Ingreso militar a zona humanitaria

“Con la soberbia entra la ignominia, con los humildes está la sabiduría” Proverbios 11, 2


RESUMEN

El jueves pasado, nuevamente militares ingresaron a la Zona Humanitaria de la Comunidad de Vida y de Trabajo de La Balsita. Los efectivos militares saltaron la demarcación del lugar, intimidaron a algunos pobladores y a los jóvenes los invitaron a ser parte del servicio militar.

Hora y media después de exigir respeto a su espacio humanitario, los militares abandonaron el lugar. El año pasado debido a sucesivas actuaciones militares y paramilitares los integrantes de la Comunidad de Vida y de Trabajo, conformada por más de 120 personas, la mayoría niños, se vieron obligados a desplazarse. La actuación militar ha sido un nuevo incumplimiento a las medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a esta comunidad.

Los campesinos que han construido desde 1.999 un proyecto de vida han afirmado su derecho a ser población civil y a defender su territorio, exigiendo justicia por más de 200 crímenes que se han cometido en su lugar de origen.

Ver adjunto Hechos en Detalle y Líneas de Interpretación

Bogotá, D.C. 18 de Noviembre de 2005
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ

HECHOS EN DETALLE

*Jueves 17 de noviembre a las 11.03 minutos más de 100 uniformados de camuflado con armas largas ingresaron a la Zona Humanitaria “El Paraíso”. Unos bajaron por el monumento el Arbol de la Vida, otro significativo número de militares ingresaron a los solares de la comunidad.

Inmediatamente al ingreso militar autoridades del control del orden central fueron alertadas por nuestra Comisión de Justicia y Paz de la situación.

En otro lugar de la Zona Humanitaria, donde laboran sus habitantes, abordaron a algunas personas de la Comunidad de Vida, a quiénes les preguntaron si vendían gallinas o piscos. Aunque los pobladores les exigieron salir de su lugar humanitario y propiedad, los militares insistieron en saber quiénes eran los propietarios de los piscos. Uno de los militares expresó o me dice quién es el dueño o me lo llevo. Otros de los militares, a los jóvenes les propusieron prestar el servicio militar afirmando: “que mejor que andar con un fusil en la mano y un morralito en la espalda y estar bien sin preocuparse, y ustedes aquí fregadps”.

Hacia las 12:00 p.m. aproximadamente se produjo el sobrevuelo de un helicóptero sobre la Zona Humanitaria.

A pesar de la exigencia de los pobladores de respetar la Zona Humanitaria, y de exigir su identificación, solamente hora y media después salieron del lugar sin que expresaran a que fuerza armada pertenecían. Los pobladores lograron identificar por las insignias a efectivos como integrantes de la Brigada Móvil

Hacia las 12:30 p.m. salieron en dirección hacia Antadó
Hace una semana se han producido combates entre guerrilleros de las FARC EP y militares – paramilitares en el caserío Águila, ubicado a dos horas del perímetro del corregimiento de La Balsita.

Por los enfrentamientos sus habitantes se han visto obligados a salvaguardarse en el interior de sus viviendas, durante una semana.

LINEAS DE INTERPRETACION

El ingreso de efectivos regulares a la Zona Humanitaria de la Comunidad de Vida y de Trabajo ha sido nuevamente un desconocimiento a los derechos de la propiedad privada de esta comunidad y a las medidas cautelares resueltas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

El transito y uso de la Zona Humanitaria por parte de los militares en desarrollo de operaciones contrainsurgentes en la región coloca en riesgo la vida e integridad de las personas de la Comunidad de Vida y de Trabajo, pues podrían ser usadas como escudos humanos

El persistente desarrollo del conflicto armado interno en Dabeiba y el perímetro del Nudo de Paramillo dan significado y sentido a la construcción desarrollada por esta comunidad, que han padecido, más de 200 crímenes, entre asesinatos y desapariciones forzadas y dos desplazamientos forzados, que se encuentran en absoluta impunidad.

La Comunidad de Vida y de Trabajo conformada por familias campesinas persiste en su proceso de resistencia civil, afirmación integral a sus derechos a la vida y al territorio, negándose a ser parte de una política de seguridad que bajo el pretexto de persecución a la guerrilla de las FARC EP afecta profundamente los derechos de la población.

Bogotá, D.C 18 de noviembre de 2005
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