Memoria Taller

Disertaciones para la construcción de Paz territorial desde la transformación de la memoria

Estudio de cambio a largo plazo Christian Aid y Comisión Intereclesial de Justicia y Paz

Comunidades del Valle del Cauca en un taller y en un acto conmemorativo trabajaron las dificultades que se pueden encontrar en los procesos organizativos y las formas de resolverlas. El ejercicio propuesto consistió en que se organizaron grupos diversos, y con un impedimento corporal trataran de pintar, plasmar un mensaje alusivo al territorio en tela o en papel, y escogiendo un color. Unas personas tenían impedido un brazo, otros cubiertos un ojo, etc.

Desde la narrativa, diferentes actores de las comunidades partícipes, expresaron su experiencia en este espacio, Liliana Ruiz, lideresa comunitaria e integrante activa de la asociación AINI manifestó: “Para seguir el proceso de unión y de hermandad el grupo escogió el color amarillo como luz de esperanza que brilla sobre su territorio. Sentimos que podemos trabajar unidos frente a las dificultades existentes, siempre que haya un proyecto claro en el proceso que llevamos. Los obstáculos los podemos resolver, siempre que exista apoyo entre la comunidad.

Es tener la confianza, es ofrecer confianza cuando vivimos los momentos de dificultad. Es sentirnos apoyados. Cuando nos cubrieron a cada uno un ojo no sabía qué hacer inicialmente, pero reaccioné y dije, con el que puedo ver debo continuar, es potencializarse uno en la comunidad. Es parar, pero para pensar cómo resolver, no parar y quedarse ahí en la dificultad. En este caso nos miramos, hablamos y decidimos cómo continuar”.

Aida Mosquera, docente comunitaria, lideresa constructora de paz e integrante de la asociación AINI, indicó: “Cuando se unen dos manos es porque se puede ir contra cualquier dificultad, es saber que se puede, que podemos. Pero lo importante es saber que siempre estarán las dificultades, así mismo las soluciones, solo que debemos estar siempre atentos pensando cómo resolverlas y con quienes se resuelven. No hay impedimentos, se trata de tener claro cada quien cuál es la proyección y saber hacia dónde vamos”.

Siabel Obispo promotor de salud y recuperador de la medicina tradicional en el resguardo indígena Unión Agua Clara, expresó: “Para nosotros como pueblo Wounaan es muy importante saber lo que es la cultura. Este ejercicio que hacemos aquí, nos permite crear estrategias para enfrentar las políticas del Estado. Para enfrentar las políticas del Estado lo primero que debemos tener claro es que nosotros somos los dueños de los territorios donde vivimos, por lo tanto, este ejercicio nos deja claro que la cultura, el territorio y la unidad deben permanecer siempre. Como dueños del territorio debemos implementar las estrategias; primero la soberanía alimentaria, fortalecer las figuras de protección territorial, y ejercer nuestro control territorial comunitario, si no lo logramos, entonces serán otras personas las que controlen nuestros territorios. Por otro lado, debemos continuar trabajando por la unidad interétnica territorial ya que vivimos en el mismo territorio, tenemos los mismos ríos y el mismo mar”. 

Es una oportunidad de recrear, reinventar formas de resolver obstáculos en pro de la permanencia y protección en los territorios. Son formas de reconocer otras potencialidades y habilidades, nos reconocemos, nos descubrimos para la re-existencia.

Propiedad y autonomía territorial. Recuperación de especies. Fauna y flora. No olvidar lo que ha sucedido. De la esperanza fortalecer la cultura. Vivienda digna. Aprovechamiento sostenible del mar. Rescatar principios. Normatividad como principio fundamental. Adaptarnos a los cambios en nuestro territorio, dificultades y retos, fueron entre otras, las palabras que se destacaron en la plenaria.

Como reflexión de la discusión queda que es muy importante pensar en positivo, por ejemplo, retos frente a las dificultades. Es importante el deber de pensar en positivo, porque lo que se está proyectando y construyendo es en positivo para las comunidades. El lenguaje crea la realidad, crea el mundo, el pensamiento, el sentimiento.

“Es importante confiar en nosotras y nosotros, que somos autoridad y la ejercemos, por eso es que hablamos de figuras de protección del territorio, somos capaces de desarrollar nuestras potencialidades, a pesar de las dificultades que puedan existir. Si no pensamos en positivo, desconocemos nuestras propias capacidades y nos convertimos en seres incapaces”. Justicia y Paz.

Debemos tener claro que las dificultades son las oportunidades para generar cambios, para transformar.

“Kunta Kinte en la película raíces, es un ejemplo de la superación, a pesar que le cortaron un pie, él continuó buscando la libertad con ese impedimento. Ese es el proceso de reconstrucción de la memoria, tiene que ver con su transformación. Cuando hay duelo, la gente poco a poco lo va transformando, no se queda en el dolor porque se habla, se va sacando, no nos quedamos para siempre con el dolor, nos organizamos, porque pensamos en nuestras hijas, en nuestros hijos, no nos quedamos llorando, transformamos”. Ibis Yadira Sánchez, docente comunitaria san Francisco Naya.

