Las plantaciones de palma aceitera no serán nunca sostenibles

La semana que viene, del 2 al 4 de Noviembre tendrá lugar la reunión
anual de la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sustentable (RSPO) en Kuala
Lumpur. El año pasado, 250 organizaciones de todo el mundo, entre ellas
muchas organizaciones afectadas por la expansión de las plantaciones de
palma aceitera en Asia, África y Latinoamérica, firmaron una Declaración
Internacional en contra del Maquillaje Verde de RSPO. Desde entonces, la
expansión de la palma aceitera y el maquillaje verde han continuado y
una campaña del WWF ha otorgado una buena imagen para RSPO en los medios
de comunicación.

Por esta razón, algunas de las organizaciones que apoyaron la
declaración el año pasado han decidido escribir una Carta Abierta,
titulada “Las plantaciones de palma aceitera no serán nunca sostenibles”
que será enviada a la Dirección Ejecutiva de RSPO y hecha pública el
próximo lunes 2 Nov. También se enviará a la prensa internacional.

Súmate Si desean adherir a esta Carta Abierta, envíen su firma preferentementre
antes del domingo 1 de noviembre aunque se seguirá recogiendo firmas
unos días más. Enviar un corto un mensaje indicando nombre, organización
y país a:

unsustainablepalmoil@gmail.com

Carta Abierta a RSPO y WWF

Las plantaciones de palma aceitera no serán nunca sostenibles

Hace un año se publicó la /Declaración Internacional en contra del
“maquillaje verde” de la Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible/,
que fue firmada por más de 250 organizaciones en todo el mundo
(_www.salvalaselva.org/news.php?id=1067
_). Desde entonces, la
RSPO ha continuado certificando el aceite de palma producido por
empresas que son directamente responsables de la violación de los
derechos de comunidades locales, de la destrucción continua de selvas
tropicales y turberas y de otros abusos contra poblaciones, medio
ambiente y clima. Y lo que es más grave, a proveedores de aceite de
palma les están siendo otorgandas certificaciones ?provisionales? de la
RSPO basadas únicamente en autoevaluaciones.

En Malasia, Indonesia y Papua Nueva Guinea ya se han certificado
destructivas plantaciones de palma aceitera y el mismo ejercicio de
maquillar de verde se ha iniciado en Colombia, Tailandia y Ghana.

Nos preocupa profundamente que la certificación de la RSPO se utiliza
para legitimar la expansión de la demanda de aceite de palma y por lo
tanto de las plantaciones de palma aceitera, y sirve para maquillar de
verde los desastrosos impactos sociales y ambientales de la industria de
aceite de palma. Las normas de la RSPO no excluyen la tala de muchos
bosques naturales, la destrucción de otros ecosistemas importantes, ni
las plantaciones en turberas. La RSPO certifica plantaciones que
impactan en el sustento de la vida de comunidades locales y su medio.
Los problemas se exacerban al crearse un conflicto de intereses en un
sistama en el que la compañía que desea ser certificada contrata a otra
compañía para que lleve a cabo la evaluación.

Nos preocupa también el papel desempeñado por la WWF en la promoción de
la RSPO y en su utilización para apoyar el crecimiento interminable en
la demanda de aceite de palma. WWF fue el iniciador de la RSPO, y
continúa cabildeando para esta iniciativa en todo el mundo, la cual se
combina con su apoyo a la industria de agrocombustibles, que incluye el
aceite de palma.

La participación de la WWF está siendo utilizada por las empresas de
agrocombustibles para justificar la construcción de más refinerías y más
centrales energéticas a base de aceite de palma en Europa. La promesa de
«aceite de palma sostenible”, respaldada por la WWF, fue un factor
importante detrás de la decisión de la Unión Europea de mantener un
porcentaje obligatorio de agrocombustibles de un 10% para 2020 y la RSPO
será utilizada para permitir que el aceite de palma pueda optar por
recibir subvenciones y a otros beneficios. Esto está acelerando la
expansión indiscriminada de la palma aceitera en muchos otros países
como México, Guatemala, Camerún, RD Congo, República de Congo, Uganda y
Tanzania.

