Como La Chimoltrufia
Un complot urdido por “un circulito de periodistas bogotanos”. Esas fueron las palabras del entonces presidente Uribe para referirse, en 2006, al escándalo del DAS.
De manera pedagógica, si no es que ofensiva, el ex mandatario reprendió al director de la revista Semana, cuya publicación tildó de “graciosa y frívola” y a quien recordó que “Aquí no estamos en juego de muñecas”. Entre tanto, resaltó las formidables cualidades del ex director del DAS Jorge Noguera, del que dijo era un hombre “incontaminado y buena persona”, “Honesto y bien referenciado”.
Poco después el ex presidente consideró que bajo el mandato de Andrés Peñate el DAS logró su depuración, gracias a la detección de las manzanas podridas. También por ello lamentó que el funcionario, “un excelente profesional”, dejara su cargo para ir en busca de uno mejor remunerado.
Tras defender en distintos auditorios el desempeño del DAS, el ex mandatario montó en cólera cuando los medios alertaron sobre posibles irregularidades, en octubre de 2008. Como una “trampa al gobierno” calificó el episodio y se mostró consternado con la renuncia de la directora de turno: “A mí me da tristeza que renuncie María del Pilar Hurtado, es una mujer totalmente honorable”.
Luego vino otra depresión (dijo estar “desolado, desconsolado y desorientado”) el día en que la Fiscalía le abrió el proceso penal al ex director de la Unidad de Análisis Financiero, Mario Aranguren. “¡Qué injusticia que Mario Aranguren esté en la cárcel!”. En ese momento, como lo hiciera Piedad Córdoba no hace mucho, puso en duda la legitimidad de las instituciones: “en términos generales” —sostuvo— “confío en la justicia colombiana”.
Ahora llega el fallo del Procurador contra el ex secretario presidencial Bernardo Moreno y la respuesta del ex presidente, que en esta ocasión no cuestiona la sentencia ni la reduce a un tema de persecución política, se limita a un comunicado en el que destaca las denuncias hechas por los medios de comunicación “sobre penetración de presuntos narcotraficantes en asuntos de algunos magistrados”. Los mismos que no hace mucho confundían el periodismo investigativo con bañar a la Barbie en piscina del Ken.
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