Las declaraciones del asesinado párroco de Marmato

Con motivo del lamentable asesinato del padre José Reinel Restrepo, párroco del Municipio de Marmato, Caldas, es pertinente ver el documental “Marmato pesebre de oro que grita – Marmato gold manger crying” (parte 1 de 5), realizado por Oriéntese, Programa Periodístico de Opinión del Oriente Antioqueño, subido a Youtube por el Comité Pro Defensa de Marmato el pasado 28 de agosto en el siguiente video


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DOCUMENTAL “MARMATO PESEBRE DE ORO QUE GRITA”

Luis Hernando Álvarez Acosta

Habitante de Marmato

“Nosotros hemos dicho que no nos vamos a ir de aquí, porque, primero, aquí nos criamos, estudiamos, hicimos nuestra vida normal… el único defecto que hay aquí es que en Marmato hay oro*… Esto aquí, si se trabaja como se viene trabajando hay trabajo para muchísimas generaciones, en cambio si se trabaja a cielo abierto esto lo arrasan ya, y qué queda: un desierto”.


Minero joven sin identificar

“Medoro** como que genera muy buenas ganancias. Y nosotros que somos el pueblo colombiano somos ilegales”.


Pbro. José Restrepo

Párroco del Municipio de Marmato

“Por encima de esas dos cosas, que ‘la voz del pueblo es la voz de Dios’ y que ‘el pueblo unido jamás será vencido’, yo declaro también el poder tan grande de la fe… o sea, si el pueblo estamos unidos y le pedimos a Dios y tenemos una fe grande y consideramos que no vamos a ser derrotado humana y espiritualmente, yo creo que contra el poder de la fe no existe nada, así esa multinacional que dicen que tienen fuerza internacional, el apoyo del presidente de la República, el apoyo de la gobernación***… pero si el pueblo se une y entre las cosas que se pronunciaron hace 8 días, que hicieron esta protesta pacífica, ellos dijeron que los marmateños tienen que ceñirse muy bien los pantalones y eso es verdad… yo creo que ante una protesta no violenta sino pacífica por parte del pueblo… y así hubiere que hacerlo por medios más fuerte… yo creo que lo último que sería sería la violencia… y más aún me atrevería yo a pensar que si hay que recurrir en última instancia al medio de la violencia hay que hacerlo, eso sí, porque, a ver, si a mí como párroco, si Medoro va a venir donde mí y me va a decir usted tiene que irse, entonces yo les diría con todo respeto: ‘lo que yo tengo es que morirme’… si a mí me van a sacar de acá, yo les diría a ellos: ‘me tienen que sacar a bala o a plan como sea’… pero que me tengan que sacar obligadamente a salir de acá, no… entonces yo pienso que el pueblo también debe ser así… si al pueblo le toca acudir a esa instancia de que le digan a los negros… que bueno… ‘tienen que sacarnos a plan o a bala de acá’…”.

Uriel Ortiz Castro

Alcalde Municipal de Marmato

“Marmato tiene una tradición de 500 años… una tradición minera… hablamos de un Marmato desde la época de la conquista… aquí iniciaron los aborígenes, los indios, luego entraron… con doña Ana de Castro, cuando ya los negros vinieron a trabajar la explotación minera, ella llegó con un grupo aquí a Marmato, y de ahí la raza negra en Marmato”.

Yamil Amal Cataño

Líder Social Municipio de Marmato

“La problemática que tenemos aquí es la zozobra permanente con esta multinacional… Marmato es un pueblo que a través de su historia -usted sabe que Marmato es de los pueblos más antiguos del país- venía viviendo una vida tranquila, apacible, y llegó esta multinacional y con la intención de desarrollar un proyecto de minería a cielo abierto tiene a todo el municipio en zozobra”.

