CURVARADÓ y JIGUAMIANDO

Asesinatos de pobladores por paramilitares en Curvaradó. Hostigamientos militares en Jiguamiandó.
Continúa la extracción de palma y la ganadería extensiva ilegal en el Curvaradó.

“para ocultar sus planes y ejecutar sus crímenes en las tinieblas y dicen ¿quién nos ve, quien nos conoce? ¡Qué error el de estos asesinos!” Isaías 29, 15-16


RESUMEN
4 representantes de las comunidades de Curvaradó han sido objeto de amenazas y de presiones paramilitares para que cesen en sus actuaciones en Derecho para la restitución de la propiedad. Entre ellos LUIS RENTERIA representante legal del Consejo Mayor de Curvaradó, EUSTAQUIO POLO, representante del Consejo Menor de El Guamo Curvaradó; JAIR BARRERA, vocero del Consejo Menor de Caracolí en Curvaradó; DANILO VERGARA, representante del Consejo Menor de Nueva Esperanza en Jiguamiandó.

Las amenazas se produjeron en los últimos 15 días en Belén de Bajirá. Este pequeño poblado en que existe la presencia permanente de la policía de Urabá y circulación de la Brigada 15. Allí pasean a la vista de todo el mundo como “Águilas Negras”, algunos de los cuales se les ve departiendo con los regulares.

Recientes crímenes de jóvenes o atentados contra los mismos, y los asesinatos de campesinos reflejan que el paramilitarismo continúa existiendo. Sus operaciones pretenden imponer un orden y control social en el que se legitime el crimen de los que conciben como deshecho.

Pero también sus operaciones de intimidación y armadas que se realizan en Belén de Bajirá, Brisas, Caracolí, Caño Manso, El Guamo, Nuevo Oriente, Barranquillita, Caño Claro, Caucheras, Andalucía, Las Menas – Curvaradó- indican que pretenden proteger los agronegocios de palma, de ganadería, de extracción maderera.

Se quiere impedir la restitución de la propiedad y se pretende imponer a los afrocolombianos y mestizos un modelo de desarrollo vinculado a la palma.

LUIS FELIPE MOLANO ocupante de mala fe, beneficiario del paramilitarismo y del traficante de drogas HUGO FENEL MOLANO, en predios de Caño Manso, dentro de Curvaradó, propuso a cambio de la restitución de la propiedad, la entrega de 7000 hectáreas de tierra en otro lugar. La propuesta que desconoce el Derecho.

La amenaza de muerte sobre los representantes de las comunidades es parte de una estrategia de terror que combina las falsas acusaciones, las judicializaciones, los atentados y la cooptación de líderes y de organizaciones sociales, quiénes dicen representar los intereses de las comunidades.

En medio del desconocimiento del Derecho, de los principios formales del respeto a la propiedad individual y colectiva de los afrodescendientes y mestizos de Curvaradó y Jiguamiandó, se sostiene la ocupación de mala fe de empresarios palmeros, ganaderos y madereros.

Estos continúan beneficiándose de sus inversiones en predios que fueron despojadas a sus legítimos y legales propietarios por los paramilitares y que hoy continúan siendo protegidos por el terror paramilitar.

Al tiempo en el Jiguamiandó las operaciones militares de la Brigada 15 se continúan desarrollando con falsos acusadores con los cuales se quiere fragmentar a las comunidades, intimidar. Se continúa desconociendo el carácter de las Zonas Humanitarias y se les pretende deslegitimar con montajes.

ADJUNTO CONSTANCIA Y CENSURA ETICA 221208

Constancia_y_Censura_Moral_221208.doc

Bogotá, D.C 22 de diciembre de 2008

COMISION INTERECLESIAL DE JUSTICIA Y PAZ