Abusos de autoridad Señalamientos de la policía y actuaciones paramilitares

“Pobres de ustedes que meditan la injusticia, que toda la noche traman el mal, y al amanecer lo ejecutan cuando está a su alcance. Si les gustan unos campos, se los roban; si unas casas, se las toman. Se apoderan de la casa y de su dueño, de la gente y de su prosperidad” (Miqueas 2, 1-2)


RESUMEN

Señalamientos, intimidaciones, hostigamientos, presiones psicológicas, anuncio de judicializaciones, interrogatorios inquisitorios e incluso detenciones arbitrarias son parte de las actuaciones de la Policía de Urabá en el municipio de Murindó y Carmen del Darién y del Batallón Fluvial 20 contra los integrantes de los Consejos Comunitarios del Jiguamiandó y las familias del Curvaradó que se encuentran en las Zonas Humanitarias.

La actitud policial en los meses de julio, de agosto y de septiembre se ha ido focalizando contra los miembros de la junta directiva del Consejo Mayor del Jiguamiandó y de los Consejos Comunitarios de Curvaradó. En los interrogatorios a los que se ven sometidos los integrantes de los Consejos Comunitarios se acusa a MANUEL DENIS, WILLINTON CUESTA, MARIA LIGIA CHAVERRA, ERASMO SIERRA, se les pone en cuestionamiento su honestidad ética y moral. En algunas ocasiones las unidades policiales, fundamentalmente los oficiales, proponen a los afrodescendientes acusar a sus vecinos, o a sus líderes como miembros o auxiliares de la guerrilla, se ofrece a los pobladores un cambio de vida y de bienestar, aceptando asumirse como guerrilleros para ingresar al plan de reinserción. Las autoridades policiales se convierten de hecho en autoridades judiciales que retienen, interrogan y acusan a los afrodescendientes del Consejo Comunitario.

Mientras las autoridades policiales y militares hostigan a los afrodescendientes, los civiles armados de la estrategia paramilitar avanzan en la delimitación y apropiación de las tierras que están englobadas dentro del título colectivo del Consejo Comunitario de la Cuenca del Jiguamiandó y retienen a un afrodescendiente junto con su hijo, a quien interrogan sobre las organizaciones humanitarias acompañantes, sobre por qué permanecen en el territorio, por la presencia de la guerrilla e informan que están delimitando las fincas para el avance de los cultivos de palma aceitera que traerá trabajo y progreso en la región.

DETALLES

* Viernes 16 de julio, a las 15:00 horas aproximadamente, en el municipio de Murindó, 4 unidades de la Policía se acercaron al afrodescendiente WILLINTON CUESTA CORDOBA, poblador del Jiguamiandó, miembro de la Junta del Consejo Mayor, para solicitarle los documentos de identidad. Después de revisar el documento, los policías trasladaron a WILLINTON al puesto policial en Murindó, departamento de Antioquia. El Mayor LOZADA allí adelantó un interrogatorio al afrodescendiente preguntando acerca de las razones de su presencia en Murindó, acerca de su familia, de su trabajo:.“ lo mandé llamar, porque como no lo había visto aquí, pues debía conocerlo”

El oficial de la Policía aseveró: “¿No me niegue, en concreto que vino usted a buscar en Murindó?” (…) “Yo a usted lo vi allá en el evento de las comunidades”, -refiriéndose al convocado por la iglesia y las instituciones locales el 16 de julio-.

A pesar de que WILLINTON explicó su trabajo como campesino y su papel como miembro de los Consejos Comunitarios en derechos consagrados en la Constitución y la ley 70 de Comunidades Negras, el oficial de la Policía insinuó al afrodescendiente de estar haciendo un trabajo con la guerrilla.

El comandante policial expresó: “No me niegue. ¿Cierto que usted es un líder de la comunidad?” (… )” “¿Cómo se llama la organización de la comunidad? ” (… )“¿Usted no sabe que la guerrilla tiene sus políticos, asesores y abogados, que dan discursos en las comunidades, en los pueblos, que van a reuniones y se hacen pasar por miembros de las comunidades?” ” (…) “Yo terminé mi carrera en Derecho estando en la policía. Soy ingeniero civil. En todos estos puestos me ha tocado hablar con la guerrilla, con políticos y abogados. Ellos me han echado el cuento y yo nunca les he aventado, ni estoy contra la política de ellos. Estoy contra las actuaciones que hacen contra las comunidades, pero contra su política no. Yo puedo saber que aquí viene un guerrillero que sea político y me diga la verdad y yo no le hago nada, por eso no lo voy a capturar, somos amigos. Puede entrar y salir y realizar sus trabajos y actividades mas no atentar contra la población porque allí si, si nos toca darnos plomo.”

