“Esos no son nuestros fusiles”: ‘Alemán’

El exjefe paramilitar Freddy Rendón Herrera denunció que varias armas y equipos de comunicaciones que entregó su bloque se perdieron y posiblemente fueron vendidas por miembros del Ejército. El Tribunal de Justicia y Paz ordenó una investigación.


Ante un tribunal de Justicia y Paz, el exjefe paramilitar Freddy Rendón Herrera, alias ‘el Alemán’, denunció que algunas armas y equipos que varios frentes del Bloque Élmer Cárdenas entregaron en la desmovilización se perdieron y que muy posiblemente fueron vendidas por quienes tenían su custodia, es decir la Brigada 17 con sede en Carepa, Antioquia.

El ‘Alemán’ dijo en una audiencia de legalización de cargos ante el Tribunal de Justicia y Paz de Cundinamarca dijo que nunca firmaron o recibieron las actas de la entrega de armas y equipos de comunicaciones.

Esta denuncia se presentó en el momento en el que la Fiscalía mostró una serie de mil fotografías a los magistrados en las que evidenció que los seriales de muchas armas entregadas por los paramilitares del Bloque del ‘Alemán’ habían sido borrados. El exparamilitar replicó diciendo que esas armas de las fotografías no coincidían con las entregadas el día de la desmovilización.

Rendón Herrera mostró otras imágenes de las armas que entregó el día de su desmovilización, que diferían a las mostradas por la Fiscalía. Aunque no eran tantas como las mostradas por el ente acusador, eran diferentes los modelos y se veían en mejor estado.

Las de la Fiscalía mientras tanto estaban deterioradas en comparación a como aparentemente habían sido entregadas por los paramilitares durante la desmovilización. También estaban oxidadas y faltaban varias partes como percutores, portafusiles, culatas o miras.

Según dijo ‘el Alemán’ a VerdadAbierta.com, él creía que las piezas faltantes fueron comerciadas cuando estaban bajo la custodia de la Brigada 17 en Carepa, Urabá.

Rendón Herrera aseguró también que el Bloque entregó las armas con el número intacto, ya que al borrarlo hubieran expuesto los fusiles al óxido. La magistrada del Tribunal ordenó una investigación a la Fiscalía porque de ser cierta esta afirmación, podría evidenciar que las armas fueran cambiadas antes del estudio de la Fiscalía.

VerdadAbierta.com encontró en el “informe sobre la implementación de la Ley de Justicia y Paz: etapas iniciales del proceso de desmovilización de las Auc y primeras diligencias judiciales”, que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dijo que durante la desmovilización del Bloque Élmer Cárdenas en Antioquia las armas entregadas “tampoco eran modernas y en algunos casos no parecían estar en buen estado. Observó también que combatientes no desmovilizados que montaban guardia, sí portaban armas modernas y en buen estado. (…) y que en todo caso se habrían entregado otras armas largas en zonas rurales donde se recogía a los miembros del grupo armado ilegal para transportarlos a la zona de concentración, previo a la desmovilización”.

Según lo presentado por la Fiscalía durante la audiencia, la mayor parte de las armas del Bloque fueron adquiridas en lotes traídos por Vicente Castaño, compuestos por fusiles todos del mismo modelo, y repartidas al Bloque por ‘el Alemán’ quien fue el encargado de recibir, inspeccionar y distribuir los cargamentos.

La operación Otterloo
Uno de los ejemplos que mostró la Fiscalía para ilustrar cómo fueron estas operaciones de tráfico de armas en las que estuvo involucrado el Élmer Cárdenas, bajo la dirección de Freddy Rendón Herrera, fue la operación Otterloo. En ésta, según lo expuesto por la Fiscalía, Rendón Herrera aceptó haber contrabandeado alrededor de 3.000 fusiles AK-47 y munición en noviembre de 2001.

Según un informe de inteligencia presentado por la Fiscalía durante una audiencia en contra de Rendón Herrera en noviembre de 2009, las armas fueron compradas en complicidad con policías de Nicaragua con una falsificación de una orden de compra expedida por el gobierno de Panamá, y transportadas en el barco Otterloo de bandera panameña.

El barco zarpó del puerto de Veracruz, México, con nueve contenedores que llevaban pelotas de caucho. Luego, arribó al puerto Bluff, en Nicaragua, y de allí al puerto El Rama del mismo país donde cargó el material bélico en 14 contenedores, indicó el informe.

Desde El Rama, el Otterloo regresó a Bluff donde reportó que su destino sería el puerto de Colón, en Panamá. Sin embargo, desvió la ruta al puerto Zungo Embarcadero, en el Urabá antioqueño. “Después de dejar la carga, el barco partió al puerto de Barranquilla donde cargó toneladas de sorgo con destino a Venezuela y luego a Surinam. Luego regresó al Panamá”, señaló la Fiscalía.

‘El Alemán’ contó que Vicente Castaño les vendió parte de las armas a menos de dos millones de pesos por fusil, cuando a otros grupos les cobró entre cinco y siete millones de pesos.

Por este caso, un Juez Especializado de Antioquia condenó a tres funcionarios de la Dian por haber permitido el ingreso de este armamento. Un cable de Wikileaks, publicado por Semana, reveló que la Embajada de Estados Unidos expresó en su momento indignación con la Corte de Panamá, por haber rechazado los cargos contra los responsables de ese tráfico. Por este hecho, les revocó la visa a algunos implicados y le suspendió la cooperación a la Corte de ese país.

Las actas que nunca se firmaron
Durante la audiencia, la Fiscalía también mostró como los paramilitares manejaban un complejo sistema de comunicaciones, que era una especie de sistema nervioso central del Bloque, con el que podían comunicarse a grandes distancias, y que también les permitió tener contacto con miembros del Ejército, con el que espiaron a los hacendados y ganaderos, interceptaron las comunicaciones y ubicaron a guerrilleros en sus zonas.

La Fiscalía afirmó que los gastos del Bloque en equipos de comunicación fueron altos y constantes. También demostró que además de los radios punto a punto y los radios base, los paramilitares contaban con antenas de repetición y equipos para interceptar comunicaciones.

Con base en las actas de las jornadas de desmovilización, la Fiscalía aseguró que el material entregado por el Bloque era muy poco en comparación a lo que manejaron.

A esta afirmación, ‘El Alemán’ respondió que las actas que presentó la Fiscalía sobre los equipos entregados durante las tres etapas de desmovilización del Bloque Élmer Cárdenas tenían inconsistencias.

Según dijo el exparamilitar no estaban registrados el total de equipos de comunicación entregados, y dichas actas no contaban con la firma de algún representante del Bloque.

Ante estas acusaciones, la magistrada de Justicia y Paz pidió a la Fiscalía leer cada una de las actas, ejercicio que evidenció que estas no registraban la entrega de las armas por parte del bloque al Gobierno, sino la entrega de las mismas por parte de la misión de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA, MAPP-OEA, a la Brigada 17.

Según Rendón Herrera, las actas de la entrega de las armas no fueron impresas, debido a que no tenían impresoras. Tampoco fueron enviadas posteriormente como se acordó, y ni él, ni ningún miembro de su grupo tuvo acceso o firmó dichas actas.

La Fiscalía y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz del gobierno Uribe, Luis Carlos Restrepo, tenían registros que los frentes Costanero de Necoclí, Dabeiba, Pavarandó, y Norte Medio de Ungía a cargo de ‘el Alemán’ entregaron armas, municiones, equipos de comunicación, (ver informe) y que los mismos fueron entregados al Batallón de Servicios Nº. 17 en Carepa, en 12 y 30 de abril, y 15 de agosto de 2006.

‘El Alemán’ aseguró que el bloque entregó una mayor cantidad de material de comunicaciones, y que faltó el registro de dos equipos de triangulación entregados durante la ceremonia de desmovilización del Frente Costanero. Según pudo establecer la Fiscalía, el Ejército destruyó todo el material de comunicación entregado por el Élmer Cárdenas, en conjunto con los materiales explosivos.

‘El Alemán’ dijo que lo que el Ejército destruyó fueron una serie de costales que contenían las piezas de repuesto de los radios. “Como iban a destruir los dos maletines que contenían los equipos de triangulación, cuando ellos mismos se sorprendieron de que nosotros teníamos eso”, dijo.

Ante todas las dudas que se generaron durante la audiencia, tanto por el estado de las armas, como por las posibles inconsistencias en las actas, la magistrada del caso ordenó a la Fiscalía y a la Procuraduría comenzar investigaciones y comprobar las denuncias de Rendón Herrera.

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