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Asesinado por milicianos de la guerrilla de las FARC EP habitante del Territorio Colectivo del Jiguamiandó

Nuestra Censura y Constancia Histórica ante el daño irreparable a la vida e integridad personal de ALFONSO IBAÑEZ habitante de la Zona Humanitaria “Nueva Esperanza”, crimen cometido por milicianos de la guerrilla de las FARC EP en un paraje aún desconocido


Bogotá, Enero 24 de 2006

Doctor
FRANCISCO SANTOS
VicePresidente de la República

Doctor
SABAS PRETEL DE LA VEGA
Ministro del Interior

Doctora
CAROLINA BARCO
Ministra de Relaciones Exteriores

Doctor
MARIO IGUARAN
Fiscal General de la Nación

Doctor
EDGARDO MAYA VILLAZON
Procurador General de la Nación

Doctor
VOLMAR PEREZ
Defensor Nacional del Pueblo

Referencia: Asesinado por milicianos de la guerrilla de las FARC EP habitante del Territorio Colectivo del Jiguamiandó

“los ancianos de su ciudad mandarán a aprenderle para hacer justicia. Harás desaparecer de Israel todo derramamiento de sangre inocente, y así te irá bien”.
Deuteronomio 19, 11-13

Nuestra Censura y Constancia Histórica ante el daño irreparable a la vida e integridad personal de ALFONSO IBAÑEZ habitante de la Zona Humanitaria “Nueva Esperanza”, crimen cometido por milicianos de la guerrilla de las FARC EP en un paraje aún desconocido

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PROPIEDAD DE DON ALFONSO IBAÑEZ, APROPIADA ILEGALMENTE PREPARADA Y SEMBRADA EN PALMA
MAQUINARIA DE LA EMPRESA PALMICULTORA

Don ALFONSO IBAÑEZ además de ser un defensor honesto del Proyecto de Vida de las comunidades, con su valentía rompiendo el terror institucional, en medio de las amenazas militares y paramilitares, denunció la interacción entre paramilitares y la apropiación ilegal de tierras para la siembra de palma.

* Martes 24 de enero, aproximadamente a las 2:30 p.m. nuestra Comisión de Justicia y Paz recibió la versión de pobladores de la región, según la cual milicianos de la guerrilla de las FARC asesinaron al patriarca ALFONSO IBANEZ.

Aun se desconoce con precisión cuando ocurrieron los hechos, en donde los milicianos de la guerrilla lo asesinaron, dónde se encuentra el cuerpo sin vida de ALFONSO IBAÑEZ, se desconocen las circunstancias de modo, de tiempo y de lugar en que se realizó el crimen de este poblador de la Zona Humanitaria “Nueva Esperanza”.

El campesino IBAÑEZ, en los primeros días de diciembre salió de la Zona Humanitaria “Nueva Esperanza” a las parcelas que le fueron cedidas para su siembra de pan coger por parte del Consejo Comunitario en vista de que su tierra había sido sembrada con palma aceitera. Era costumbre de ALFONSO IBAÑEZ dedicarse al trabajo del campo por largas temporadas, regresando solamente a las reuniones de Asamblea

El poblador había expresado temor por su vida ante los operativos militares que se adelantaron por parte de la Brigada 17 en los lugares humanitarios y las sistemáticas amenazas recientes sobre las que hemos dejado Constancia en octubre, noviembre y diciembre.

Nuestra Censura Moral ante el asesinato del Señor IBAÑEZ, como le llamamos cariñosamente, por parte de los milicianos de la guerrilla de las FARC, no tiene ninguna justificación ética ni política y mucho menos militar. Su asesinato es una muestra del desconocimiento de la dignidad de los Derechos de la persona humana, de la comunidad y de los Pueblos que afirman integralmente sus derechos a la Vida y al Territorio. No existe sustentación alguna para justificar este Crimen.

Ninguna ventaja militar ha generado este atentado al habitante de la Zona Humanitaria “Nueva Esperanza”. El actuar de la guerrilla de las FARC ha afectado no solamente la vida e integridad personal de ALFONSO IBAÑEZ y de su familia, sino la de todos los habitantes afrodescendientes en el Jiguamiandó y el Curvaradó que afirman el Derecho a la Verdad, a la Justicia y a la Reparación Integral y el respeto al Territorio.

Este crimen es un duro golpe para las comunidades que han elegido el camino de la afirmación de sus Derechos a la Vida y al Territorio. El campesino IBAÑEZ denunció nacional e internacionalmente el desplazamiento por acciones de tipo paramilitar, la persecución de la que fue víctima y la presión en desarrollo de la estrategia militar encubierta para que entregara su propiedad –mejora- para ser sembrada con palma.

Gracias a su valentía en medio del gran terror, que a veces aprisionaba sus palabras, se había logrado obtener pruebas que constataban, una vez más, la relación entre la estrategia paramilitar y los empresarios de la palma en el montaje del proyecto agroindustrial. Don ALFONSO IBAÑEZ testimonió a instituciones estatales y organizaciones y grupos de solidaridad, la apropiación ilegal de su propiedad, el desarrollo de la siembra de palma aceitera dentro del Territorio Colectivo y su interacción con la estrategia paramilitar.

Nuestra Censura Moral ante su asesinato, que ha sido una afrenta a la dignidad de la comunidad, una ofensa que contribuye al incremento del terror de la población sometido a una persecución sistemática por parte del Estado desde 1.996, que deja una historia de arrasamiento de 14 caseríos y 13 desplazamientos forzados, que han permitido la apropiación ilegal de tierras y la siembra de palma en 14 caseríos dentro del Territorio Colectivo del Curvaradó
y 112 crímenes que se encuentran en absoluta impunidad.

El Curvaradó y el Jiguamiandó lloran. Lloran de tristeza afrodescendientes y mestizos. Lágrimas caen en los ríos y en la tierra, dolor que experimenta la naturaleza toda, la biodiversidad por la que ALFONSO IBAÑEZ afirmó la verdad, y creyó en las posibilidades de la justicia. Hoy se llora sin parar, un nuevo duelo en medio de operaciones militares de la Brigada 17, en las nuevas fases de expropiación y de control militar y en medio de una guerra de guerrillas que se desata en la región, en la que sin ningún tipo de distinción se ataca a combatientes y no combatientes.

De toda consideración,

COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