“Estando yo aquí ya han venido guerrilleros y me han dicho la verdad y yo los he dejado libres porque así es que a mí me gusta. Yo tengo que entender que todos somos seres humanos y yo por el hecho de tener este uniforme no puedo maltratar a las personas porque no estemos en la misma ideología. Vea estos guerrilleros entran y salen tranquilos, llevan su mercado y somos amigos. Lo único que si les digo es que aquí no vengan a hacer sus cagadas, a matar a la gente y a quitarle sus cositas porque allí si los echo afuera y si nos toca darnos plomo nos damos plomo, pero si no sucede eso somos amigos.”

“La ideología de la guerrilla es verdadera y ellos pueden triunfar siempre y cuando ellos mejoran su actuación militar, porque usted sabe que esta guerra la gana el mas inteligente.”

El afrodescendiente del Consejo Comunitario del Jiguamiandó reiteró: “¿Usted conoce la ley 70?. Si la conoce, usted sabe que los consejos comunitarios son legales y constitucionales. “¿Usted para que me dice todo eso a mi? Yo no soy político de la guerrilla, ni soy asesor, ni abogado.” (…) “ Señor oficial, usted qué me quiere insinuar o de qué me quiere acusar ? Qué le han dicho de mi, que conoce de mi, para usted darme estos discursos como si yo fuera un guerrillero?.” “A mi no me interesa esta charla que usted me tiene. Me interesaría si yo fuera guerrillero pero como no lo soy, hágame el favor y no me hable más de esto., hábleme a nivel de población civil porque eso es lo que soy.”

El Mayor LOZADA respondió: “A usted le debe interesar la charla, porque usted vive en el campo donde la guerrilla opera y ellos a través de sus políticos van a las comunidades y empiezan a echarle cuento. Entonces ustedes ya estando claro de esto no caen en el error.”

WILLINTON expresó : “Mayor Lozada, en estos momentos es difícil las comunidades caer en el error de aceptar sus discursos políticos de cualquier actor armado, incluyéndolos a ustedes, porque para nosotros es claro que es lo que ustedes quieren con la población civil, involucrarnos en la guerra. Desde el 1997 hasta la fecha ya hemos entendido quienes son todos los actores armados y que es lo que defienden, porque no defienden a la población civil, porque si defendieran a la población civil no estuviéramos en la situación que estamos. Ya nosotros hemos marcado nuestro Proyecto de Vida el cual hemos rechazado la participación directa en la guerra, porque luchamos por nuestras vidas y nuestros territorios, que son desde nuestros ancestros” (…) .“¿Usted no sabe que la presencia de la Fuerza Pública en las comunidades les ha hecho daño desde 1.996? Y lo que ustedes hacen en las comunidades no es lo mejor para la defensa de ellas. Siempre pretenden vincularnos en el conflicto. La defensa y la protección de las comunidades depende en que nos distingamos del conflicto como población civil, rechazando la presencia de todos los actores armados en las comunidades.”
“Por lo tanto hemos creado unas Zonas Humanitarias donde no admitimos la presencia de ningún grupo armado incluyéndolos a ustedes. Es un espacio exclusivo para la población civil.”

El oficial LOZADA manifestó : ¡Cómo que no quieren la presencia de la Fuerza Pública, si la Fuerza Pública es la que está para proteger al campesino! Y usted no sabe que para la Fuerza Pública no hay territorios vedados?”

El miembro del Consejo Comunitario reiteró: “Nosotros los sabemos, es muy claro, pero nosotros lo que exigimos es transparencia, es respeto de derechos humanos, es justicia por los atropellos cometidos, que respeten nuestras hectáreas de Zonas Humanitarias. Nosotros no le estamos negando que anden en las 54 973 hectáreas del territorio de las comunidades, lo pueden andar, mas tienen que respetar las pocas hectáreas de habitación de las comunidades.” (…) “Ahora yo creo que su casa en el pueblo debe estar enrejada para que nadie le pase por su patio o por su andén o se pida permiso para entrar. Entonces nosotros porque no lo podemos hacer si estamos dentro de nuestro territorio y una comunidad es nuestra casa. Nosotros ponemos condiciones para quien desea entrar allí. También pedimos la presencia permanente de la Procuraduría y de la Defensoría como agentes del Estado para que sean ellos quien digan que hay a dentro y que se mueve.”

