Subteniente destituido admite haber violado a dos menores en Arauca

Se trata del subteniente Raúl Muñoz, según lo reveló el propio comandante del Ejército, general Alejandro Navas.


Un día después de que el general Alejandro Navas, comandante del Ejército, anunciara destituciones de militares adscritos a la Brigada Móvil No 5, por fallas en el ejercicio del mando y control de las tropas ubicadas en el sector donde ocurrió la desaparición y muerte de tres niños en Tame, Arauca, se conoce que uno de los retirados, el subteniente Raúl Muñoz admitió ante las autoridades la violación de dos menores, incluida Jenny, la niña asesinada junto con sus dos hermanos el pasado 14 de octubre.

La noticia fue dada a conocer por el propio general Navas, quien señaló, en diálogo con Caracol Radio, que el subteniente Muñoz, en su primera confesión, dijo que “las dos relaciones fueron consentidas por las niñas”.

Los hechos hacen referencia al de Jenny, la pequeña de 14 años que desapareció junto a sus dos hermanos, y fueron encontrados muertos en una fosa, y al de una niña de 13 años, quien fue violada el 2 de octubre en una vereda de Tame, y que según la denuncia de una campesina que asegura ser su madre, ese día la menor estaba en su casa, sola, cuando fue sacada a la fuerza bajo la lluvia por un uniformado que portaba un arma larga y que la llevó hasta una maraña donde la ultrajó. Tras el acto, el sujeto la obligó a lavarse la vagina y la amenazó de muerte si decía algo (ver artículo).

El general Navas, sin embargo, fue enfático en decir que el subteniente, quien ahora está bajo custodia de la Fiscalía, a pesar de que reconoció haber sostenido relaciones sexuales con las dos pequeñas, no aceptó el posterior asesinato de Jenny, ni de sus dos hermanos.

La Fiscalía profirió orden de captura en la madrugada del martes contra el subteniente Muñoz por acceso carnal violento, por lo que se encuentra, en este momento, recluido en los calabozos del DAS en Tame.

El comandante del Ejército dijo que sobre los militares destituidos no hay indicios que demuestren que exista responsabilidad directa sobre los hechos, y que aún no se tienen resultados sobre el crimen de los tres menores, aunque rasguños y moretones en los cuerpos de algunos uniformados, podrían ser un indicio de que estos habrían sido propinados por los niños, en un intento de defensa.