacionales han solicitado la actuación de las unidades militares del Batallón Voltígeros sobre la base paramilitar de La Balsa, ubicada a dos horas y media a pie de las zonas humanitarias, a pocos minutos en una embarcación militar. Desde hace 7 años esa base paramilitar se encuentra allí instalada, sin que ningún llamado haya sido atendido.

LINEAS DE INTERPRETACIÓN

Desde el 24 y hasta el 27 de febrero de 1.997 se desarrolló la operación militar “Génesis” que generó el desplazamiento forzoso de los afrodescendientes del bajo Atrato entre ellos los del Cacarica. La operación militar de la Brigada XVII en ese entonces al mando del General RITO ALEJO DEL RIO se realizó con bombardeos y operaciones irregulares por agua y por tierra de “civiles” armados vestidos de camuflado en ese entonces llamadas Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá.

Dentro de la operación militar contrainsurgente dirigida contra el Frente 57 de las FARC se produjeron saqueos, destrucción de bienes de supervivencia, amenazas de muerte, quema de viviendas y el asesinato de MARINO LOPEZ.

Hoy siete años después, el pretexto contrainsurgente sigue convirtiendo a la población civil en blanco militar de operaciones armadas regulares y encubiertas. Hoy siete años después del desplazamiento la base paramilitar de La Balsa epicentro de la destrucción de vidas humanas, de atentados a la dignidad humana continúan incólume, signo de la erosión del Estado de Derecho.

Desde ese lugar, La Balsa, la memoria de la planeación de ataques a la vida, a la integridad personal. Desde ese lugar, La Balsa, memoria de los antivalores del arrasamiento de los recursos naturales, y de la imposición de la siembra de palma y de coca. Desde ese lugar, La Balsa, se continúa evocando la persecución, la destrucción, y la construcción de un proyecto de muerte, fundado en el uso de la fuerza contra los empobrecidos, contra los excluidos. Desde ese lugar, La Balsa, la negación del derecho a la Verdad, a la Justicia y a la Reparación Integral bajo las amenazas y la intimidación, bajo la supuesta “desmovilización” y cese de hostilidades, y la propuesta de “alternatividad” penal que se liga a la propuesta de proyectos de inversión privada de la agroindustria. Hoy los afrodescendientes y mestizos de CAVIDA se niegan a ser esclavos de las propuestas del “progreso”, del desarrollo que arrasa compulsiva y obsesivamente la vida humana y la vida natural, que oculta bajo el signo de la “reconciliación” los más aberrantes crímenes que hieren la dignidad y nuestra conciencia de seres humanos, que ocultan sus perversas intenciones de imposición de un modelo de sociedad y de productividad que niega la vida y la dignidad de los empobrecidos.


Bogotá, D.C Febrero 19 de 2004
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