La empresa Unilever, la mayor consumidora de aceite de palma del mundo,
con 1,6 millones de toneladas por año, habla de un “compromiso” de
utilizar aceite de palma RSPO en el futuro, de lo que hace uso para
presentarse como una “empresa responsable”, ignorando los impactos
reales del aceite de palma. La empresa Wilmar Internacional ha
solicitado certificados de RSPO en Indonesia, a pesar de las evidencias
de que su participación en la apropiación ilegal de tierras, quema de
bosques y destrucción de selva tropical y turberas ha llevado al Banco
Mundial a suspender la financiación para el aceite de palma. Esta
suspensión que se ha logrado con gran esfuerzo está en riesgo debido a
las falsas promesas de la RSPO.

En Colombia, la empresa Daabon productora de aceite de palma, un miembro
de RSPO, logró ser retratada en los medios europeos como una “empresa
responsable”, a pesar de haber desalojado ilegalmente a pequeños
agricultores de sus tierras, talado árboles y contaminado el mar Caribe
con derrames de aceite de palma. En el Sudeste de Asia, la empresa IOI
ha obtenido certificaciones de plantaciones, a pesar de ser responsable
de la destrucción ilegal de bosques y turberas en Kalimantan
(Indonesia), destruyendo así el sustento de los pueblos indígenas. La
empresa Neste Oil que es uno de los principales clientes de IOI, ha
obtenido un “certificado provisional” RSPO y sobre esta base está
promocionando los agrocombustibles para la aviación y construyendo la
refinería más grande del mundo de aceite de palma para biocombustibles.

Los monocultivos de aceite de palma para la industria alimentaria,
cosmética, química y de agrocombustibles son una de las principales
causas de la deforestación y por ende del cambio climático, destruyen
los medios de subsistencia y la soberanía alimentaria de millones de
pequeños agricultores, pueblos indígenas y otras comunidades. Requieren
de productos agroquímicos que envenenan a los trabajadores y a las
comunidades, y contaminan los suelos, las aguas y la biodiversidad,
agotan el agua dulce y los suelos. Los monocultivos de aceite de palma
no son y no podrán nunca ser sostenibles y la “certificación” sirve como
un medio de perpetuar y ampliar esta industria destructiva.

Por ello, reiteramos el llamamiento formulado en la Declaración
Internacional el pasado año 2008 y demandamos:

Que se eliminen todos los porcentajes obligatorios, subsidios e
incentivos, especialmente en Europa y los Estados Unidos

Gran reducción en la demanda de aceite vegetal y energética en el
Norte

La cancelación de las relaciones comerciales entre compañías
compradoras de aceite de palma y proveedores que destruyen bosques
y turberas y desplazan cultivos de granos básicos para el
autoconsumo de comunidades locales, que son además responsables y
se benefician al mismo tiempo que violan los Derechos Humanos.

Reforma agraria para devolver tierras a comunidades locales,
garantizar la soberanía alimentaria y restaurar la agricultura
biodiversa y los ecosistemas

Resolución de conflictos de tierras, respeto a los derechos
humanos, reparación por los múltiples daños causados

Restauración de todos los humedales todavía existentes que hayan
sido drenados para plantaciones de palma, en tanto en cuanto esto
sea todavía posible, en orden a mitigar el calentamiento global.

Las ONG no deben dar legitimidad a la RSPO y el WWF debe dejar de
promover el apoyo a los agrocombustibles de aceite de palma por medio de
RSPO;

Los gobiernos de Europa y los EE.UU. deben reducir la demanda de aceite
de palma suspendiendo las políticas que crearon el mercado artificial de
los agrocombustibles y poniendo fin al uso de los agrocombustibles

NOTA:

La Mesa Redonda de Aceite de Palma Sostenible (RSPO por sus siglas en
inglés), es una organización privada o ?foro de interesados?, que fue
creado como una instancia ?independiente? para la certificación de
aceite de palma ?sostenible?. Entre los miembros de RSPO se encuentran
80 compañías palmicultoras y federaciones, 8 bancos y compañías
financieras, 51 fabricantes de bienes de consumo, 23 minoristas, 118
procesadores y comerciantes y 21 ONGs.

Firmado:

Maderas del Pueblo del Sureste, Chiapas, Mexico

Centre for Orangutan Protection, Indonesia

Bismarck Ramu Group – Madang, Papua New Guinea

Red Latinoamericana contra los monocultivos de Arboles RECOMA

Watch Indonesia!, Alemania

Biofuelwatch, UK

Salva la Selva/Rettet den Regenwald, Germany