Pbro. José Restrepo

Párroco del Municipio de Marmato

“Los mismos mineros de Marmato, a mí como párroco, me han comentado cuál es la problemática de ellos, cuál es la situación de Medoro, que es la multinacional, frente a la situación de Marmato… y realmente esta multinacional si es canadiense ellos lo que quieren es aprovecharse de la población, quieren desalojar la población, y también han llegado a tal grado de querer desalojar la parroquia, porque aquí mismo han venido y me han preguntado si yo estaría de acuerdo en esa reubicación del pueblo y yo personalmente los he ignorado a ellos, les he sacado el cuerpo, y les he dicho que no, directamente les he dicho que no estoy de acuerdo… y además, la Iglesia es defensora de los pobres, la Iglesia se declara como defensora de los pobres, y realmente los pequeños mineros de Marmato son perjudicados en esa situación”.

Uriel Ortiz Castro

Alcalde Municipal de Marmato

“Yo veo que es una situación delicada para el municipio. Primero que todo porque tradicionalmente la pequeña minería ha estado en Marmato. Desde el año 46 que el gobierno regentó sobre ella separó la Zona Alta de la Zona Baja****. La zona alta para los pequeños contratistas de Marmato, o sea de aquí, de la población, del municipio. La Zona Baja el gobierno podía decidir sobre ella, si se la entregaba en concesión o en cualquier otra figura a cualquier compañía nacional o extranjera*****. A hoy el panorama es diferente: aquí han llegado compañías con el ánimo de interesarse en comprar los títulos mineros a los pequeños contratistas de acá y precisamente eso es lo que está creando ya una insatisfacción y un desconcierto entre los mismos mineros tradicionales, con el riesgo que usted acaba de mencionar. ¿Cuál es el riesgo? El riesgo es que se va generando un desorden social, que nunca lo tuvo Marmato, nunca lo ha tenido, ha sido un municipio tranquilo, un municipio sano, de gente trabajadora, y con este proyecto sería fatal para la comunidad marmateña. Y mucho más un proyecto de cielo abierto. Yo personalmente siempre lo he manifestado: nunca he estado de acuerdo con un proyecto de cielo abierto”.

NOTAS

*En el estado actual de exploración, el potencial de oro de la montaña de Marmato es de 12 millones de onzas de oro. La veta se extiende al municipio de Caramanta, donde se calculan 15 millones.

**En 2005 entró la compañía Colombia Goldfield Ltda, bajo el impulso de Fabio Valencia Cossio, entonces alto consejero presidencial para la competitividad, y de ella se desempeñó como director administrativo Francisco Zapata Ospina, ex gerente de Corantioquia y ex miembro de la comisión redactora del Código de Minas). En 2010 la CG fue comprada por Medoro Resources Ltd., de cuya junta directiva es miembro Hernán Martínez, ex ministro de minas. Esta empresa, a su vez, fue adquirida en 2011 por Gran Colombia Gold Corp., cuya presidenta y CEO es María Consuelo Araújo, ex ministra de cultura.

***El actual gobernador del Departamento de Caldas, Mario Aristizábal, hace parte del comité de apoyo a la multinacional, a diferencia del mandatario anterior, Emilio Echeverry Mejía, quien, por lo menos, mostró gran preocupación por la suerte del patrimonio histórico y cultural de Marmato, por el desempleo generado por el cierre de minas por parte de la Colombia Goldfield, por la explotación a cielo abierto, por el riesgo geológico, por la falta de información y de consulta a la comunidad, por las decisiones del Gobierno Nacional a espaldas del Gobierno Departamental y por la negligencia de la compañía CG a presentarle el proyecto a la Gobernación. Es oportuno trascribir lo que dijo el gobernador Echeverry el 15 de febrero de 2007 en la ciudad de Riosucio, durante un Encuentro de la Subregión del Alto Occidente Caldense:

El tema de Marmato es de nunca acabar. Es el más preocupante de mi gobierno. Le pedí a CORPOCALDAS que hiciera un análisis, que concluyó que el centro urbano había que mantenerlo, aunque es necesario construir unas obras de mitigación por valor de $1500 [millones]. En vista de las preocupaciones de los marmateños sobre las compras que se venían haciendo en la montaña de Marmato, invité a mi despacho a la compañía antioqueño-canadiense de Mineros de Caldas, donde se les conminó a explicar el proyecto, para pasar luego a un referendo en el que la población decida si quiere la explotación a cielo abierto o no. Se comprobó que la compañía es legal. Luego vino el suceso desafortunado del derrumbe del Cerro El Burro, que acabó con el sector institucional de Marmato. Un nuevo estudio de CORPOCALDAS concluyó que el riesgo no es mitigable, o que mitigarlo exigiría obras por $ 10.500 millones de pesos. De ahí que se haya procedido por lo pronto al traslado del sector institucional de Marmato. También compartimos la incertidumbre de qué va a pasar con Marmato. De un lado tenemos la ambición financiera de los inversionistas, y de otro la ambición de los mineros que van vendiendo sus fincas. He ordenado que cada 15 días haya una reunión con la dirigencia de Marmato. Es un tema muy superior a las fuerzas del Departamento. Mientras tanto vamos a seguir pavimentando la carretera, pero no sabemos si cuando llegue va a haber gente en Marmato. Marmato está declarado patrimonio cultural, y ahí existe un conflicto con el proyecto minero. Algunos ha propuesto fomentar el turismo hacia Marmato, pero yo no puedo poner en riesgo a los turistas. Mientras exista el concepto tan contundente de CORPOCALDAS de que Marmato no es habitable, yo sostendré esta medida (fuente: relatoría informal del Consejo Regional Indígena de Caldas, CRIDEC).

****De acuerdo con el power point “Marmato: Tierra de riqueza y desesperanza”, preparado por el ingeniero Jorge Humberto Arias y el abogado Gerardo Adarve Martínez, la regulación reciente de las minas de Marmato (conocidas con los nombres de El Guamo o Cerro de Marmato y Cien Pesos) proviene de la Ley 72 de 1939, gobierno de Eduardo Santos y ministro de la Economía Nacional Jorge Gartner, la cual parte de la existencia y vigencia de un sistema de pequeños contratos de laboreo en participación, bajo la administración de un director de minas. Luego se expidió la Ley 66 de 1946, gobierno de Mariano Ospina Pérez y ministro de Minas y Petróleos Tulio Enrique Tascón, la cual dividió el área minera en ZONA ALTA A y ZONA BAJA B. La Zona Alta se destinó a pequeños contratos o permisos de explotación celebrados con el director de minas de Marmato, con una participación nacional del 13%, duración establecida de mutuo acuerdo, autorización para el montaje de molinos particulares y no reversión de éstos a la terminación del contrato. Por su parte, la Zona Baja se dividió en dos sectores denominados El Infierno y La Palma y se sujetó a una reglamentación especial de contratación, con duración de 20 años prorrogables otros 10, montaje de una planta con capacidad de 2000 toneladas-mes, participación nacional del 17% y cláusula de reversión del montaje a la terminación del contrato. Posteriormente el presidente Gustavo Rojas Pinilla expidió el Decreto Legislativo 2223 de 1954, que recogió casi en su totalidad lo establecido en la Ley 66 de 1946. Este decreto fue convertido en legislación permanente por la Ley 2ª. de 1958 y la Ley 141 de 1991, y en general este régimen jurídico se mantiene hasta 2001. La Ley 20 de 1969, que nacionalizó el subsuelo, reconoció como propiedad privada la mina de Echandía, a nombre de George James Geagle.

Los cambios en los administradores de las minas de Marmato se resumen así. El Ministerio de Minas y Petróleos es sustituido por el Ministerio de Minas y Energía (Decreto 636 de 1974). El Decreto 1275 de 1970 entrega las minas de Marmato como aporte a la Empresa Colombiana de Minas, ECOMINAS, y delega en los gobernadores el ejercicio de la autoridad minera. La Ley 02 de 1990 fusionó las empresas de oro y carbón en la Sociedad Minerales de Colombia S.A., MINERALCO, que por Decreto 1679 de 1997 se convierte en Empresa Nacional Minera Ltda., MINERCOL. La Ley 141 de 1994 rebaja la regalía del oro del 8 al 4%.

Desde 1990 el Estado se retiró de Marmato, presumiblemente en una estrategia para debilitar la pequeña minería, lo que no ocurrió, y en cambio generó un inmenso descuido en el control ambiental de la explotación de la pequeña minería en la alta pendiente de la montaña.