Agregó el oficial LOZADA: “Ahora prohíben que la Fuerza Pública entre, pero ¿cómo van a hacer con la nueva Ley del Estatuto Antiterrorista?”

El afrodescendiente expresó: “seguiremos buscando mecanismos porque usted sabe que las comunidades en el campo no podemos estar revueltos con ustedes, porque nos convierte en objetivo militar. Ustedes tienen que estar en su lugar y nosotros en nuestro lugar como población civil.”

El oficial LOZADA arrebató al afrodescendiente la agenda personal, inspeccionó hoja por hoja y expresó: “¡Usted tiene bastantes amigos nacionales e internacionales y es amigo con los curas y las iglesia.

Hacia las 16:00 el campesino fue puesto en libertad.

* Miércoles 21 de julio, en horas de la tarde arribó al municipio de Carmen del Darién ERASMO SIERRA, habitante de la Zona Humanitaria de “Nueva Esperanza” del Consejo Comunitario del Jiguamiandó, para recibir atención médica y vender algunos animales menores.

15 minutos después de haber llegado al casco urbano del municipio, el campesino fue abordado por varios miembros de la Policía, quiénes luego de solicitarle los documentos, le exigieron acompañarlos a donde estaba el Comandante del lugar.

Llegando al puesto de Policía, el oficial dijo al campesino : “¿Como le va Don Erasmo? Mire lo que pasa es que tenemos información que usted es informante de la guerrilla y que viene aquí para llevarles información a ellos.”

El campesino respondió contundentemente al oficial: “mire yo tengo más de 20 años de vivir en estas tierras. Yo soy un campesino honesto, y no tengo ninguna clase de problemas judiciales ni de otra clase. Yo crié a todos mis hijos aquí en el Chocó, y ellos tampoco tienen ninguna clase de problemas. Usted puede averiguar mi nombre en Río Sucio o donde quiera. Nosotros somos campesinos, somos población civil, y yo no tengo nada que esconder a nadie, tengo mi tierra y la estoy trabajando. Yo no soy enemigo de nadie, ni de la guerrilla, ni de ustedes pero tampoco soy mandadero de ninguno”.

El oficial de Policía le preguntó si era miembro de la Unión Patriótica, a lo que este expresó: “no lo soy, pero que en caso que lo fuera, la U.P. es un partido abierto y legal. Y nosotros somos conocedores que ese partido había sido acabado por el mismo Estado”

El Comandante de la Policía de Carmen del Darién continuó con el interrogatorio acerca de las actividades de la Junta del Consejo Mayor del Jiguamiandó, y le mostró una lista con nombres de la Junta Directiva del Consejo, y agregó: “sabemos que Willinton es un jefe de las FARC y que Manuel Denis es otro que vive y anda con ellos y que los otros miembros del Consejo Mayor son red de informantes de la guerrilla.”

El campesino le manifiestó: “con todo el respeto que usted me merece como persona, usted sabe que eso es falso, aquí se está armando un montaje, la información que usted tiene esta equivocada. Si alguien le ha dado es información es a cambio de la comida que ustedes entregan, entreguen esa comida, pero no a cambio de mentiras. La gente con hambre dice cualquier cosa por un mercado. Nosotros somos población civil y por eso hemos creado zonas humanitarias. Somos campesinos trabajadores. A Willinton a Manuel los conozco desde que eran unos muchachos, y yo nunca los vi metidos en ninguna clase de problemas. Todos lo que estamos allá, somos población civil, pero porque hay una empresa de Palma que quiere nuestras tierras, se nos está acusando de cualquier cosa para poder desalojarnos. Somos población civil y no tenemos nada que esconder.”

Después de media hora de interrogatorio el comandante de la Policía le expresó que podía irse con la condición de avisar cuando saliera del casco urbano, y reiterándole acerca de la importancia de los proyectos en la región.

El sábado 24 de julio ERASMO SIERRA regresó a la Zona Humanitaria de “Nueva Esperanza”.

