Detenidos arbitrariamente por el ejercito

“lo pequeño, desnuda la perversión del poder”


RESUMEN

Durante cerca de 24 horas fueron detenidos arbitrariamente y sometidos a abusos de autoridad, el niño de 13 años de edad EDWIN PERDOMO MARROQUIN, su prima, la joven MAIDA RODRÍGUEZ PERDOMO, 19 de años, y el adulto GUSTAVO MEDINA.

Los pobladores miembros de la Comunidad Civil de Vida y Paz, cobijados con medidas cautelares, desde el 17 de agosto pasado, quiénes se encuentran en condición de desplazados en Villavicencio, se trasladaron el pasado martes en búsqueda de unas semillas de café hacia el perímetro de Cumaral.

El miércoles 25 de agosto hacia el medio día fueron detenidos por cerca de 90 unidades militares adscritos a la VII Brigada, quienes les manifestaron que estaban en una operación de recepción de una guerrillera, luego los acusaron de ser colaboradores de la guerrilla. Las mismas unidades militares les ofrecieron dinero por colaborar con el ejército, algunos de ellos, les plantearon asumirse como guerrilleros para recibir un “dinerito”.

En el día de hoy, a eso del medio día recobraron su libertad luego de ser fotografiados, registrar sus huellas digitales y firmar un documento en el que afirmaron haber recibido un buen trato.

Los campesinos son parte de las 700 familias que fueron desplazadas del Ariari, son integrantes de la Comunidad Civil de Vida y Paz, organización comunitaria conformada por campesinas y campesinos que han construido una serie de exigencias al Estado Colombiano para su retorno, han desarrollado un Proyecto de Vida en la que afirman su Derecho a no ser involucrados en el conflicto armado interno y ejercer su derecho a la memoria, a la verdad, a la justicia y a la reparación integral.

Los detenidos arbitrariamente son familiares de REYNALDO PERDOMO, defensor de Derechos Humanos y líder del Ariari asesinado en agosto de 2003, son desplazados del Ariari desde la operación desplegada por la VII Brigada en enero del 2002, los que han generado simultáneamente la consolidación de estructuras paramilitares y combates regulares con la guerrilla de las FARC EP

DETALLES

• Martes 24 de agosto, luego de salir a primera hora de la mañana en dirección al municipio de Cumaral para comprar semillas de café, a las 9:00 horas aproximadamente, en el punto conocido como El Caney Medio, en la carretera principal, el vehículo de servicio público en el que se transportaban varios campesinos recibió la orden de parar su marcha por las autoridades militares que mantienen un retén en el lugar.

Los campesinos entre ellos MAIDA RODRÍGUEZ PERDOMO, 19 años de edad, su primo EDWIN PERDOMO MARROQUIN, niño de 13 años de edad, y GUSTAVOMEDINA, luego de presentar sus documentos de identidad, de ser registradas sus pertenencias, fueron fotografiados de espalda. Minutos después se les autorizó seguir su recorrido en dirección a Caney Alto donde comprarían las semillas de café

• Miércoles 25 de agosto, a eso del mediodía, en el punto conocido como La Playa entre Caney Medio y Alto, cuando los tres campesinos y uno de nombre MARTÍN, iban en dirección a la carretera principal que conduce a Villavicencio , fueron detenidos por cerca de 100 unidades militares adscritas a la VII Brigada.

Los militares expresaron que estaban a la espera de tres personas, entre ellas una guerrillera que había decidido vincularse al programa de reinserción del gobierno. Los efectivos regulares dividieron a los varones de la mujer, luego de interrogarlos sobre la razón de su presencia en el lugar, de reiterar que era una zona de orden público, les manifestaron que debían andar con ellos para llegar a una propiedad de un señor de apellido RAMOS. El poblador nombre MARTÍN decidió regresar con las unidades militares al lugar indicado , mientras que los otros campesinos permanecieron detenidos en el lugar.

