Voladura de oleoductos en el Putumayo

Y mientras las palabras hablaban ayer del terror en el Putumayo, con un
escrito del mes de noviembre en el que se reúne una mirada en terreno de lo
que ha significado la aplicación del Plan Patriota como fase del Plan
Colombia en el Departamento del Putumayo y las graves daños irreparables a
la vida e integridad personal y colectiva de pueblos originarios y
campesinos


Hoy a las 4:00 p.m. se han constatado los efectos devastadores en
términos ecológicos y efectos de terror de la población que habita en las
riveras de los ríos Guamuéz y Putumayo y Riosucio por los atentados de las Farc Ep contra ocho pozos petroleros y tres torres de energía. Estas acciones son parte del Paro armado adelantado por la guerrilla de las FARC EP en este departamento. Se preve nuevas acciones sobre el transporte, las vías carreteables que son lugares de movilidad y de transito de servicio particular y también militar.-

Los testimonios de indígenas y campesinos en medio de las ofensivas
militares del Estado y de la Guerrilla de las FARC nos hablan del posible
inició de una nueva fase armada en medio de un contexto preelectoral y de
firma del Tratado de Libre Comercio y la imposibilidad de un Acuerdo
Humanitario que agudizará las acciones de guerra.

La acción de saboteo dentro de la lógica de la guerra de guerrillas ha
afectado un bien de supervivencia de la población como es el agua. Los
efectos sobre la población civil son graves pues limita no solo las
posibilidades de movilización de la población si no las condiciones de
alimentación e ingreso y se generan graves daños al ecosistema.

Las comunidades campesinas e indígenas en medio de las actuaciones
institucionales regulares e irregulares -paramilitar- y las que se
desarrollan a través de la guerra de guerrillas que los han afectado
profundamente, no solo con los recientes atentados sino con la privación de
la libertad de algunos líderes indígenas o la limitación a la movilidad
continúan expresando la necesidad de ser reconocidos como sujetos de derecho
para afirmar sus proyectos de Vida y su amor por el Territorio.

Las respuestas militares de los bandos en confrontación político militar no
está generando ventajas militares para ninguno, por el contrario es la
población la que continuando siendo la afectada. Las ofensivas y contra
ofensivas no van a cesar en el corto ni mediano plazo, la crisis humanitaria
se profundizará. Entre el olvido, entre el terror voces de pobladores claman
por la humanización del conflicto, la desestructuración del mismo, respuesta
que implica no solo la voluntad de las partes, la decisión política de una
salida negociada al conflicto armado sino el derecho de las comunidades a
decidir el futuro de territorios que son patrimonio de la humanidad.