* Domingo 12 de septiembre, los campesinos de la Zona Humanitaria de Nueva Esperanza BENJAMÍN SIERRA, EMILCE GONZALEZ, ROSA FLOREZ, MEDARDO ACOSTA, JAIVY TAPIA, MARIA ENCARNACIÓN CARASCA, PATRICIA DAVID con dos menores de edad y RUBIELA ACOSTA se dirigieron hacia la cabecera municipal del Carmen del Darién para recibir atención médica. Al llegar al caserío de la Grande hacia las 14:00 horas, fueron llamados por la Infantería de Marina que les solicitó documentos del bote de madera, del motor, pase de conducir del motorista, chalecos salvavidas, reclamaron por qué el bote no estaba pitado y carecía de nombre.

Los uniformados manifestaron: “a la gente del Jiguamiandó no le tenemos confianza, es una nueva orden pedir todos los papeles, los dejamos ir por que van con enfermos pero cuando lleguen al Carmen del Darién les van a retener el bote y el motor”.

* El mismo día a las 17:00 horas cuando los campesinos de la comunidad del Jiguamiandó llegaron al casco urbano del Carmen del Darién llevando a los enfermos, un oficial de la policía que se encontraba en la alcaldía llamó por su nombre a BENJAMIN SIERRA y le dijo: . “ tengo información que usted es del servicio de inteligencia de la guerrilla, una persona de la comunidad que se entregó nos lo dijo” . Agregó el oficial de la Policía: “Por qué INCODER no había entrado a la verificación?. Pues le cuento la comisión de INCODER no entró porque Manuel Denis es guerrillero , la persona que se entregó de su comunidad nos lo dijo, porque allá hay guerrilla” . “las comunidades apoyan al Consejo Comunitario Mayor. (…) Si usted apoya al Consejo Comunitario usted es un izquierdista” (…) “ mientras siga siendo la misma gente la del consejo no les van a solucionar nada, los del Consejo los están engañando porque están vendiendo tierras, María Chaverra está vendiendo la tierra, están vendiendo todas las tierras”.

El campesino del Consejo Comunitario expresó: “Usted está diciendo cosas falsas de nuestros Consejos, de Manuel y de María, todo es falso, ustedes hacen montajes, no les gusta que los campesinos seamos autónomos. El gobierno miente porque nos ha dicho que habrá soluciones y hasta ahora nada. El oficial policial respondió: “ usted tiene mentalidad izquierdista” (…) “El Consejo los tiene vendados”. El policía le advirtió a BENJAMIN: “cuídese joven, si compruebo que usted es informante, le va a pasar algo” El Campesino respondió: “Yo no tengo que demostrar nada, soy campesino y seguiré siendo campesino en el proyecto de vida, seguiré bajando al pueblo, yo no tengo por que esconderme”.

* Martes 14 de septiembre, en horas de la tarde, en un punto equidistante entre la Zona Humanitaria de Bella Flor Remacho y Nueva Esperanza, un miembro del Consejo Comunitario y un menor de edad que se dirigían por el río Jiguamiandó hacia la Zona Humanitaria de “Nueva Esperanza” en una pequeña embarcación sin motor tipo champa, fueron llamados al margen derecho, río abajo, por dos hombres de civil que se encontraban pescando.

Al acercarse el campesino y el menor, aparecieron 20 civiles armados, uniformados y con armas largas de la estrategia paramilitar, quiénes se presentaron como Autodefensas Campesinas. Los armados requisaron la pequeña embarcación, preguntaron por el destino del mercado, cuándo salieron de la Zonas Humanitarias y acerca de la presencia de los organismos nacionales e internacionales de derechos humanos, acerca de las visitas del CICR, de los habitantes de la Zona Humanitaria de Remacho, de la presencia de la guerrilla. Los “civiles” armados de la estrategia paramilitar lo invitaron irse al pueblo de Belén de Bajirá o de Carmen del Darién todo lo tenemos muy bien, existe el progreso, la prosperidad y esa prosperidad ya viene para el Jiguamiandó. Los campesinos detenidos observaron que los paramilitares están abriendo trochas y marcando linderos y árboles de los bosques secundarios que allí se encuentran.

El campesino integrante del Consejo Comunitario respondió: “con nosotros hay una presencia permanente de nacionales e internacionales, que la guerrilla no está porque las Zonas Humanitarias son lugares exclusivos de la población civil, que ellos los del Proyecto de Vida no se van a ir al pueblo porque la vida de la comunidad y la vida de la humanidad depende de la protección de esos territorios”

Los paramilitares expresaron al campesino, “siga trabajando, esto se va a componer, nosotros estamos trochando las fincas para la siembra de palma y ustedes van a poder trabajar, digan a toda la gente que vamos a estar aquí”, váyase.

