DeVer – XI Festival de las Memorias.

XI FESTIVAL DE LAS MEMORIAS

Zona Humanitaria de Pueblo Nuevo Cuenca del Río Jiguamiandó.

Durante los días 1,2 y 3 de diciembre se realizó en la el XI festival de las memorias en el marco de la conmemoración de los 27 años de la denominada operación “septiembre negro” operación conjunta militar-paramilitar en septiembre de 1996 considerada como preludio de lo que se vendría en el territorio del Bajo Atrato, determinándose el año 1997 como el vaciamiento territorial, despojo y transformación tanto de las vidas de las comunidades como de los territorios.

27 años de memoria, celebrando y evocando la vida, de dolores, tristezas, angustias, frustraciones por no encontrar verdad y justicia, reconocimiento institucional de lo ocurrido. A este festival asistieron las personas mayoras, que tienen la memoria de lo ocurrido; pero también asistieron muchas mujeres y hombres jóvenes, las nuevas generaciones a quienes se entrega un legado de memorias transformantes. También asistieron delegaciones de distintas regiones de Colombia, absolutamente todas afectadas o impactadas por el conflicto armado; cada quien con una historia de transformación de esas afectaciones, procesos de larga data, más de dos décadas de encuentros, conmemoraciones, de hacer de la memoria un ejercicio pedagógico de construcción de Paz desde las bases de las comunidades y los procesos organizativos.

La línea de tiempo que se propuso como metodología permitió ver desde 1909 todo un proceso de asentamiento, seguido de fundación de caseríos de comunidades que a la ribera del río Jiguamiandó hicieron sus lugares de vida, recrearon sus costumbres y tradiciones, como comunidades de las cuencas vecinas, Curbaradó, Cacarica, Truandó, Salaquí, La Larga Tumaradó, Pedeguita Mancilla. Construcciones colectivas que se interrumpieron con la violencia del conflicto armado con diversos actores. Masacres, desplazamientos, desapariciones, asesinatos selectivos, controles económicos y sociales se convertirían en las últimas décadas en los nefastos episodios que afectarían la vida de estas comunidades.

Pero también en esa línea de tiempo se permitió encontrar hitos con los cuales las comunidades han marcado sus nuevas historias como las de los regresos para recuperar el territorio, la implementación de mecanismos de protección de sus vidas y las de los territorios, declaración de las Zonas Humanitarias, Zonas de Biodiversidad, Bosques de las Memorias, Eco aladea de Paz. Este festival de memorias permitió también saber como las comunidades y procesos vienen construyendo e implementando iniciativas de Paz territoriales, las cartas de la red SomosGénesis invitando al Acuerdo Humanitario Global y la Paz Global Territorial, todo el trabajo de memoria a partir del derecho restaurador, las casas y espacios de las memorias, el trabajo en términos de protección ambiental y como reciente iniciativa la declaración de los territorios como facilitadores de Paz.

Todas estas iniciativas han emergido como en momentos importantes de la vida del país, donde estas comunidades han aportado con sus propuestas y experiencias a la construcción de la Paz.

Un momento importante de este evento fue el conversatorio de justicia restaurativa, un diálogo entre personas implicadas en el conflicto, firmante de Paz de Farc, empresario, militar, defensor en ley 975 y obviamente delegadas de las comunidades como parte implicada y afectada. La importancia de la justicia restaurativa como camino que permita conocer verdades, verdades que tienen que ver con los intereses e impactos ambientales por la intervención de empresas en la sustracción de minerales. Este diálogo permitió reflexionar sobre los límites de mecanismos como le JEP al no contar con la suficiente decisión de ubicar a otros determinadores responsables de gran poder y reconocimiento social. El derecho restaurador como un ejercicio práctico de reconocimiento y dialogo entre responsables y afectados ha permitido trascender, comienzos de sanación de las heridas profundas dejadas por las acciones en la guerra.

Para que se garantice la no repetición de hechos, es fundamental que el Estado garantice las condiciones para decir la verdad, solo esa garantía puede romper con la impunidad que existe bajo el tratamiento y mirada de una justicia retributiva o punitiva que tienen enormes vacíos y no permite ver otras formas posibles de aplicación de justicia y sanciones desde las lógicas restauradoras.

Se concluye también a partir de este diálogo, que la Paz es una construcción colectiva desde las bases sociales y territoriales, que se requiere del impulso y decisión comunitaria y organizativa para exigir el derecho constitucional de la Paz. Y se resalta el comunicado de la honorable Corte Constitucional en el que reconoce la ley 2272 como un política en la que se puede o faculta el establecimiento de diálogo con actores, esto es lo que las comunidades han buscado explicar y hacer comprender como una estrategia de Paz Territorial.

Concluye este XI festival de memorias con la firma de un compromiso, un acuerdo para trabajar por la Paz desde los territorios. Con el canto de la mujer afro del Jiguamiandó, con la creatividad para narrar desde la obra teatral lo sucedido en los años de desplazamiento y del despojo territorial.

XI FESTIVAL DE LAS MEMORIAS