En Libertad Provisional LUIS TORRES REDONDO

Mientras se resuelve de fondo la farsa del aparato de investigación es importante continuar solicitando la actuación judicial en sana critica de modo que LUIS sea precluido en la investigación falsa y orquestada por estructuras armadas encubiertas y se brinde las garantías para que su vida e integridad personal, como la de su familia sea respetada.


Le escribe Pedro Avila en solidaridad con LUIS TORRES, detenido arbitrariamente:

Rabia, dolor , indignación…

(Es lo único que puedo pensar, es lo único que he podido escribir luego de horas sentado tras un papel.)
* * *
¿Hasta donde puede llegar la barbarie de un Estado, de una clase política criminal, de un gobierno autoritario e injusto?

¿Hasta donde puede llegar el cinismo y la represión de nuestra clase gobernante?

¿Hasta donde puede llegar la impunidad enquistada en las instituciones estatales del país?

Hace tiempo conocí a un señor de extractó campesino, de mirada pura y sincera, de semblanza fraterna, de sonrisa luminosa y llena de esperanza, con muchos sueños en su cabeza, sueños para el, para su pueblo, para un país, sueños para la humanidad, sueños para vivir y contagiar; que me acogió dándome su mano rustica y encallecida, dándome su mano creadora y que siembra vida, de labrador, jornalero y en la cual ha quedado las huellas de azadones, machetes y de largas jornadas en la siembra, en la rosa; pero que acoge y brinda afecto, que te dice amigo, hermano, compañero.

Recuerdo que fue una larga noche en que nos ilumino, en que nos contó detalle a detalle como ha muerto varias veces y ha vuelto a nacer. Como murió cuando su pueblo fue masacrado en 1.997 y como ha resucitado como el misterio pascual; como agonizó, como lloró, como sufrió y se desangró en cada persona, en cada amigo y amiga, en cada hermana y hermano, en cada compañero y compañera, en cada conocido que fue torturado, violado, que fue herido, desmembrado, asesinado en un trágico día, 24 de marzo de 2.000, un trágico día que se hizo noche , que se hizo penumbra, que se extendió por tres días y tres noches, que fue dolor y sufrimiento donde reinó el odio enceguecido convertido en muerte, donde primó la avaricia de unos pocos que se escondieron de tras de las caras y capuchas de unos desquiciados.

Pero él pudo convocar en el surco de los vientos la fuerza de los que resisten, pudo recoger los sueños de todos los que fueron masacrados, pudo escuchar en el silencio sepulcral las voces, las palabras, los gritos de denuncia, de combate de todos los que han tratado de ser silenciados, pudo seguir estrechando sus manos, bebiendo con ellos por las madrugadas el café mañanero y pudo alzar su voz, decir lo que han tratado de hacer callar, gritar que no han muerto, señalar a los victimarios, acusar a los que planearon y celebraron tan vil y horrendo crimen.

Y nuevamente ha ido plantando las raíces su pueblo, el Salado, en el departamento de Bolívar, de sus vidas y sueños, nuevamente las semillas han sido esparcidas, lo hizo, lo hicieron con las primeras lluvias para que la tierra estuviera blanda, hicieron la rosa y cuidan su sembrado…

Habló sin descansar, como quien tiene mucho que decir y nunca lo ha podido hacer o nunca se lo han dejado hacer, habló fuerte, su voz mezclaba sufrimiento, tristeza y rabia, sus manos se empuñaban para soportar y tener fuerzas para continuar, a veces se abrían para mostrar, mostrarse tal y como es y poder acoger, sus ojos nos miraban, nos mostraban lo vivido, sus temores, anhelos, nostalgias y alegrías, nos indagaban e iluminaban en aquel salón.

Luis Torres, su nombre, Lucho le dicen sus amigos y quienes le conocemos.

Lo conocí en una ciudad fría y que para los dos era gris, fría por la soledad de quien se esconde injustamente y gris por la tristeza de tantos golpes y tanto dolor. Lo conocí cuando los dos estábamos escondidos por amenazas, él por contar lo que les hicieron, lo que les han hecho y yo días después de haber salido de la injusta prisión.

Ahora sigue sinuoso su calvario, lo amenazan por decir la verdad, lo encarcelan injustamente por 15 días acusándolo de delitos que nunca ha cometido, que nunca podría ni podrá cometer, y sometiéndolo a una arbitraria investigación penal. En este momento Lucho, nuestro Lucho donde quiera que este esta naciendo nuevamente, nuevamente va a nacer aunque ha sido señalado en esta estrategia tan perversa del terror, aunque se ha hecho objetivo de las fuerzas militares-paramilitares al ser sindicado y encarcelado en una INJUSTA PRISIÓN.

Pero renacerá, volverá a nacer para seguir contando, para seguir hablando, para seguir sembrando sueños, los suyos, los nuestros, los de todos, los vividos y soñados. Se que volverá, para decir, para hablar, para contar por la memoria de sus muertos, nuestros muertos, por la memoria de su pueblo, para la memoria del país, para la memoria de la humanidad, para que hechos tan horrendos y tan crueles no vuelvan a ocurrir mas, para que se sepa que se siguen violando tantos derechos, como sigue rampante la impunidad.

Pero Lucho, Luis Torres, volverá a nacer y se sentará nuevamente con nosotros y en una mañana de sol radiante volverá y hablará, contará para que haya justicia, para exigir justicia y para que entre todos contemos, para que entre todos exijamos, para que todos volvamos a nacer, para que convoquemos en el surco de los vientos la fuerza de los que resisten y entre todos y todas hermanos y hermanas, amigos y amigas, compañeras y compañeros hagamos la rosa, la siembra de ese nuevo amanecer…

Pedro Ávila
Soñando desde cualquier lugar.