Santrich comunicado FARC

Comunicado al pueblo colombiano después de mi quinta sesión de trabajo con la Comisión de Esclarecimiento de la verdad, la convivencia y las garantías de no repetición

Después de haber participado en la quinta sesión de trabajo con la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición en menos ocho meses, yo, Seuxis Paucias Hernández Solarte, aprovecho esta oportunidad (una vez más) para ratificar mi compromiso irrestricto con el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y Garantías de No Repetición pactado en La Habana, como elemento esencial para la satisfacción de los derechos de las víctimas del conflicto, en particular, para aportar todos los elementos de juicio que tengo a mi alcance sobre el conocimiento y las características específicas de la compleja y dolorosa historia de la confrontación armada en nuestro país. Colombianos: tengan la plena certeza en que como partido estamos plenamente comprometidos con la satisfacción de los derechos de las víctimas del conflicto en lo que a nosotros concierne dentro del vastísimo universo de las víctimas y, en términos específicos con el esclarecimiento de la verdad de lo que nos ha ocurrido como país en medio de él. Evidencia de ello, fue el acto histórico de instalación de la “Mesa Técnica de Aporte de Verdad” llevado a cabo el pasado 12 de junio con la participación de los responsables del componente de verdad de nuestra organización a nivel nacional y de la Comisión de la Verdad, en la que se ratificó que esta mesa “es el lugar donde se materializa la voluntad del colectivo FARC para aportar verdad plena, como un espacio de escucha permanente de los relatos y las reflexiones sobre lo ocurrido en el conflicto armado, y de esta manera, contribuir al reconocimiento público de responsabilidades, así como promover ejercicios de convivencia en los territorios donde se tiene presencia”.

En La Habana se impugnó no solamente el ius poniendi del Estado, sino su “verdad oficial” y contrahecha sobre la guerra, sus orígenes y desarrollos. Por ello, hoy quiero reiterar los elementos constitutivos del mandato de este mecanismo extrajudicial de esclarecimiento de cardinal importancia para el avance y la consolidación del proyecto de reconciliación nacional que tanto demanda nuestro país, en tanto considero que como sociedad debemos deponer nuestros odios y avanzar en la defensa de todos los esfuerzos que conlleven a la posibilidad de gritar al unísono como nación “NUNCA MÁS A LA GUERRA, NUNCA MÁS A LA INJUSTICIA NI A LA POBREZA, NUNCA MÁS A LA PERFIDIA”.

El mandato de la Comisión, consagrado en el Acto Legislativo 01 de 2017 y el Decreto ley 588, es “Esclarecer y promover el reconocimiento de: 1) Prácticas y hechos que constituyen graves infracciones al DIH; 2) Las Responsabilidades colectivas del Estado, incluyendo del Gobierno y los demás poderes públicos, las FARC – EP, los paramilitares, así como de cualquier otro grupo que haya tenido participación en el conflicto; 3) El impacto humano y social del conflicto en la sociedad; 4) El impacto del conflicto sobre el ejercicio de la política y el funcionamiento de la democracia en su conjunto; 5) El impacto del conflicto sobre quienes participaron directamente en él; 6) El contexto histórico, los orígenes y múltiples causas del conflicto; 7) Los factores y condiciones que facilitaron o contribuyeron a la persistencia del conflicto; 8) El desarrollo del conflicto; 9) El fenómeno del paramilitarismo; 10) El desplazamiento forzado y despojo de tierras con ocasión del conflicto y sus consecuencias; 11) La relación entre el conflicto y los cultivos de uso ilícito; 12) Los procesos de fortalecimiento del tejido social en las comunidades y 13) Los procesos de transformación positiva de las organizaciones e instituciones a lo largo del conflicto”.

En consecuencia, de lo anteriormente expuesto afirmo con total convicción que este es el escenario privilegiado por excelencia para comprender la responsabilidad de todos quienes hayan hecho parte directa o indirecta del conflicto: de los actores armados, de los Estados Unidos de Norteamérica; de los políticos que se beneficiaron de la guerra sucia y fratricida agenciada en contra de los humildes; de las corporaciones mediáticas; de los empresarios y las empresas multinacionales que financiaron decididamente el derramamiento de sangre de nuestro pueblo para imponer a toda costa sus planes de enriquecimiento, entre muchos otros.

Pues bien. Sepan que, como víctima directa del Estado, como luchador social, como revolucionario y como antiguo combatiente de las FARC – EP, reconozco plenamente la trascendental importancia del esclarecimiento de la totalidad de estos fenómenos mencionados anteriormente para la cristalización del sueño inconcluso de la Paz, la democracia, la soberanía y la justicia social en nuestro país. Cuenten conmigo, con mi voz, con mi compromiso absoluto y con mi trabajo inclaudicable en esta empresa de carácter restaurativo y reparador de las víctimas del conflicto. Sepan, además, que hace unos minutos le he propuesto a los comisionados que pactemos un plan de trabajo encaminado a la consolidación de este compromiso personal que es sincero, profundo y lleno de convicciones y amor por nuestra patria. Esperamos materializarlo en un corto, mediano y largo plazo según las demandas de los planes de trabajo propios que se han establecido desde la Comisión.

En esta propuesta, entre otros temas, están contemplados además de la continuidad de mi ruta de verdad -tanto en términos individuales como colectivos-, para lo cual he aportado (entre otros elementos) 7 libros de mi autoría y están pendientes un par más que se encuentra en edición y publicación. También presenté mi compromiso en coadyuvar en la recolección de los aportes al esclarecimiento de la verdad de excombatientes de las FARC-EP, militantes o no del partido FARC, que por falta de garantías de seguridad han interrumpido por ahora su comparecencia física dentro del SIVJRNR, así como de muchos de las y los que empiezan a reagruparse en los nuevos puntos de reincorporación. También he propuesto como una tarea especial la elaboración de una ruta de verdad con los camaradas Simón Trinidad, Iván Vargas y demás camaradas retenidos en cárceles del exterior. La verdad no puede desplazarse ni extraditarse. Nada puede interponerse en el esclarecimiento de la verdad del conflicto armado, como paso inicial de la reparación integral de las víctimas y la sanación como nación.

Finalmente, quiero convocar de manera fraterna, serena pero contundente a la totalidad de los actores que estuvimos vinculados de manera directa o indirecta, armada o no, con los desarrollos de la guerra, a que hagamos de la Comisión de La Verdad un espacio de encuentro en el que podamos verter nuestras versiones de la historia confiando en este mandato que realizarán los encargados de esta tarea de análisis riguroso y científico de la información recolectada sobre nuestro pasado nacional. Abracemos la verdad como única esperanza para superar nuestra tragedia colectiva de una vez por todas y la guerra que aún persiste en nuestros territorios. Superemos entre todas y todos lo colombianos los miedos naturales que a muchos les genera afrontarla. Permitamos que ella sea el espejo ante el cual podamos desnudarnos como nación para realmente avanzar hacia la NO REPETICIÓN.

JESÚS SANTRICH

SEUXIS PAUCIAS HERNANDEZ SOLARTE

Representante a la Cámara por el Partido FARC

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Imagen: Colprensa.