La contaminación del vertido de lodo rojo llega al Danubio

Los equipos de emergencia trabajan en el río Raba, afluente del Danubio, para frenar el avance de los fluidos tóxicos.- Mueren los peces del río Marcal, el primero afectado por la contaminación.- El primer ministro húngaro dice que no se podrá volver a vivir en la zona más afectada


Los fluidos tóxicos provocados por el vertido de barro rojo tras la ruptura de una balsa con residuos de aluminio en Hungría han llegado al río Raba, afluente del Danubio. Los equipos de emergencia tratan de reducir el vertido en este río para evitar que llegue a una de las mayores vías fluviales de Europa. Pero, según la subdirectora de la Dirección General de Desastres de Hungría, Reka Becz, aunque la situación parecía controlada, con los últimos datos que muestran un grado de acidez de 9,3 en la confluencia del Raba y del Danubio, algo de contaminación está llegando al gran río europeo.

En la escala de acidez que va de 0 a 14 la vida se mueve siempre en las zonas centrales, lo más cerca del pH neutro, el 7. Los dos extremos (ácido o alcalino) son igual de peligrosos. El primer día el lodo tóxico alcanzó un pH de 13. El grado detectado va bajando y en la confluencia con el Danubio marcaba esta mañana 9,3. Según el responsable de las tareas de limpieza, Tibor Dobson, “lamentablemente no es una situación clara” y “no se puede descartar la destrucción de la fauna” en la cuenca del Danubio, ya que, aunque el pH del agua ha bajado desde el valor de 13, incompatible con la vida, aún está en un nivel que puede ser peligroso. Pese a esta cautela, Dobson ha destacado la importancia de que el pH del agua contaminada que ha llegado al Danubio tenga ya un valor de 9. Además, ha confiado también en que la disolución del lodo sea mucho más rápida en el gran río, al ser mucho más caudaloso que los afectados hasta ahora.

Alexa Antal, de WWF-Adena, se ha mostrado también optimista ya que los datos que manejan hablan de un pH por debajo de 10, “mejor de lo que se esperaba”, ha indicado a la agencia Efe. “No sabemos la cifra exacta, pero los fluidos tóxicos se están diluyendo y creemos que no va a ser una catástrofe”, ha añadido.

Dobson ha señalado que por el momento no hay datos de peces muertos en los ríos Raba y Mosoni-Danubio, pero ha reconocido que en el primer río afectado, el Marcal, han muerto todos los peces por la contaminación.

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, ha asegurado que “no se puede vivir” en la zona del desastre. Orban, que está visitando los pueblos afectados, ha dicho que habrá que cercar y aislar las zonas más contaminadas de Kolontar, uno de los pueblos arrasados por la ola tóxica. “Es difícil encontrar las palabras, si esto hubiera ocurrido durante la noche, todo el mundo estaría muerto”, ha manifestado. En su opinión, el desastre no pudo deberse a causas naturales. “Esta es una catástrofe sin precedentes en Hungría. Lo más probable es que se deba a un error humano. El muro [de la balsa] no se desintegró en un minuto, esto debería haberse detectado”, ha subrayado.

Rumanía, en alerta

El lodo tóxico, ya en el caudal del Danubio, podría llegar el sábado a la provincia rumana de Mehedinti, cuya capital toma el agua de este cauce para el consumo humano. Florin Albei, director de la Prefectura de Mehedinti, ha indicado a Efe que el barro rojo podría alcanzar la localidad de Brazias, junto al Danubio, aunque ha confiado en que el lodo se disuelva antes. En cualquier caso, las autoridades han previsto ya la posibilidad de cortar el suministro de agua a Dobreta Turnu Severin, la ciudad de 100.000 habitantes que es capital de esa provincia y que bebe del Danubio. “El mayor daño sería para los peces, para la fauna y la flora de la zona”, ha dicho Albei.

El vertido se inició el pasado lunes con la rotura de un dique que almacenaba barro rojo -una sustancia química tóxica, alcalina y corrosiva- en una empresa de aluminio cerca de la localidad de Ajka (160 kilómetros al oeste de Budapest). La rotura de la balsa provocó una inundación que ha barrido 40 kilómetros cuadrados entre tres condados (Veszprém, Györ-Moson-Sopron y Vas) y ha causado al menos cuatro muertos y 132 heridos. En la relación de damnificados, hay dos causas. Las víctimas mortales parece que lo han sido por ahogamiento. Las otras pudieron resultar afectadas por el contacto con el contenido del depósito.

La compañía propietaria de la fábrica de aluminio, Hungarian Aluminium Production and Trade Company, estudia si la causa del accidente fue un error humano, aparte de un aumento de la cantidad de líquidos en la balsa por las lluvias recientes. Las autoridades han ordenado a la empresa que detenga la producción de aluminio.

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