El campesino luego del interrogatorio terminó de arribar a su comunidad distante a 3 minutos del lugar de la retención.

Miércoles 15 de septiembre pobladores de la Zona Humanitaria Bella Flor Remacho, en el margen derecho río abajo, han observado la presencia de “civiles” armados de la estrategia paramilitar.

LINEAS DE INTERPRETACION

Continúan los interrogatorios, señalamientos y hostigamientos contra la población civil, que siguen ilustrando los reales alcances de la política de Seguridad Democrática del actual gobierno, mostrando claramente que las acciones oficiales recaen sobre los civiles y no sobre los armados. Los miembros de los consejos comunitarios de las cuencas del Jiguamiandó y Curvaradó que han afirmado en diversos escenarios gubernamentales, en algunos de los cuales ha participado la Fuerza Pública, su decisión de defender la Vida y el Territorio ante las constantes violaciones a los Derechos Humanos e infracciones al derecho Humanitario y han denunciado el avance de la compra ilegal de las tierras tituladas para la implementación del proyecto agroindustrial de palma aceitera, son víctimas de permanentes abusos de autoridad de las fuerzas militares y policiales.

La Policía de Carmen del Darién y de Murindó, sin que posean atribuciones de policía judicial, abusando de su autoridad, retienen a los miembros de los consejos comunitarios a partir de una supuesta delación de “un miembro de la comunidad que se entregó” al cual le intercambian alimentos por la infundada información. Los abusos continúan con la retención sin soporte, con el interrogatorio y con el señalamiento a otros miembros de los Consejos Comunitarios a quienes se les acusa de guerrilleros, sin el menor apego a la verdad, al recto uso de la autoridad y al derecho fundamental al debido proceso.

Se teme que se inicien procesos judiciales en contra de los miembros de los Consejos Comunitarios basados en falsos testigos contra los miembros de las directivas de los Consejos Comunitarios de Curvaradó y Jiguamiandó que de manera activa vienen actuando en la exigencia del respeto al título colectivo que en derecho les fue adjudicado, repitiendo el libreto procesal seguido con otras comunidades, organizaciones de derechos humanos, miembros de organizaciones sociales, sindicales y de iglesias en las que no se ha excluido siquiera, a sacerdotes ni a obispos de la Iglesia Católica.

Mientras los afrodescendientes afirman su derecho a la Vida y al Territorio sin garantías, avanzan los procesos de apropiación de sus tierras para la ampliación del cultivo agroindustrial de palma aceitera, con la actuación de civiles armados de la estrategia paramilitar, sin que intervenga a favor de los consejos comunitarios, acción efectiva alguna de los organismos oficiales que impida el avance de la siembra de palma y de la delimitación de las tierras que vienen adelantado.

Existe desconocimiento absoluto de las medidas provisionales de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La implementación del proyecto agroindustrial de palma aceitera por parte de la empresa URAPALMA S.A advertido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos como un factor de amenaza a la vida e integridad de las comunidades, sigue avanzando; los civiles armados de la estrategia paramilitar continúan, amparados por la complicidad y omisión de las Fuerzas militares y policiales ejerciendo su control en Pavarandó, Bajirá, poblaciones altamente militarizadas, desde donde se movilizan hacia las zonas humanitarias de las comunidades; no existe respuesta gubernamental alguna sobre la propuesta de Zonas Humanitarias entregadas por las comunidades desde el 2002; la Defensoría del Pueblo no responde satisfactoriamente a la solicitud de presencia permanente, no se conoce el estado de las investigaciones sobre los mas de 200 crímenes de los que los afrodescendientes han sido víctimas; el Gobierno Nacional hace caso omiso de las actuaciones preventivas, no responde con diligencia a las responsabilidades que le confiere la constitución, descentraliza las responsabilidades ocultando y dilatando sus acciones políticas y administrativas, facilitando nuevos daños irreparables anunciados y la impunidad de los ya realizados.

Todo coincide con los anuncios de los paramilitares de ampliar la frontera agrícola a la fuerza, con la violencia y la compra ilegal de tierras que ya se realizó en el Curvaradó y continúa avanzando hacia el Jiguamiandó

SOLICITUD

Comunicarse con el defensor del pueblo WOLMAN PEREZ al teléfono 005713144000 Extensiones 2315 – 2318 y solicitarle presencia inmediata en las Zonas Humanitarias en la Cuenca del Jiguamiandó.


Bogotá, D.C septiembre 17 de 2004
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz