Chepe, amigo de todos, hijo de Hernán Bedoya

Ramón (Chepe) Bedoya, octubre 2016

Chepe, amigo de todos, estudiante y personero del colegio AFLICOC cursa grado décimo, llega   siempre de ultimo a la clase, pero justo a tiempo, los materiales que lleva son: un cuaderno de apuntes que no tiene orden alguno, un lapicero de cualquier color, una sonrisa gigante y su fuerte voz. No tiene puesto fijo, a veces ni siquiera se sienta, siempre quiere dictar la clase y escribe cosas en el tablero; es la máxima representación de la oralidad pues siempre opina, responde todo lo que los profes preguntan en clase y a la hora de evaluar quien toma apuntes sobre sus respuestas no es él.

El lunes 4 de diciembre comienza la semana de clases, una semana muy particular, pues es la última del año, las clases están pensadas hacia el qué hacer artístico, la construcción de nuevos espacios para el colegio y lo más importante las graduaciones de la cuarta promoción del colegio AFLICOC. Dentro de las actividades planeadas estaba la construcción de la biblioteca y dentro de esta una actividad que surge desde la lectura del libro “Historias de andares” de Carlos Beristain, a partir de este los estudiantes escriben su propio andar, el producto de chepe fue un pequeño párrafo donde anunció sin siquiera imaginar lo que viviría dos días después.

Ríos sin puentes, preguntas sin respuestas, desaparecidos sin nombres, huérfanos sin motivos. Caminando por territorios sin paz que me dejó una marca que nunca se me olvidará, vi a niños llorar por sus padres que jamás regresaran.      

Ramon Bedoya, 06 diciembre 2017

8 de diciembre del 2017, zona humanitaria las camelias 12:30 p.m

Se da inicio a la ceremonia de grados, los graduandos bajan las escaleras uno por uno, en la puerta se encuentra Chepe acomodando togas y birretes a quienes necesitan, no es extraño verlo haciendo esto, pues siempre esta al pendiente, se realiza la programación planteada y al final se reparte comida y torta, obviamente esto tampoco se lo pierde.  Son las 2:00 pm aproximadamente y es la segunda vez que me pide torta, está muy rica, dice con afán pues un hombre de camiseta azul lo llama insistentemente desde la entrada de la zona, me afana para que le entregue el pedazo de torta y  me dice: “chao profe nos vemos después, feliz año”, se ríe y me da un abrazo, lo miro entre cerrando los ojos pues al otro día teníamos que ir a la huerta, igual me despido; sigo repartiendo la torta cuando una de las profesoras se acerca a contarme que asesinaron a Hernán Bedoya, el papá de Chepe; levanto inmediatamente la cara buscando desesperadamente a Chepe y lo veo  saliendo de la casa de la memoria con la mano izquierda en su rostro lleno de lágrimas, caminando lento hacia ese hombre de camiseta azul, quien le da un par de palmadas en  la espalda y comienza a andar junto a él.

La música que sonaba a todo volumen en el colegio se apaga, las personas se miran entre sí, preguntándose el cómo, cuándo, donde, todos sabemos el por qué. Hernán Bedoya, líder reclamante de tierras del territorio colectivo de Pedreguita y Mancilla, es asesinado a la 1:15 pm, aproximadamente, en Playa Roja, por defender su territorio y denunciar las acciones fraudulentas de empresarios para despojarlos de su territorio.

9 de diciembre del 2017 zona humanitaria las Camelias

No hay   noticias. Chepe, no sabemos nada sobre él, en la huerta todos trabajamos en silencio, en la tarde llega la noticia de otro asesinato, nadie sabe de quien se trata, pero la preocupación y miedo no son difíciles de reconocer en algunos rostros. En la tarde llegan las diferentes delegaciones al encuentro de la esperanza, nos informan que quien murió era un paramilitar; comen, se organizan en la zona y en la noche se hace una reunión donde se hace reconocimiento a la esperanza y memoria.

10 de diciembre del 2017 5:00 pm Belén de Bajirá

Llueve fuertemente, familiares, amigos, profesores y acompañantes nos encontramos alrededor del cajón donde esta el cuerpo de Hernán, tomamos tinto y nos resguardamos del agua que con furia cae del cielo. El silencio es interrumpido por el Padre Alberto recuerda  quién es Hernán Bedoya y su importante labor en el territorio, canta un estribillo “El señor es mi fuerza, mi roca y salvación” hace una oración pidiendo por los lideres asesinados, recuerda a Mario Castaño, invoca la esperanza la fuerza y  la lucha, “Hernán es un hombre Justo” afirma constantemente, reza un padre nuestro y pide a los presentes alguna intervención donde se recuerde la memoria de Hernán, tímidamente participan al inicio un par de familiares, hablan de lo amable y  cariñoso que era su padre, lo recuerdan como una persona que siempre defendió sus tierras, que le gustaban sus caballos y  siempre visitaba y acompañaba en momentos malos y buenos a sus seres queridos y amistades; nuevamente el estribillo: “El señor es mi fuerza, mi roca y salvación” habla otro de sus hijos  y una amiga, recalcando la buena persona que hoy despiden. Chepe habla, recuerda a su padre como un líder que siempre ayudó en lo que podía, como quien lo formó para la vida, recordándole que llegaría un momento en el que no iba a estar y que tenía que enfrentarla solo,  quien solo tuvo valores y educación para brindarle, pues es lo mas importante que  una persona debe tener,  con voz entre cortada  habla de su colegio,  dice que  siempre quiso que su papá lo  viera graduándose y que ahora no podría verlo ese día, el llanto no lo deja hablar más, su imagen es  desconsoladora, varias personas están envueltas en lágrimas, aun llueve. Los más fuertes calman a quienes no pueden contener su dolor.

Estoy viviendo una guerra que desde hace 21 años no deja de causar dolor y miedo, estoy viviendo la Colombia despiadada que arrebata vidas a cambio de intereses económicos, estoy viviendo un suceso que el resto de Colombia no conocerá, estoy viviendo una lucha que la muerte no silenciará.

Por Vanessa Bustos

Apoyo pedagógico- Bajo Atrato