Doña Elsa Osorio de Guarín

Sus sueños han sido parte de nuestras vidas, sus búsquedas las nuestras. Es la madre de Cristina, la de Sebastián, la de René, es la abuela, es la suegra, es siempre la mujer, la de 84 años.


22 de junio de 2011

Simplemente sencilla. Acompañante eterna del Señor Guarín, la que escuchaba su voz entrecortada, la que lo enganchaba en la tristeza hecha esperanza al hablar o escuchar de su niña. Aquella que venía en la música de los discos de acetato, la música que permanece en diversas formas, la que iba encontrando en muchas mujeres de la edad de Cristina a Cristina, en sus destellos, en sus sueños. Doña Elsa, de lágrimas silenciosas y proféticas, la caminante al lado de sus hombres en búsqueda de esa otra mujer, Cristina. Doña Elsa la suegra, la abuela de mirada tierna, de encuentros profundos en familia. Doña Elsa de palabras privadas sin privación, con sonrisas reservadas, con abrazos frágiles de ternura, siempre de gancho a sus cercanos, siempre a su lado.

Doña Elsa, hoy pasa a nuestra historias, a nuestra memoria, en aquella búsqueda terca, en que nos embarcamos por la dignidad que aprendimos en cada tiempo, en cada año. Esa dignidad aprendida en la indignación ante los poderosos, ante las farsas de estas democracias y de Estados de Derecho, ante la pasión y el amor que nos ha inspiro por las causas nobles de la verdad sin aspavientos.

Doña Elsa seguimos con la pregunta, de la que ya tienes respuesta, ¿Dónde están los desaparecidos del Palacio de justicia?, por la que seguimos insistiendo, persistiendo, andando en nuestra historia

Bogotá, D.C. 24 de junio de 2011

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz