Dos nuevos asesinatos en Medellín del Ariari

“Que solitaria ha quedado la que era una ciudad populosa!
Se ha convertido en una viuda la que era grande entre las naciones
La princesa de las provincias ha sido reducida a esclavitud.”
Lamentaciones 1,1


RESUMEN

En la región del Ariari, municipio de El Castillo, Meta, los campesinos siguen siendo perseguidos en desarrollo de una estrategia militar contrainsurgente a través de operaciones abiertas y encubiertas. Bajo el pretexto de la persecución a las FARC EP, en el que pocos enfrentamientos armado se han dado. Los pobladores civiles han sido el blanco militar de las actuaciones armadas contra la guerrilla.

Los asesinatos selectivos, los desplazamientos familiares, el copamiento y usurpación de los bienes de los pobladores, el control sobre todas las actividades en los cascos urbanos, y en las zonas bajas y medias de las montañas han reemplazado la dinámica de masacres y desplazamientos masivos.

º Domingo 10 de Agosto, “civiles” armados de la estrategia paramilitar retuvieron a la Señora CARMEN PRADA GONZALEZ, 31 años edad en Medellín del Ariari, acusàndola de ser auxiliadora de la guerrilla. Horas más tarde, ella se dirigiò a Puerto Esperanza, con su hija pequeña , en el poblado la volvieron a retener los paramilitares.

Martes 12 de agosto, a eso de las 14:30 horas, luego de entregar su hija a su marido, quien fue obligado a ir hasta Puerto Esperanza. CARMEN fue llevada en dirección hacia la vereda La Cima, 15 minutos después fue asesinada con varios tiros.

Su esposo fue obligado a abandonar la región.

º Mièrcoles, 24 de Septiembre , a las 11:00 horas, un grupo de 6 “civiles” armados dentro de la estrategia paramilitar llegaron hasta la casa del Señor DAVID HUMBERTO BALLEN, ubicada en Puerto Esperanza. De allí lo obligaron a seguirlos en dirección hacia el poblado de Campoalegre, minutos después fue asesinado con tiros de arma de fuego.

A su familia la obligaron a recoger el cadáver , a enterrarlo y a abandonar la región.

º Martes 28 de Octubre, a las 20:00 horas, en la vereda Malabar, corregimiento de Medellín del Ariari, integrantes de la estrategia armada encubierta de tipo paramilitar, luego de irrumpir violentamente en la vivienda del señor PIOQUINTO HERNANDEZ, 52 años, se lo llevaron forzosamente junto con HUMBERTO HERNANDEZ, de 48 años. Los paramilitares los subieron en una camioneta conduciéndolos por la carretera que conduce a Medellín del Ariari.

Minutos después, en el paraje río Caño Claro, los dos pobladores fueron asesinados.

Dentro de los paramilitares que perpetraron los crímenes se encuentra el apodado “CAMILO”.

Mientras se perpetraron los atentados de los pobladores civiles, en los cascos urbanos de El Castillo, Medellín del Ariari había una fuerte presencia militar y-o de policía.

Hoy un mismo patrón de actuación, una intencionalidad similar caracteriza los crímenes y las persecuciones cometidas contra los pobladores del Ariari. Nada de los daños irreparables a la vida, a la integridad personal, el derecho a la existencia y al territorio se hubiesen producido si las investigaciones se hubiesen adelantado con celeridad, todo está en la impunidad. Ningún crimen bajo la estrategia paramilitar se hubiese producido si no existiese el desarrollo de estructuras criminales paramilitares que han nacido, que han
crecido debido a la actuación del batallón 21 Vargas.

DETALLES

º La Señora CARMEN PARADA GONZALEZ, de 31 años de edad fue asesinada el domingo 10 de agosto. En horas de la mañana, varios integrantes de la estrategia militar encubierta, en el casco urbano de Medellín del Ariari, se le acercaron para acusarla de ser colaboradora de la guerrilla. A eso de las 15:00 horas CARMEN abordó con su hija menor de edad, un vehículo de servicio público en dirección al caserío de Puerto Esperanza, siendo seguida por varios paramilitares.

Minutos antes de llegar al poblado de Puerto Esperanza, los paramilitares la hicieron bajar del vehículo, la retuvieron trasladándola a una casa en donde la mantuvieron en vigilancia permanente. Entre tanto, otros “civiles” armados de la estrategia paramilitar informaron a su marido que debía presentarse en el caserío de Puerto Esperanza para recoger a su hija.

Dos días después, el martes 12 de agosto, el esposo de CARMEN llegó al caserío, los paramilitares le expresaron que “ella no tiene salvación”. Hacia las 14:30 horas, luego de entregarle la hija, aproximadamente 10 paramilitares se llevaron a la campesina en dirección a la vereda La Cima. Quince minutos después, hacia las 14:45 hora local, se escucharon varios disparos.

Al conocer que su mujer había sido asesinada, su marido realizó el levantamiento del cadáver, intimidado y amenazado por los paramilitares.

Después de realizar el levantamiento del cuerpo sin vida de CARMEN, los “civiles” armados, lo obligaron a abandonar la región o correría la misma suerte de su mujer.

Este asesinato se produjo, luego de una serie de confrontaciones armadas entre unidades militares y paramilitares con la guerrilla de las FARC EP en el entorno de Puerto Esperanza.

º Miércoles 24 de Septiembre hacia las 11:00 horas, un grupo de seis “civiles” armados dentro de la estrategia paramilitar llegaron hasta la casa del poblador DAVID HUMBERTO VALLEZ, ubicada en Puerto Esperanza.

Al no encontrarlo, obligaron a su esposa a traerlo del lugar de trabajo. Minutos después, DAVID llegó con su esposa. Los paramilitares se lo llevaron en dirección a la vereda Campoalegre. Aproximadamente, cinco minutos después, se escucharon tres tiros.

Los paramilitares regresaron a la casa de DAVID, y ordenaron a su esposa a recoger su cadáver “vaya por él, no lo queremos ver más”.

Luego de levantar su cadáver, su esposa y el resto de su familia fueron obligados a abandonar la región.

A las 20:00 horas, integrantes de la estrategia armada encubierta de tipo paramilitar, a algunos vestidos de civil, otros con camuflado, con armas cortas y largas, irrumpieron en el lugar de habitación del campesino PIOQUINTO HERNÁNDEZ, en la vereda Malabar corregimiento de Medellín del Ariari.

Los paramilitares amenazaron a los pobladores de hacer explotar unas granadas de fragmentación, los insultaron, luego golpearon violentamente hasta derribarla. Posteriormente, ingresaron a la habitación donde habitaban los campesinos PIOQUINTO HERNÁNDEZ de 52 años y HUMBERTO HERNANDEZ de 48 años.

Luego de sacarlos a la fuerza, los amarraron y los obligaron a subirse a una camioneta tipo Luv, marca Chevrolet, en donde fueron conducidos por la vía que se dirige al perímetro urbano de Medellín del Ariari.

En el camino que lleva a la vereda río Viejo, en el paso del rió Caño Claro los asesinaron.

Entre los civiles armados que perpetraron los crímenes se encuentra un reconocido paramilitar apodado “CAMILO”, quien ha participado en varias actuaciones que se han realizado en connivencia, con la tolerancia de unidades militares del Batallón 21 Vargas y de la Policía Nacional.

Unidades militares continuaron patrullando en los alrededores de la vereda Malabar, en las inmediaciones de la vivienda de PIOQUINTO.

El levantamiento de los cadáveres se produjo al siguiente día, con la presencia de miembros de la Policía Nacional, mientras los “civiles” armados, algunos de los cuáles cometieron los asesinatos, se paseaban en las calles del casco urbano de Medellín del Ariari.

LINEAS DE INTERPRETACION

Estos nuevos asesinatos evidencian, nuevamente, la connivencia, la tolerancia, la complicidad entre unidades militares-paramilitares como parte de una misma estrategia. Todos los crímenes y atentados que se han cometido, luego de los anuncios en enero del 2002, de la llegada de los paramilitares a la región por parte de las unidades militares.

En el nuevo escenarios, las unidades policiales, están cumpliendo el mismo papel y labor de protección, de omisión frente a las estructuras paramilitares que se visibilizan entre los municipios de Granada y El Castillo, en medio de una gran militarización.

En desarrollo de la operación “Reconsquista” del Alto Ariari que ya cumple 21 meses, unidades del Batallón 21 Vargas y fuerzas irregulares de la estrategia paramilitar han copado y sometido a los pobladores de esta región bajo el terror, a desplazarse o a aceptar el control de tipo paramilitar.

Las violaciones a los derechos humanos se siguen presentando a pesar de que las autoridades civiles y militares han afirmado Públicamente que la zona esta pacificada. Los Bloqueos Económicos, establecidos en los retenes paramilitares, visibles para las fuerzas militares y o policiales, donde a los campesinos de las veredas de la cordillera se les controla el paso de alimentos; donde se les amenazas y se les sindica de guerrilleros, son parte de los mecanismos de control y de represión, pues también se les asesina selectivamente, se les obliga al desplazamiento familiar, y luego, se apropian de sus bienes.

Estamos asistiendo a un tipo de genocidio, unos mismos criminales, en estructuras abiertas y encubiertas, un mismo patrón de actuación, una misma intencionalidad, y un supuesto de justificación.

Los pobladores civiles son percibidos como guerrilleros, no se les distingue, la masacre colectiva ha sido modificada por los atentados irreparables selectivos.

Ninguna investigación seria se ha logrado desarrollar. Todo sigue y seguirá en la impunidad. Todo está asegurado, el silencio, la “falta de testigos” justifica la inacción judicial.

Pretextos cuando todas las pruebas hoy están en evidencia clara, en flagrancia, es solo ir, ver y todo es cristalino, a pesar que la estrategia pretende ser encubierta.

Bogotá, D.C Noviembre 23 de 2003
COMISIÓN INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