Desplazamiento forzoso en el Ariari

Ha pasado más de un año desde la terminación del diálogo entre el Estado colombiano y las FARC EP. Antes del cese al diálogo el Alto Ariari, límites de la zona de distensión, fue siendo poco a poco militarizado. Desde ese tiempo arreció el dolor, la tragedia como un sino de eterno retorno se recrudeció, como la violencia de la guerra sucia vivida desde 1.985.


Desde enero del 2002 vinieron las amenazas de incursiones armadas encubiertas de tipo paramilitar, las operaciones regulares que las anunciaron, acompañadas de saqueos, de señalamientos. Poco a poco operaciones mixtas de militares de la Fuerza de Despliegue Rápido FUDRA y del Batallón 21 Vargas y de unidades de “civiles” armados consolidaron la presencia en los cascos urbanos y las zonas bajas. Bloqueos económicos, amenazas de muerte, asesinatos, desapariciones forzosas, el desplazamiento forzoso, el abigeato, la posesión de tierras se convirtieron en la cotidianidad de la vida de los campesinos, muchos de ellos testigos mudos e impotentes ante una maquinaria criminal que bajo el pretexto de confrontación militar a las FARC EP ha definido en la práctica como blanco militar a la población civil.

Vinieron desde las zonas altas, respuestas esporádicas, desde el modelo de guerra de guerrillas de las FARC EP y algunos contactos armados.

El pasado viernes 1 de agosto, en desarrollo de la guerra implementada a través de la política de Seguridad “Democrática” en las zonas altas se produjeron bombardeos, horas después ametrallamientos indiscriminados que generaron el desplazamiento de más 80 familias de los pobladores del municipio de El Castillo, departamento del Meta, de los poblados “20 de julio”, “La Esperanza”. La primera huida forzosa se produjo en razón de las operaciones oficiales.

Horas después, en respuesta militar desde el modelo de guerra de guerrillas de las FARC EP se iniciaron enfrentamientos militares, lo que hizo temer a los pobladores ser víctimas del fuego cruzado, así se produjo una segunda oleada de desplazamiento..

Hasta el momento se han conocido las primeras versiones de algunos pobladores que han logrado llegar a la capital del departamento del Meta.

° Viernes 1 de agosto, en horas de la tarde unidades del Batallón 21 Vargas, iniciaron una avanzada por tierra en jurisdicción del poblado del Puerto Esperanza ingresaron por las faldas montañosas hacia la vereda “20 de Julio” y “La Esperanza”.

Luego de varias horas de avanzada y de tiroteos esporádicos se iniciaron enfrentamientos por tierra con miembros de la guerrilla de las FARC EP. En ese primer momento las familias campesinas se concentraron en varias viviendas y algunas se vieron obligadas a salir de la región por temor a los efectos de la operación militar regular y las posibles confrontaciones armadas.

En horas de la noche, de acuerdo con los testigos, el avión fantasma y al parecer, otras aeronaves bombardearon en las zonas altas del Ariari.

Hasta las 4:30 hora local del 2 de agosto, se escucharon los sobrevuelos bombardeos

° Sábado 2 de agosto, desde las 5:00 horas aproximadamente, varias familias se desplazaron por temor a bombardeos indiscriminados.

Durante la mañana en las zonas altas se desarrollaron enfrentamientos armados por tierra. De acuerdo con los testimonios, se produjeron un significativo número de víctimas entre los combatientes, cercanos, según algunos al centenar, la mayoría de ellos militares.

En horas de la tarde, los “civiles” armados dentro de la estrategia militar encubierta y la mayoría de los militares regulares bajaron de las zonas medias y altas de la montaña, y abandonaron el casco urbano del corregimiento de Puerto Esperanza. La mayoría de los armados se trasladaron al casco urbano del municipio de El Castillo.

Entre las 18:30 y las 20:00 horas algunas ambulancias llegaron al poblado donde recogieron a varios militares heridos.

Desde las 20:00 horas militares y paramilitares salieron del casco de Puerto Esperanza.

° Domingo 3 de agosto, hacia las 16:20 horas se iniciaron nuevamente ametrallamientos indiscriminados en los caseríos de “La Cima”, “El Encanto”, “La Macarena” que generó una nueva oleada de desplazamiento hacia Medellín del Ariari y Villavicencio. Estas operaciones aéreas de ataque se mantuvieron hasta las 18:30 horas

A eso de las 17:00 horas se produjo la respuesta militar desde tierra por parte de la guerrilla de las FARC EP.

Por los enfrentamientos y el temor a ser víctimas de las confrontaciones se genero otra oleada de desplazados.

En Medellín del Ariari, los “civiles” armados dentro de la estrategia militar encubierta con armas cortas y en motos se mantuvieron controlando y vigilando, mientras efectivos de FUDRA se encontraban en los alrededores del casco urbano, luego cruzaron por el mismo sin que hubiera ningún tipo de enfrentamiento.

De acuerdo con las informaciones recibidas algunas de las familias desplazadas que llegaron a Medellín del Ariari se han refugiado en el centro parroquial de la iglesia católica y en casa de familiares en donde han instalado banderas blancas.

Hasta las 20:45 horas continuaron los sobrevuelos aunque cesaron los enfrentamientos armados.

° Lunes 4 de agosto, hacia las 16:05 aproximadamente, se inició un nuevo ametrallamiento desde el aire en los caseríos de “La Esperanza” y “La Cima” y “El Encanto”, donde aún se encuentran pobladores civiles. Minutos antes se produjo una movilización de tropa en dos camiones que se dirigían por tierra hacia los poblados de “La Cima”, “La Esperanza” y “El Encanto”, mientras en el casco urbano de Medellín del Ariari continúan los patrullajes paramilitares.

La cantidad de víctimas entre los combatientes y las posibles víctimas civiles y sus responsables se desconoce, tanto como, los daños a bienes civiles y de supervivencia en desarrollo de la guerra estatal y los daños a bienes civiles y de supervivencia en el marco de la guerra de guerrillas. Se desconocen los daños y efectos causados en la población civil por los enfrentamientos armados.

Ha sido evidente la OMISIÓN, la TOLERANCIA, la AQUIESCENCIA, la ACTUACIÓN CONJUNTA, la COMISION POR OMISIÓN de la Fuerzas Militares con las estructuras criminales encubiertas de tiempo atrás, y la unidad de acción en las operaciones pretendidamente contrainsurgentes o contraguerrilleras. Se han violado no solamente los Derechos Humanos sino infringido las normas del Derecho en la Guerra adoptado y suscrito por el Estado colombiano

Los efectos de la operación militar han agudizado la crisis de derechos humano y derecho humanitario que viven los pobladores del Ariari desde enero del 2002. Existe una absoluta pasividad e inacción del Estado civil para enfrentar las estructuras armadas que han desestructurado los procesos comunitarios de la población civil y para apoyar las iniciativas de la población civil que desde el principio de distinción y los derechos integralmente concebidos afirman sus derechos.

En el Ariari en medio del evidente control militar-paramilitar y de las actuales confrontaciones militares decenas de familias del Ariari están afirmando sus Derechos a la Vida y al Territorio.

COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ
Bogotá, D.C Agosto 03 del 2003