Más Indígenas NASA heridos por acción policial torturado y detenido indígena Cercenados sus dedos y fracturada una de sus piernas

“La verdad brotará de la tierra, y la justicia mirara desde la tierra nueva” Salmo 85, 10



RESUMEN

Ver adjunto hechos en detalle y líneas de interpretación.

Bogotá, D.C Noviembre 17 de 2005
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ

HECHOS EN DETALLE

* Miércoles 16 de noviembre, hacia las 10:00 a.m., la presencia de unidades Policía del ESMAD se incrementó en unos 200 uniformados y se reanudó las acciones contra los indígenas ocupantes de la finca El Hapio, en desarrollo de la orden del Gobernador del Cauca de desalojar a la fuerza los lugares ocupados por los indígenas en los diferentes sitios del departamento.

La acción de desalojo dejó nueve indígenas heridos, varios de consideración, quienes fueron detenidos de manera arbitraria por las unidades del ESMAD y trasladados a Santander de Quilichao, amenazan con judicializarlos.

En medio de la acción de desalojo, los indígenas tomaron a un miembro del ESMAD y le impidieron volver junto a la tropa. Con la excusa que entre los indígenas se encontraba la guerrilla, el ejército inició un operativo militar, bordeando la finca de Hapio, disparando de manera indiscriminada.

Posteriormente, en la zona donde hizo presencia el ejército se encontraron vainillas calibre 5.56 de fusiles, las cuales fueron presentadas al comandante de la policía, general Castro, por el senador indígena Gerardo Jummi.

Hacia las 11 a.m. es detenido por unidades del ESMAD el comunero ANTONIO CAVICHE quien es paseado sin camisa y con las manos en alto como símbolo de trofeo, luego es amordazado y torturado procediendo los policías a cortarle los dedos índice y anular de la mano izquierda, y fracturarle el fémur. Luego ANTONIO CAVICHE es trasladado al hospital de Caloto.

Además de ANTONIO CAVICHE fueron detenidos de manera arbitraria 12 comuneros más entre los que se encuentran varios con golpes y fracturas de consideración, la mayoría presentando fractura del hueso fémur, como el caso del comunero MARCELINO QUITUMBO. Entre los heridos se encuentra un niño de 14 años quien se encuentra con una herida en el rostro y según reporte médico es probable que pierda uno de sus ojos.

El policía del ESMAD tomado por los indígenas, Jairo Castro, fue atendido por un médico quien valoró el estado físico en que se encontraba, en presencia como garante de miembros de Naciones Unidas, la Procuraduría Regional y algunos medios de información a quienes fue entregado el joven una vez se llegaron a acuerdos mutuos de liberación sobre los detenidos.

En la zona hay varios heridos que no han sido reportados ni llevados a los hospitales de la localidad por el temor ha ser retenido, pues la policía esta procediendo ha detener y judicializar a todo herido que es trasladado a los diferentes centros de salud, este es el caso de GUSTAVO DAGUA a quien la policía obligó a firmar la orden de captura (derechos del detenido) so pena de que si no lo hacia no le permitían ser atendido y dado su estado de gravedad se vio en la necesidad de firmar.

Al final de la tarde se daba cuenta de 13 personas detenidas por la policía entre quienes están WILSON YONDA del Resguardo de Caldono, HERNANDO PASSO, ANDRÉS PUNE, FERNANDO CASSO CHATE, JOSÉ MOISÉS VALENCIA, ARLEY ROMERO, DIEGO ARMANDO GARCÍA, APOLINAR GARCÍA, LAURENCIO TAQUINAS, FABIÁN ANDRÉS GONZÁLES, MANUEL UL, EMER PINZON, ADÁN QUIGUANAS y GUSTAVO DAGUA este ultimo comunero ha sido judicializado por la Policía Nacional

Hacia las 3:00 p.m., se sostuvo una reunión entre los comuneros y el general Castro de la Policía en la finca hapio, donde el general expresó que “la policía continuaría con su procedimiento, es la función nuestra defender la propiedad privada y para ello mis hombres están preparados y si la ustedes no deja libre al oficial del ESMAD procederemos a rescatarlo a como de lugar”.

* Jueves 17 de noviembre, Para el día de hoy se acordó un primer acercamiento con el gobierno nacional, en reunión con el presidente Álvaro Uribe, el gobernador del cauca Juan José chaux, algunos parlamentarios indígenas y consejeros del Cric en Bogotá para las 3:30 p.m. Mientras tanto y a la espera de las conclusiones de esta reunión las comunidades asentadas en la finca proceden a concentrarse en algunos sitios para evitar provocaciones que desencadenen en nuevos enfrentamientos con la policía.

Nota: se confirmo que el comunero Antonino si le fueron cortados los dedos y fue dado de alta anoche. Mañana alguno de nosotros viajara a Santander para recoger las historias clinicas de los heridos en los desalojos.


LINEAS DE INTERPRETACION

Y solo se escucha el valor de la fuerza, la virtud de la palabra no es posible para iniciar el diálogo. La palabra no cuenta, cuenta la fuerza, La decisión de proteger y de liberar a la madre tierra se concibe como una acción de desorden público, justo cuando se trata de llamar la atención sobre la necesidad de la armonía, de la justicia.

Las acciones de la policía continúan dejando nuevos heridos, combinados con formas de deslegitimación. Uno de estos mecanismos son las judicializaciones a través de las cuales se pretende hacer responsables a los indígenas de la violencia estatal y de la violencia contra el Estado. Uno segundo, el usar los medios de información para afirmar falsamente que debido a la presencia de la guerrilla se enviarán fuerzas contraguerrilleras.

Detrás de esta ambientación no solo se oculta la profunda motivación de la protesta indígena sino que se pretende legitimar el uso de la fuerza contra estos.

A los desalojos violentos los pueblos indígenas invitan a la Palabra, a la posibilidad de acordar los espacios en que efectivamente los Territorios que requieren para existir les sean devueltos, para que la tierra debida a las comunidades campesinas les sea entregada y para que el Territorio Colectivo debido a los afrodescendientes les sea titulado. Ellos esperan una respuesta no de fuerza, sino construida en la Palabra. En la Palabra hecha realidad.


Bogotá, D.C Noviembre 16 de 2005
COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