“Si no transformamos, si nos quedamos en la pena, nos enfermamos, nos amargamos, nos llenamos de odio. Se transforma en algo positivo, para vivir distinto, para comenzar a vivir bien.”

Entonces la memoria se transforma en algo positivo, distinto. Desde la Memoria y Justicia, Democracia y Participación, Territorio y Ambiente. Son seis palabras que conjuntamente hemos descubierto, no son una casualidad.

Entonces hablamos de Memoria y Justicia y recordamos que ningún aparato de justicia en Colombia ha dado justicia a nadie, ese aparato de justicia es algo corrupto, favorece solamente a unos poderosos en este país. Pero nos preguntamos ¿por qué memoria?, pues es la memoria transformante la que va haciendo la justicia, porque en la medida en que recordamos sanamente a las personas ya sean familiares, amigos asesinados desaparecidos, todos ellos y ellas, están presente aquí. Son importantes sus nombres, por eso hay que recordarlos de la mejor manera haciendo un homenaje bonito, pero también es claro que se puede recordar de otra manera, mientras hay un proceso de transformación de la memoria.

Cuando se da el proceso de transformación de la memoria, se puede decir que estamos con la dignidad porque es la fuerza de los ancestros o familiares que nos anima a mirar al responsable de lo ocurrido, nos puede quedar la auto responsabilidad, fue el otro quien se equivocó y cometió el error.  Por eso desde la transformación de la memoria hablamos de otro tipo de justicia, más allá de una cárcel y de lo que diga un fiscal.

Ambiente y Territorio, Democracia y Participación; son palabras que nos tocan a todos, que nos comprometen. Estamos pensando en comunidades con población infantil y con población de jóvenes que puedan gozar de tranquilidad en sus territorios. El Estado no nos ha ofrecido esas posibilidades, por eso es que tenemos la responsabilidad de asumir los cambios que se deben dar. Estamos frente a un Estado que busca mantener la protección de unos pocos por encima de la mayoría que somos los campesinos, indígenas, afros, urbanos. Ante un gobierno que compra votos y que no permite una propuesta alternativa distinta. Un Estado que no quiere que aprovechemos y gocemos de nuestras propias tierras. Pero tenemos la posibilidad de cambiar esta realidad y de heredar a nuestros hijos y jóvenes otra realidad, de inclusión, de reconocimiento y de unidad”, reflexión grupal.

“En Memoria y Justicia, entonces se encuentra  la posibilidad de desarrollar otros espacios de la memoria transformante como el Festival de la Memoria con participación de magistrados de la Jurisdicción Especial de Paz y de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad, más la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas”. Justicia y Paz.

Territorio y Ambiente, es importante para iniciar con la cartografía territorial, la construcción de una línea de tiempo sobre la ocupación territorial y la proyección a partir de esa construcción de línea de tiempo.

“En el trabajo con niños y jóvenes se hace importante el fortalecimiento cultural, se podría construir una escuela de cuerpo y danzas que contemple el territorio y ambiente, la memoria y la Justicia, la democracia y la participación a través del folclore. Con el folclore se puede representar las prácticas cotidianas y el arraigo al territorio. El folclore permite descolonizar, transformar relaciones, transformar el machismo por respeto e inclusión, reconocer el cuerpo como una territorialidad, recrear la historia, transformarla”.  Justicia y Paz

Organización de apoyo y asesoría a procesos y comunidades que afirman el derecho a la Paz y arraigo territorial. 

Este folclore permite demostrar la capacidad que se tiene, el poder que las comunidades negras, indígenas y campesinas poseen en este aspecto de trabajar de una manera intercultural o interétnica.

“Es fundamental transformar el imaginario que ha dejado la guerra en nuestras comunidades, por eso se hace necesario transformar ese imaginario, construir espacios para que nuestra población infantil y de jóvenes cuente con espacios de encuentro y formación para prevenir que sean seducidos por los actores armados que recorren los territorios, debemos impedir el reclutamiento”, Luis Alfonso López, docente y asesor de la Junta directiva del Consejo Comunitario del Naya. 

Para esto se busca afirmar el derecho al juego, el derecho al deporte y la recreación. Es importante generar los espacios de encuentro y esparcimiento con población infantil y de jóvenes.

Lo que se busca es el cambio de las lógicas deportivas, encaminarlas más a la recreación teniendo en cuenta que cada actividad realizada tiene su relación con el ambiente y el territorio, la memoria y la justicia, la democracia y la participación. Estamos haciendo un tejido, por medio de la danza, lo deportivo y lo musical como proceso de transformación, de cambio que nos involucre a todos en la construcción de la paz territorial.

Imagen: Gabriel Galindo/Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.