El caso del Padre Joaquín Mayorga y de Cristianos Judicializados.

El Periódico de la Costa, Expresión de la Noticia, de Magangue el 27 de agosto pasado, publicó un artículo y en su editorial se refirió al caso del Sacerdote JOAQUIN MOYARGA, otra de las víctimas de la dinámica de judicialización en que se encuentra nuestro país, debido a las políticas de seguridad “democrática”. El montaje judicial contra el Padre MAYORGA se sustenta en pruebas falsas, y en estrategias que pretenden desvirtuar la responsabilidad de agentes estatales en la violación de Derechos Humanos en el Sur de Bolivar.


Paradójicamente, los victimarios y las estructuras criminales se institucionalizan desarrollando copamientos ya no solo militares sino sociales de la región. A diferencia de avances sustanciales en las investigaciones de crímenes de Lesa Humanidad y de violaciones de Derechos Humanos que comprometen de modo evidente la responsabilidad del Estado, el proceso judicial, carente de veracidad y de absoluta lógica avanza, convirtiéndose en un mecanismo de control del ejercicio pastoral en búsqueda de la paz y de la justicia.

Este caso, como el de religiosos, sacerdotes de Ibagué e integrantes de otras iglesias cristianas, el del Padre Daniel Vásquez, y el de cristianos defensores de Derechos Humanos como Mauricio Avilez y Francisco Javier Soto, evidencian la utilización del aparato de justicia como un aparato de guerra, de control y destrucción de los principios del Estado de Derecho. Los montajes judiciales que hoy padecen millares de colombianos no son ninguna excepción para las iglesias cristianas, tanto como las amenazas de muerte y los hostigamientos para creyentes, caso de Lilia Solano, que defienden el derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación integral en crímenes de lesa humanidad y violaciones de derechos humanos en nuestro país.

La perversión de la justicia, la consolidación de la impunidad, la ley del silencio.

ADJUNTO LOS ARTICULOS SOBRE EL PADRE JOAQUIN MAYORGA “La Cruz a Cuestas”

EDITORIAL
La cruz a cuestas

“La cruz a cuestas” es una frase que se usa mucho por personas que a diario padecen sufrimientos, necesidades y sienten el dolor ajeno; ellos de alguna manera buscan pararla, para que tenga estabilidad emocional, social y económica.

En nuestro celestial país encontramos a muchos sobrellevando las cosas, aguantando y soportando los momentos que vivió Jesús en el huerto de los olivos; este común vive aferrado a su Dios supremo pidiéndole ayuda con fe y devoción, incansablemente buscan la solución a sus problemas y el de los demás, luchan por la injusticia, defienden los derechos humanos, causas que en determinado momento son temas que en ocasiones nuestras autoridades en el fondo no comparten por aquello de salvaguardar la vida y honra de los colombianos.

A la luz de esta cruda realidad, encontramos hoy a un hijo eclesial, buscando unir el rebaño en nuestra zona geográfica, convertido en instrumento de Dios para alcanzar la paz, el presbítero Joaquín Mayorga Fonseca, conocido miembro de la Diócesis de Magangué, quien viene realizando un trabajo de paz a lo largo de la jurisdicción de esta entidad, rendirá hoy indagatoria de carácter penal ante la Fiscalía.

La organización de un equipo de defensa y acompañamiento conformado por voluntarios de pastoral social y de vida , justicia y paz de la ciudad de Magangué; San Gil que está representado por el presbítero Gerardo Calderón Velandia y Olga Lucía Fernández; Bogotá por Redepaz, Justapaz, el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, Comisión colombiana de justicia, Corporación sembrar, el Presbítero Javier Giraldo, Monseñor Héctor Fabio Henao de la Pastoral Social Nacional, y de los Estados Unidos acompañan en esta lucha la organización Colombia Suppor Network, personas y entidades que comprometen la actitud del estado frente a la problemática que vive este representante de la comunidad del sur de Bolívar.

La masiva participación de los magangueleños en la homilía celebrada a las seis de la tarde de ayer fue la muestra de apoyo, que hoy a lo mejor será notoria con el desfile en horas de la mañana hacia la entidad que administra justicia para acompañar a Joaquín Mayorga. ¡Que Dios ilumine a este servidor suyo!

Respaldo al padre Joaquín Mayorga

Mañana a partir de las nueve de la mañana rendirá indagatoria el sacerdote Joaquín Mayorga Fonseca, ante la Fiscalía número 23 de esta municipalidad.

El presbítero que se desempeña como director de Pastoral Social y actualmente es delegado de Vida, Justicia y Paz de la Diócesis de Magangué, se le adelanta una diligencia de indagatoria de carácter penal desde el pasado mes de mayo.

Se conoció que el proceso que sigue la Fiscalía 23 de Magangué es por el delito de calumnia por difusión, hecho que el sacerdote denunció en el que líderes y familiares de las comunidades de Tiquisio y Montecristo señalaban el ejército del Batallón Nariño como responsable de la retención, muerte de tres campesinos y desaparición de un menor de 13 años.

Dicha denuncia en contra del padre Mayorga, fue entablada por dos oficiales del Batallón Nariño acantonados en esa zona.

Hasta la ciudad de Magangué procedente de Bogotá llegaron representantes de Redepaz, Justapaz y un Colectivo de Abogados, quienes seguirán de cerca el proceso que se le sigue al destacado sacerdote.

También se supo que desde el mismo instante de la notificación del llamado a indagatoria, se conformó un equipo de defensa y acompañamiento del padre Joaquín, conformados por voluntarios de Pastoral Social y de Vida y Paz de la ciudad de Magangué.

Desde San Gil, Santander, se ha contado con el apoyo del presbítero Gerardo Calderón Velandia y la doctora Olga Lucia Fernández, quienes han seguido continuamente este proceso.

Igualmente, un grupo de amigos, organizaciones de derechos humanos se han venido reuniendo para analizar la situación por la cual está atravesando el padre Joaquín desde hace algunos días, con el objetivo de respaldarlo en todo momento.

Es de anotar que el sacerdote adelantaba labores en la región del Sur de Bolívar más exactamente en Micoahumado, donde repentinamente recibió una carta amenazante contra él y diez personas más, por que al parecer el ejército tenía en su poder un video con el cual se pretendía vincular al padre de pertenecer a un grupo guerrillero de esa región.

Bogotá, D.C. Septiembre 09 de 2004

Comisión Intereclesial de Justicia y Paz