Enfrentamientos por estrategia paramilitar
“¡Ya tienen bastante¡ Desistan de la violencia y la rapiña, practicad el Derecho y la Justicia.”
RESUMEN
Durante cerca de tres horas en un barrio marginal de Buenaventura, se produjo un ingreso de “civiles” armados que iniciaron el fuego contra jóvenes de la banda del sector San Antonio del Barrio San Francisco. Desde las 9.00 a.m. hasta las 12:00 p.m. se desarrollaron enfrentamientos armados, los que generaron el desplazamiento de varias familias afrodescendientes. De acuerdo con testigos, en el lugar estuvieron presentes unidades policiales y efectivos del GAULA.
Los habitantes afrodescendientes se vieron obligados a desplazarse, algunos temporalmente, otros lo han hecho definitivamente. Se teme que una nueva acción de tipo paramilitar se desarrolle contra los jóvenes del sector. Esta nueva actuación de tipo paramilitar refleja el contrasentido de las desmovilizaciones de estas estructuras armadas, su poder real, y la ausencia de una política eficaz en materia de derechos humanos integral. Las condiciones de exclusión y de marginalidad alimentan nuevos círculos de violencia como mecanismo de afirmación de la identidad y del derecho a ser reconocidos como sujetos sociales, es lo que expresan las bandas juveniles en Buenaventura.
Urge a los grupos de solidaridad dejar constancia al Gobierno Nacional de la grave situación de derechos humanos de la Ciudad de Buenaventura, agudizada por la complicidad estatal en la estrategia paramilitar y los efectos perversos de la política de desmovilización, en medio de una critica crisis social de exclusión y de marginalidad.
HECHOS EN DETALLE
• Viernes 29 de julio, a las 9:00 a.m. aproximadamente, un grupo de “civiles” armados de la estrategia paramilitar ingresó al sector San Antonio, del Barrio San Francisco, habitada por sectores excluidos afrodescendientes.
Los paramilitares ingresaron en medio de la presencia policial que se encontraba a esa hora en el sector, se dirigieron al lugar donde suelen encontrarse a esa hora jóvenes que participan de bandas de delincuencia. Los “civiles” armados iniciaron el fuego con armas cortas y largas en medio de la población civil, recibiendo la respuesta de la bandas juvenil
Luego de iniciarse el enfrentamiento armado, las unidades policiales se retiraron del lugar. Minutos después, de acuerdo con versiones de testigos, llegaron por tierra y por agua refuerzos a los paramilitares de unidades del GAULA
De acuerdo con las versiones de la población, un joven de la banda de delincuentes comunes fue asesinado en las calles del sector y otro número sin determinar por la zona de acceso al mar. Hasta el momento ha sido imposible precisar el número de víctimas.
Durante la confrontación niños, niñas, adultos y adultas evacuaron el sector. En el momento de los hechos se desplazaron interna y temporalmente familias del lugar; algunas familias, por los menos 7, se desplazaron definitivamente.
Algunas familias afrodescendientes indicaron que se va a iniciar una nueva escalada de destrucción de vidas humanas a través de la estrategia paramilitar y los enfrentamientos que se anuncian con los paramilitares.
En el sector San Antonio del barrio San Francisco hace cerca de un año, los “civiles armados” de la estrategia paramilitar ubicados en el sector llamado El Caguán, del mismo barrio, asesinaron a un joven de una banda de jóvenes. En respuesta, el miércoles 27 de julio, aproximadamente a las 7:00 p.m., la banda juvenil asesinó un paramilitar apodado “Barriga” en el barrio Kennedy, contiguo al San Francisco.
Desde ese momento, los “civiles” armados de la estrategia paramilitar anunciaron un ataque a estos jóvenes armados para el día jueves 28 de julio en las horas de la noche.
LINEAS DE INTERPRETACION
Desde el 2000 hasta el 2005 se contabilizan cerca de 504 personas asesinadas, 29 en masacres. Los asesinatos selectivos, las desapariciones forzadas de jóvenes entre los 15 y 21 años de edad son las víctimas más significativas en el último período
El último hecho ocurrido en el Barrio San Francisco anuncia lo que podría ser una nueva escalada de actuaciones armadas, encubiertas, que han contado hasta el día de hoy, por ACCION, OMISION con la tolerancia, complicidad y anuencia de la Fuerza Pública. La grave crisis del municipio de Buenaventura es integral, los niveles de miseria y se pobreza son crecientes, las expresiones de insatisfacción de necesidades básicas son manifiestas, los mecanismos de reivindicación signo de desesperanza han llevado a multiplicidad de jóvenes a conformar bandas.
Hoy la espiral de la violencia desencadenará un conjunto mayor de víctimas, debido a la ausencia de una política de atención integral que genere empleo, de salud, de techo, de alimentación que posibilite la calidad de vida a los sectores marginales. Situación de exclusión atizada por la proyección de una desmovilización de “civiles” armados que ha desatado prácticas de control con el terror y la violencia permanente por parte de estructuras, que en apariencia ya no existen, y que ahora se enfilan contra sectores juveniles a quienes conciben como “guerrilleros” o vándalos sociales, a los que solo les es posible un único futuro hacerse parte de la estrategia paramilitar, desterrarse o morir.
En el puerto de Buenaventura, los afrodescendientes lloran por los desplazamientos, por el terror y por el control, por la destrucción que se avecina de la cual el Estado es responsable por la aplicación de una política de seguridad que genera garantías para unos pocos, entre ellos, los victimarios encubiertos en estrategias oficiales.
Bogotá, D.C. agosto 1 de 2005
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