Como ‘extraño’ califican familiares hallazgo de desaparecidos del Palacio de Justicia en la Nacional

Imágenes captadas por los medios de comunicación de la época le permitieron establecer a la Fiscalía que varias de las personas reportadas como desaparecidas, salieron vivas del Palacio de Justicia.


“Es muy sospechoso que después de 24 años que nos decían que no había en la Universidad Nacional más cuerpos de víctimas, se encuentren 50 restos que nunca nadie quiso identificar”, dijo René Guarín.

Según Guarín, en el año 2001 la Universidad Nacional señaló que, después de un estudio realizado a los restos en su poder, ninguno corresponde con las personas desaparecidas en el Palacio de Justicia, excepto el de Ana Rosa Castiblanco.
Los restos que ahora tiene la Fiscalía, sin embargo, no corresponden al grupo que menciona Guarín. Como lo reveló en exclusiva EL TIEMPO se trata de dos de los empleados de la cafetería que actualmente están desaparecidos.

Las fuentes señalan además que el hallazgo no afecta, por lo menos de entrada, las acusaciones de desaparición contra varios militares, toda vez que está probado que salieron vivos del Palacio y que fueron desaparecidos..

Ahora, se investigará quién decidió la entrega de los cuerpos, al parecer pocos días después de la tragedia al Palacio, de los cuerpos a la Universidad Nacional para que fueran usados en labores científicas y académicas.
Guarín aclaró que, de todas maneras, este hallazgo no puede tomarse como prueba ni en contra ni a favor de los militares que actualmente están siendo juzgados por estos hechos.

El hallazgo

A mediados de diciembre pasado, el equipo de la Fiscalía que investiga el caso de los desaparecidos del Palacio de Justicia ingresó al laboratorio de Antropología Física de la Universidad Nacional.

Entre los restos de cerca de 50 personas que los investigadores se llevaron directamente al búnker, la Fiscalía acaba de encontrar una pista fundamental para empezar a hacer claridades en uno de los casos emblemáticos en la historia reciente del país.

EL TIEMPO confirmó que entre esos despojos están los de al menos dos de las personas que, según las investigaciones, sobrevivieron a la toma y la contratoma y luego fueron desaparecidas. Se trata de empleados de la cafetería del Palacio y en esa identificación, que tiene un margen de exactitud casi total, se usaron las más modernas técnicas de los laboratorios forenses.

Las identidades serán anunciadas en los próximos días y hasta ahora no se ha determinado la causa de la muerte. La Fiscalía no descarta que entre las otras osamentas estén las nueve personas más que figuran como desaparecidas de los hechos del 6 y 7 de noviembre de 1985.

Una fuente cercana al caso señaló que los restos no pertenecen al grupo que en 1998 fue exhumado del Cementerio del Sur de Bogotá por orden de la Fiscalía y enviado en el 2001 a la U.N. para su identificación.

En esa oportunidad, los antropólogos lograron identificar a una empleada de la cafetería que también figuraba en la lista de desaparecidos, Ana Rosa Castiblanco.

Según se ha establecido, los cuerpos que se se llevó la Fiscalía en diciembre llegaron a la Nacional apenas días después de la toma, para ser utilizados en prácticas forenses. La entrega la hizo la antigua Dirección de Instrucción Criminal, pero no aparecen registros de la misma.

“Esos esqueletos eran usadas en experimentos con los estudiantes. Aquí siempre se rumoró que tenían que ver con los desaparecidos del Palacio”, dijo una fuente cercana a la Nacional, que pidió no ser identificada.

¿Cómo impacta este hallazgo el caso contra los militares que dirigieron la contratoma y que están procesados por las desapariciones? Hasta ahora, la Fiscalía sigue firme en la hipótesis de que los desaparecidos salieron vivos de la máxima sede de la Justicia colombiana y que, por lo tanto, su suerte es responsabilidad de los altos mandos que estuvieron al frente de la operación y de las actividades de inteligencia.

El año pasado, el coronel (r.) Alfonso Plazas Vega dijo que los restos de los desaparecidos en el holocausto del Palacio los debía buscar la Fiscalía en la Universidad Nacional.

La Fiscalía ahora explora nuevas pistas: buscará establecer las identidades de esas cerca de 50 personas y por qué fueron enviadas al claustro universitario apenas días después de los hechos del Palacio de Justicia.
No son los restos que la Fiscalía envió en el 2001
El año pasado, durante el juicio en su contra, el coronel (r) Alfonso Plazas Vega sorprendió cuando aseguró que los restos de los desaparecidos estaban en el laboratorio de Antropología Forense de la Nacional.

En su momento, la Fiscalía citó un informe de julio del 2001 en el que decía que tras examinar los restos encontrados en fosas comunes del Cementerio del Sur -entre febrero y septiembre de 1998- se concluyó que no correspondían con las once personas que siguen desaparecidas (10 de la cafetería y la guerrillera Irma Franco).

Semanas después, el Instituto de Antropología, que desde 1986 se ha encargado de identificar a los desaparecidos del país, también desmintió la versión de Plazas Vega. Tanto la Fiscalía como la Nacional hacían referencia a los cuerpos exhumados y no a los que fueron entregados poco tiempo después de la toma para estudios científicos.

El Laboratorio logró identificar entre los restos que en el 2001 le envió la Fiscalía los de varios guerrilleros y el del civil René Francisco Acuña Jiménez, empleado de un almacén cercano al Palacio.

Ana Rosa Castiblanco, empleada de la cafetería, fue identificada gracias a esos experticios.

“No hay evidencias sobre la presencia de los desaparecidos en nuestras instalaciones”, dijo el Instituto en un comunicado.
Juicio de coronel Plazas Vega, el primero en definirse
Cuatro son los altos mandos militares en juicio por las desapariciones del Palacio de Justicia. A finales de este mes se conocería el fallo en el caso del coronel Alfonso Plazas Vega -el hombre que dirigió la operación de contratoma- tras un accidentado juicio.

Plazas Vega fue acusado por la Fiscalía por secuestro y desaparición agravados.

Desde octubre del año pasado está en el Hospital Militar por una crisis nerviosa. Ese dictamen médico también ha sido fuente de controversia en su proceso, pues los representantes de las víctimas lo han calificado como una maniobra para eludir la reclusión en La Picota.

Mañana jueves continuará el juicio contra el general (r.) Iván Ramírez (jefe de Inteligencia del Ejército), y el lunes el del general (r.) Jesús Armando Árias Cabrales, ex jefe de la Brigada 13, ambos acusados por desaparición.

Arias Cabrales aparece en varias comunicaciones que fueron grabadas por un radioaficionado en las que se habla del manejo del personal que sobrevivió a la toma.

El coronel (r.) Edilberto Sánchez -quien recuperó su libertad por términos desde el año pasado y aún espera que despegue el juicio en su contra- está acusado porque fue quien manejó los interrogatorios a los sobrevivientes en la Casa del Florero, ubicada frente al Palacio.