Desde ese momento, uno de los militares, al parecer de grado Sargento, les manifestó a los tres campesinos que colaboraran con el gobierno, “pueden ganarse un dinerito”, “se pueden ganar una comisión”, “hablen de lo qué saben”. En otros momentos otros expresaron: “declárense como guerrilleros, y les va bien”

Los habitantes insistieron en que solo estaban adquiriendo unas semillas de café en la región para sus propuestas de pan coger como desplazados. Horas más tarde los regulares expresaron que el hombre llamado MARTÍN había escapado, que este los había acusado de ser auxiliadores de la guerrilla. Después afirmaron que el campesino informó que habían visto 15 campesinos y no habían informado a las autoridades

Las unidades regulares los mantuvieron separados durante todo el tiempo en una escuela y una casa campesina del punto conocido como La Playa.

Durante la noche a través de los radios de comunicación fueron intimidados con mensajes amenazantes “ a los tres hay que matarlos” (…) “esos son auxiliadores de la guerrilla” (…) “no hay nada más que hacer”. Algunos insistieron en decirles “colaboren, no se van a quejar del trato”(…) “colabore, se ganan una platica y les va bien, viven tranquilos”

* Miércoles 25 de agosto, a las 5:30 horas, cuando fueron al baño varios encapuchados con prendas militares los siguieron diciendo: “no se pueden dejar solos, de pronto se escapan” (…) “estos no colaboran”.

Minutos después un militar les informó que serían trasladados al sitio conocido como Caney Medio hasta su traslado los uniformados insistieron que deben decir que los hemos tratado bien, les reiteraron que podían ganarse un dinero si colaboraban con ellos.

A las 9:00 horas aproximadamente fueron trasladados a Caney Medio en la carretera principal que conduce a Villavicencio, donde son interrogados y presionados para colaborar ganándose un dinero y reiterando que debían expresar que habían sido bien tratados.

A las 11:00 horas son transportados por vía terrestre hacia una sede militar en Cumaral. Allí los recibió un alto oficial quién les expresó que ellos estaban en un zona de orden público, que era importante saber que habían sido bien tratados.

Posteriormente dos militares, los sometieron a un nuevo interrogatorio, les tomaron nuevamente sus documentos de identidad, registraron los números del celular de MAIDA, anotaron los nombres, los números registrados de llamadas, les tomaron las huellas digitales, y fotografías del rostro.

Les preguntaron por el lugar de residencia como desplazados, agregaron que el barrio Porfía era el de “los paracos”, sobre su desplazamiento, posteriormente les hicieron firmar un documento de buen trato.
Hacia el medio día, los dejaron en libertad.

LINEAS DE INTERPRETACION

Los pobladores del Ariari se han visto obligados al desplazamiento forzoso a diversas regiones del país y a Villavicencio desde enero del 2002, período en el cual se ha producido el desplazamiento de por lo menos 700 familias. En el municipio de Villavicencio, capital del departamento del Meta, se han visto obligados a vivir en barrios de control y de presencia paramilitar donde además de verse obligados al silencio, viven en condiciones infrahumanas.

Desde hace unos meses, en medio de estas condiciones, familias del Ariari se constituyeron en Comunidad Civil de Vida y Paz con una propuesta de retorno en distintas etapas, con una propuesta de afirmación integral de sus derechos a la vida y a sus tierras, muchas de ellas, de interés estratégico de los paramilitares que se encuentran en la región bajo el nombre de Autodefensas Unidas de Colombia”, Bloque Centauros, quiénes participan en el proceso de institucionalización paramilitar de Santafé de Ralito.

Estas estructuras armadas encubiertas se extendieron y se consolidaron en la región del Ariari en las zonas bajas, y medias, cascos urbanos, en coincidencia con la presencia institucional de unidades militares del Batallón 21 Vargas y de unidades policiales. En desarrollo de las operaciones supuestamente dirigidas contra la guerrilla de las FARC EP, desde el 2002, se han producido más de 200 asesinatos, y desapariciones forzosas que se encuentran en absoluta impunidad.

Los abusos de autoridad, y la detención sufrida por los tres campesinos, entre ellos, de un menor de edad ha sido una actuación ilegal. La situación preconiza los abusos que se presentaran contra la población civil que transita o habita en zonas de conflicto armado y donde, sin que exista la aprobación del Estatuto Antiterrorista, se presentan este tipo de vulneración a los derechos fundamentales.

Bogotá, D.C agosto 26 de 2004
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz