Senadora Cabal pone en riesgo nuestra labor en desarrollo de la protesta ciudadana.

En la mañana de hoy por red social de WhatsApp nos fue compartido el Twitter de la senadora caleña del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, en el cual por segunda ocasión en menos de cinco días, difama, calumnia, miente, distorsiona nuestra misión y la del padre Javier Giraldo, y en consecuencia pone en riesgo nuestra labor,  así como a las personas a quienes prestamos nuestros servicios en la capital del departamento del Valle del Cauca.

 

 

Estas reiteradas difamaciones fueron expresas hace tres días, el viernes 4 de junio de 2021 cuando nuestra Comisión Intereclesial de Justicia y Paz fue informada de las declaraciones de la senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, desde Washington, a una radio colombiana “María Fernanda Cabal habla de Gustavo Bolívar: “Lo que hace Gustavo Bolívar me parece que raya con la criminalidad”: Cabal | 6AM Hoy por Hoy | Caracol Radio” en la que realizó acusaciones y señalamientos a la organización WOLA, a su analista Adam Isacson, a  nuestra organización y al defensor de derechos humanos, sacerdote jesuita Javier Giraldo, por  las protestas sociales que se vienen adelantando desde el 28 de abril en nuestro país.

La senadora manifestó que somos una fuente de documentación e información bastante cuestionada que brinda información a WOLA con sesgo ideológico: “Adam Isacson no es una fuente neutral de información. Adam Isacson tiene una carga ideológica hacia la extrema izquierda. Él se encarga también de divulgar información falsa con fuentes de ONGS bastante cuestionadas como es la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz del cura Javier Giraldo “marxista, extremo de mis ingratos recuerdos, muy ingratos recuerdos.”

Nuevamente nos responsabilizó de asesinatos en el bajo Atrato, aseverando  que “a mi me mataron mis mejores amigos negros en Jiguamiandó y Curbaradó cuando los citaron a una reunión con las FARC, como hace el ELN que son todos unos cobardazos. Citan a los líderes que no tienen armas, pero ellos son fusilados, y todo ese discurso de odio, no hacia sino transmitirlo por redes la ONG la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz”

Las calumnias y difamaciones de la senadora hacen referencia, también a los Senadores Gustavo Bolívar, Iván Cepeda y Gustavo Petro a quienes acusó de promover “noticias falsas que después desencadenaron violencia”.

Carece de veracidad que nosotros hayamos demandado a la Senadora por injuria y calumnia en representación del consejo comunitario de Curbaradó, cuando ella, muy bien lo sabe, qué y quiénes conformar la Junta de esa autoridad territorial y qué labor están desarrollando.

De la misma manera, sus afirmaciones sobre responsabilidad en la comisión de delitos como el asesinato de personas, además de injuriosas, calumniosas y falaces, pretenden encubrir sus intereses políticos y de otro tipo en la región del Bajo Atrato y el Urabá; de paso deslegitimar el  trabajo de promoción, protección, documentación y de litigio en esa región de despojo empresarial, y la que venimos adelantando, junto con otras organizaciones en la ciudad de Cali, Bogotá, Popayán, Villagarzón en desarrollo del Paro Nacional.

Horas después de estas declaraciones radiales,  el sábado 5 de junio pasada la media noche en la ciudad de Bogotá,  tres defensores de derechos humanos, uno de la Corporación Claretiana y dos de nuestra Comisión de Justicia y Paz, en el Portal Transmilenio Américas, al desarrollar una verificación de la detención de dos jóvenes por parte de policiales que les ingresaron a esa plataforma de transporte, en dónde se han documentado desde el 28 de abril varios casos de tortura y malos tratos contra jóvenes, fueron tomados a la fuerza, increpados y cuestionados por las denuncias e informaciones que se vienen documentando. Solo hasta que al lugar llegaron integrantes de la personería cesaron su hostilidad y agresiones.

Las difamaciones de la senadora, puestas en el escenario internacional  pretenden poner en duda versiones, relatos y el cotejo que estamos haciendo de las misma, y la identificación de prácticas y patrones de sistematicidad  que vienen desarrollando policiales contra los manifestantes y vecinos de las barriadas, donde ha existido y se han consumado violaciones de derechos humanos contra los jóvenes, prácticas proscritas por el derecho internacional de los derechos humanos, la Convención Americana y el Estatuto de Roma.

Bogotá, D.C. 6 de junio de 2021.

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz